lunes, 26 de marzo de 2012

De donde no hay... (XXXV)

Censo                    6.228.955   
Votos                     3.876.780        
Abstención          2.352.973        

Votos al PP           1.567.207 votos       
Votos al PSOE     1.523.465 votos


8 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

La principal lectura que yo saco de este recuento no coincidirá ni con la de los políticos ni con la de los periodistas sarteneros.
Los que votamos no somos tan tontos como ellos creen.
Igual, habría que habilitar las herramientas necesarias, para que el pueblo refrendara las políticas emprendidas por un gobierno a los seis meses de elegirlo.
El principal problema o inconveniente del día de ayer es que no conseguimos botar ni a los que estaban ni a los que se creían que iban a estar.
Saludos.

Er Tato dijo...

Pues no sé si los que votamos somos tontos o no, Rafael. Lo digo por aquello de dame pan -y circo-, y llámame tonto.

Lo que sí es cierto es que los ciudadanos han dicho lo que querían decir y esas son las reglas del juego. Para bien o para mal. Y que cada cual asuma -o presuma-, de las consecuencias de sus decisiones.

Saludos

Juanma dijo...

Querido Tato, te dejo aquí, en primicia adelantada y absoluta, el que será mi artículo del miércoles en la radio. Un abrazo.

"Para una vez que nos dejan hacerlo solos, llenamos el patio de paradojas. Quiero decir que todo ha sido paradójico, desde el principio hasta el fin, en estas elecciones que en Andalucía se han celebrado sin la compañía de unas generales.
Aferrándome a los clichés establecidos, paso a explicarme. El partido progresista entra en campaña con un lema tan conservador como “por el camino seguro”. El partido conservador, por su parte, se lanzó al ruedo con un lema protagonizado por la palabra progresista por antonomasia: cambio. Quien más tenía que callar, el socialismo andaluz, es quien más habló en cada mitin. Quienes más tenían que decir, los populares, optaron por una campaña tranquila donde la consigna parecía la de mejor no hablar antes que decir algo que nos pueda perjudicar, dejemos pasar los días y confiemos en las encuestas. Finalmente, como guinda de esta tarta tan paradójica que nos ha quedado, cabe decir que quien ha ganado ha perdido y, por contra, quien ha perdido, ha ganado.
El análisis de los resultados es, en este caso, más disperso que difícil. Se puede decir que el electorado ha castigado la reforma laboral o la subida de impuestos. Se puede decir que la maquinaria de comunicación del Partido Popular sigue en pañales comparada con la del PSOE. Se puede decir, también, que en Andalucía persiste un prejuicio anclado a una idea, en mi opinión atávica, de una derecha que sinceramente yo creo que pertenece a otros tiempos (¿persisten personajes de esos otros tiempos en el electorado popular? Sí, personajes de otros tiempos hay en el PP y en todos los partidos, no nos engañemos ni dejemos que nos engañen). Finalmente, sin más, se puede decir que Andalucía es de izquierda.
Hay otros puntos que cabe destacar en el resultado. Alto porcentaje de personas que no han acudido a votar, lo cual no es criticable desde mi punto de vista y desde el momento en el que votar es un derecho y no un deber. Votar es una opción tan legítima como no hacerlo porque cada uno es libre de ejercer un derecho o no. No votar es un modo de protestar, un modo de reflejar la decepción y desconfianza ante todas las propuestas. Y ahí precisamente voy: Andalucía no ha abierto la puerta a otras propuestas, sólo los tres partidos considerados principales han conseguido representación parlamentaria. Eso también es significativo y creo que no es bueno.
Servidor se queda, como otras veces aquí mismo, con el verso de Cernuda: “El sur es un desierto que llora mientras canta”. Siempre nos quedará la poesía..."

Er Tato dijo...

Sí, querido Juanma, Andalucía es de izquierdas, pero de una izquierda mal encarada, sectaria, rancia, tan incapaz de administrar la riqueza con un mínimo de ética y equidad, como de gestionar la escasez con eficacia. Tampoco la derecha hace bien ninguna de esas dos cosas, pero al menos no lleva a gala hacerlas.

Andalucía es de izquierdas, sí. De esa izquierda de más del 31% de parados -el 55% de los jóvenes-, del nepotismo ilustrado, del fracaso escolar, de portátiles en aulas sin calefacción, de subvenciones europeas malversadas, de plantas cerradas en hospitales por falta de personal, de televisiones públicas a tutiplén. Sí, la derecha también hace todas esas cosas pero, insisto, no se da golpes de pecho diciendo que no las hace.

Sí, querido Juanma, Andalucía es de izquierdas. De una izquierda siniestra.

Un abrazo

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Pues hoy hay mucha gente que presume de voto de izquierda y hasta anoche estaba más callado y escondido que un cabr.. o una put.. También había muchos que estaban pletóricos y hoy están viceversa.
Habemos otros que estamos como estamos o como estábamos, es decir: JODIDOS.
Ni voté al PSOE ni al PP. Lastima que mi voto sirva para poco pero al menos no le hago el juego a estas pandas de chorizos que están en los partidos grandes y profesionales.
Saludos

Er Tato dijo...

Pues me temo, Rafael, que, aunque sea a tu pesar, sí le has hecho el juego a uno de ellos. Por lo que dices, intuyo que votaste a quien quisiste, pero no botaste a quien querías.

Saludos

Anónimo dijo...

¡Te jodes, Tato!

Er Tato dijo...

¡Ay, Anónimo, eres la evidencia empírica de que de donde no hay...!

Muchas gracias por ilustrar la entrada. Y gratis, que con los tiempos que corren...

Saludos, machote

P.S.: Por cierto, a mí con los sociatas me ha ido cada vez mejor, pero yo creía que no se trataba de eso. ¿O sí?