lunes, 2 de febrero de 2009

Bancos malos y bancos traviesillos

El BCE ofrece a los bancos toda la liquidez que deseen al 2% de interés. Los Estados avalan las emisiones de los bancos. La maquinita del dinero se ha puesto en marcha para financiar los abultados déficit de los Estados, expandiendo la base monetaria. Y sin embargo los créditos no llegan a la economía real en el volumen que ésta necesita. ¿Por qué?

Descartado el problema de liquidez a la vista del tratamiento de choque al que los gobiernos han sometido al paciente, sólo queda una respuesta plausible: no hay a quien concedérselos. Bien porque el personal no está para muchas fiestas -las solicitudes de préstamos han bajado de manera espectacular-, bien porque los que siguen teniendo ganas de juerga no cumplen los requisitos que garanticen la devolución del crédito. Y en éstas estamos cuando nuestro queridísimo gobierno, con el señor Zapatero al frente, reprocha a grito limpio a los banqueros su escaso patriotismo por conceder pocos préstamos. Y a los ciudadanos, nuestra propensión al ahorro, que es la cara de la moneda del escaso consumo. Habiendo sido la imprudencia y la avaricia, según palabras del patriota supremo, las causantes de este desaguisado, no deja de llamar la atención que ahora toquen a rebato para la concesión de créditos a granel y el consumo desaforado.

¿Se acuerdan de Fannie Mae y Freddie Mac? No, no son dos cadenas de comida rápida, aunque de basura vaya la cosa. Son las dos grandes entidades hipotecarias norteamericanas que a finales del verano de 2008 tuvieron que ser nacionalizadas. ¿A qué se dedicaban? Pues fueron creadas por el gobierno para facilitar el acceso de los estadounidenses a una vivienda en propiedad, de tal forma que, aunque no concedían directamente los préstamos, sí garantizaban los mismos y empaquetaban estos activos con otros, creando un nuevo activo que colocaban a grandes inversionistas. ¿Por qué se jodió el cotarro? Por dos razones fundamentales. Primero, porque los activos que respaldaban esas hipotecas, las viviendas, comenzaron a hundirse. Segundo, porque el propio gobierno incitaba a que garantizasen hipotecas a prestatarios poco solventes con la esperanza de que los incrementos de precio de la vivienda suplieran esa falta de solvencia. Cuando los precios de la vivienda se derrumbaron y el ciclo económico cambió, se pusieron de manifiesto las consecuencias de esa política imprudente de concesión de préstamos, pero ya era demasiado tarde. Esos activos y otros similares se habían extendido por todo el sistema financiero y, ante la incertidumbre de cuánta mierda tenía cada una en sus balances, la desconfianza mutua sobre la solvencia de las entidades se instaló en el sistema.

Resumiendo, que quienes incitan a la banca a ser imprudente, o no han aprendido nada de esta crisis, o sólo saben gestionar el corto plazo. En cualquier caso, impresentables es lo más suave que se les puede llamar. Y todo ello sin entrar en la segunda derivada que se deduce del enorme crecimiento de la base monetaria en el que se ha debido incurrir para inyectar liquidez en el sistema. ¿Se acerca por el horizonte una posible hiperinflación de manual? Los efectos secundarios en el medio y largo plazo de las recetas actuales ¿van a ser peores que haber dejado que al enfermo le hubiesen amputado un brazo y adelgazara algunos kilos?

Otro día hablaremos de ese engendro que quieren crear en EEUU al que llaman bad bank. Algunos ya andan con el globo sonda por la vieja Europa para tantear el ambiente con eso de crear bancos malos. O traviesillos, que dirían algunos.


11 comentarios:

José Miguel Ridao dijo...

Cuando oigo a Zapatero y sus secuaces reniego de mis creencias keynesianas y me vuelvo neoclásico. Prefiero que nos salve la mano invisible, aunque tengamos que esperar, a que zapatero siga metiendo tan visiblemente la pata.

Un abrazo, Tato.

Er Tato dijo...

¿Eres keynesiano y sevillista? Háztelo mirar, José Miguel. ;-)

De todas formas, puedes convertirte al neokeynesianismo para dormir más tranquilo, aunque yo, eso de los nombrecitos y las etiquetas no lo llevo demasiado bien.

Un abrazo

Zapateiro dijo...

Tato, desde mi profundo descn
onocimiento de economía, te pregunto una cosa que no sé si será una barbaridad: ¿No podrían solucionar algunas entidades bancarias sus problemas si la transparecia llegara a sus vidas, se supieran los activos reales de que disponen y, entre ellas, se hicieran créditos? Es que escucho muchas veces que el problema que tienen es que muchas inmobiliarias y constructoras les han dejado unas deudas que han estancado a los bancos. Y digo yo, ¿no pueden concederse créditos entre ellos o es una absoluta barbaridad? Es que, como verás, no tengo ni puñetera idea.

Un saludo.

Er Tato dijo...

Intento contestarte, Zapateiro.

Imagina que tu negocio consiste en recopilar el ahorro de los ciudadanos (depositantes) y en prestar dinero a otros, sea un particular, una empresa o un banco, a cambio de un precio (el interés). Cuando prestas, tienes al menos dos tipos de riesgo: que te paguen el interés pactado y que te devuelvan el dinero prestado (lo que se llama el principal). Eso quiere decir que cada vez que concedes un préstamo, debes evaluar la capacidad de devolverlo de quien lo recibe (prestatario), es decir, su riesgo. Y su riesgo estará en función, entre otras cosas, de su patrimonio neto (lo que tiene menos lo que debe) y de su capacidad de generar ingresos en su actividad.

Hasta hace unos meses, en que los Estados y el propio BCE comenzaron a facilitar liquidez, el problema era que los bancos no se prestaban entre sí porque no se fiaban de la realidad de su patrimonio neto. En otras palabras, no se fiaban de si sus activos eran o no buenos (como cuando pides una hipoteca que garantizas con tu casa, pero el banco no sabe si está en ruinas y se va a caer pasado mañana, en cuyo caso tu patrimonio real no coincide con el aparente) y, por tanto, eran o no solventes. ¿Y qué es eso de ser un activo bueno o malo? Pues por ejemplo, cuando un banco te presta 180.000 euros para que te compres una casa que tasó en 220.000 euros y que ahora vale 160.000, el banco tiene en su balance un activo cuyo valor contable es de 180.000 euros (el préstamo que te concedió), pero cuyo valor real es de 160.000. Por otro lado, la banca concedió muchos (pero muchos, muchos) préstamos a los promotores para que construyeran viviendas para que fueran vendidas a ciudadanos que después se subrogarían en dichos préstamos para continuar pagándolos, pero resulta que muchos promotores no han podido terminar o vender sus promociones, por lo que el banco les acepta esas promociones como pago por su deuda y contabilizan en el balance ese bien por el valor de esa deuda, no por el valor real que en general es muy inferior. Y podríamos seguir con más ejemplos de activos que no reflejan su valor real en los balances (por cierto, el gobierno ha autorizado un maquillaje contable a las empresas para que no se ponga de manifiesto esa realidