Fantástico artículo el de Fernando Suárez en su Teatro del Dinero. Límites al Estado de Inopia se titula. Y tiene algunos párrafos como estos, que piden mármol:
"Necesidad, ignorancia y ociosidad han sido finalmente combatidas con sobreprotección, condescendencia infinita y desmantelamiento de la formación integral en principios y deberes, a todos los niveles. Asesinada la Parábola de los Talentos, quien los entierra obtiene igual o mejor premio que quien los arriesga. Aventada la meritocracia basada en el binomio esfuerzo-recompensa, nada se niega, reprensión inexistente, impunidad. La cultura de la subvención y el subsidio han creado una relación patológica de dependencia trufada de conflictos de intereses. Clientelismo político y pesebrismo público"
"El Bien Político no tiene sustitutivo perfecto, partitocracia o caos, nos dicen. Mensaje que cala y se retroalimenta mediante proselitismo mediático, dádivas y caramelos. Proteger el mercado político con barreras de entrada [...] Impedir la competencia de nuevos participantes [...] El pastel es demasiado goloso para ser com-partido..."
"Hora de despertar del aletargamiento y de acotar el Estado de Inopia. Tal vez haya que hundir antes de reflotar. Unas pocas normas sensatas, accesibles y orientadas al bien común; una administración ligera de equipaje, eficiente y al servicio de sus ciudadanos; una efectiva separación de poderes; un sistema electoral de representación justa y directa; mecanismos de control, escrutinio y sanción de las actuaciones públicas, con exigencia automática de responsabilidades y sin resquicios para la impunidad."
Para qué lo va a escribir uno si ya hay quienes lo dicen mejor. ¿Ven? A mí también se me ha contagiado la política de la subvención y del "que lo hagan otros". Pero prometo ponerme en tratamiento.
5 comentarios:
"Una administración ligera de equipaje". ¿Como hacer esto, al estilo inglés en el que todos los cargos son de funcionarios de carrera excepto los ministros que son de nivel político o quizás como la administración americana en el que legiones de gestores asumen y cesan en sus funciones en bloque con cada cambio de administración?.
"Un sistema electoral de representación justa y drecta". ¿Que hacemos, asignamos el mismo " precio" en votos a un escaño en Barcelona que en Palencia o el que más voto saca gana la circunscripción y por tanto todos sus representantes (ojito con PNV y CIU ) o elegimos directamente a las personas, con listas abiertas y que gane quién más dinero tenga para pagarse su publicidad y de paso perpetuarse, como ahora, en el poder?.
"Una efectiva separación de poderes". No conozco ni un sólo país serio en el que los miembros de los más altos tribunales, fiscalías y órganos de gobierno de los jueces no sean designados, dirigidos o controlados por los políticos. Cuando el ciudadano vota, vota al político, no puede controlar directamente a los jueces y encarga esa tarea a los políticos. No creo que el poder judicial sea una casta intocable y por encima del bien y del mal.
Mucho brindis al sol veo yo.
A más ver.
Vayamos por partes, amigo Manupé.
¿Cómo hacer una administración ligera de equipaje? Reformando la Consitución para racionalizar el Estado de las autonomías, empleando masivamente las nuevas tecnologías para mejorar la productividad de los empleados públicos y el servicio al ciudadano, eliminando la sobreprotección laboral de los funcionarios... ¿Cómo anda de equipaje un Estado en el que casi el 20% de los asalariados del país trabaja para la administración pública? No termino de entender qué tienen que ver los dos ejemplos que pones con la idea de una administración ligera de equipaje.
Respecto del segundo asunto ¿que tal, para empezar, circunscripción única, segunda vuelta, listas abiertas, contadores a cero de las ayudas públicas a los partidos antes de cada elección y control férreo del uso de las mismas? Y una pregunta. Cuando afirmas eso de que "gane quien más dinero tenga para pagarse su publicidad" ¿estás llamando tonto o manipulable al votante?
Respecto del tercer asunto. Por tu respuesta, o te he entendido mal, o no crees en la bondad de la separación de poderes. Porque posible es. Sin duda alguna. Y sin necesidad de que haya nadie intocable.
En fin, parece que a ti se te podría aplicar eso que dice el propio Fernando Suárez en su artículo de que "el Bien Político no tiene sustitutivo perfecto, partitocracia o caos, nos dicen. Mensaje que cala y se retroalimenta mediante proselitismo mediático, dádivas y caramelos"
Perdona que te dé caña, pero como me dijiste una vez que te ponía...
Un abrazo
Ahí te quería yo ver, con algo tuyo y no un corta y pega.
¿Que si los votantes somos manipulables? Obvio. Aquí en esta misma taberna he leido más de una vez lo atada y bien atada que tiene Manuel Chaves a Andalucía, lo del voto cautivo......etc etc.
El problema de la Administración Pública no son los funcionarios, amigo Tato. El problema son los que una tras otra legislatura van dando golpes de timón a un lado y a otro, modificando estructuras, trasladando competencias de un ministerio a otro cuando más les conviene, renombrando una Secretaría de Estado tras otra y sobre todo rediseñando los catálogos de puestos de trabajo y sus funciones cada vez que cambia el político de turno. Todos, absolutamente todos los ministros sean del partido que sean aspiran a dejar su impronta PERSONAL ( y el cuadrito en un pasillo ), en el ministerio que les cae en gracia. Lo peor es que encima les dejan.
Creo en la bondad de la separación de poderes, es más , me parece útopico y una aspiración legítima de cualquier estado democrático, pero hombre, lo que tenemos a la vista no es precisamente una separación de poderes y no sólo en España, que llevamos cuatro días siendo medio serios, sino que es imposible en paises que nos llevan doscientos años de ventaja. Soy realista, sino es posible la separación efectiva y real, al menos arbitremos los mecanismos para que el control de la judicatura se haga por los cauces menos "hostiles" al estado de derecho y las libertades del ciudadano.
En España en esto de la política ocurre como en el fútbol que todos llevamos un entrenador dentro y cada uno tiene su propia selección, pero al final, bla,bla,bla. Llevo años leyendo y oyendo hablar de la necesidad de reformar el estado de las autonomías, de la reforma de la constitución, de la ley electoral, de la racionalización de la función pública y la remodelación de la justicia y de momento......
Mucho brindís al sol.
En cuanto a la caña, siempre he pensado que es usted más brillante en las réplicas, serán los años tras la barra y ser cazador de ave de paso.
Me viene a la memoria una cita de Winston Churchill sobre la democracia que decía:
No estoy en absoluto de acuerdo con lo que usted dice pero daría mi vida para que usted pudiera decirlas.
A más ver.
Vine a decir algo, pero me he quedado un tanto acojonadete con tantos comentarios de enjundia.
Yo aplaudiría a aquel que rebajase el número de funcionarios (si los ordenadores ya hacen tantísimas labores, ¿cómo es que cada vez hay más empleados públcios?), pero empezaría antes por los cargos de libre designación. Por reducir los sueldos de los caqrgos públicos. Por eliminar la consolidación de sueldos de los altos cargos. Y, si me apuras, por eliminar tantos y tantos congresistas y senadores (un tío -o tía- por partido y que su voto valga proporcionalmente en función de los votos: mientras no haya listas abiertas, lo mismo me da que haya 150 parlamentarios de un partido que uno coyo voto valga por 150).
Un saludo playero.
Hombre, Manupé, en más de cuatrocientas entradas, apenas hay copia-pega, y los pocos que hay son siempre para ilustrar mi postura, no para sustituirla. Ya sabes que siempre me mojo.
En cuanto a la manipulabilidad de los votantes, se trataba de una pregunta retórica y con cierta retranca. ¡Claro que somos manipulables, comprables y vendibles, y a las pruebas me remito!
Por otro lado, está claro que no son los funcionarios en sí mismos el problema de la Administración Pública, sino quienes toman las decisiones que hacen que tengamos una Administración Pública como la que tenemos, entre los que nos encontramos los ciudadanos que votamos a quienes toman esas decisiones.
¿Separación de poderes? Hombre, la perfección no existe, pero entre el cachondeo de España y la situación de otras naciones serias media un abismo. Yo me conformaría con acercarnos a ellas que, visto lo visto, hasta eso parece una utopía.
Por otro lado, ojalá los ciudadanos de este país discutieran con al menos una décima parte de interés, implicación y conocimiento de política que de fútbol. Y quitaran políticos con la misma decisión y determinación que quitan entrenadores o delanteros. Otro gallo nos cantaría.
En cuanto a la supuesta brillantez de mis réplicas, no sé muy bien cómo tomarme lo de los años tras la barra y las cacerías de aves de paso. Me suena a guasa gaditana, pisha.
Octavio, no te cortes, que esto es sólo palabrería. Un brindis al sol, como dice Manupé. Al menos mientras los ciudadanos no decidamos lo contrario. Y yo me apunto a un tío por partido mientras esto siga siendo una partitocracia. Por lo menos nos ahorramos una pasta.
Gracias por vuestros comentarios.
Un par de abrazos
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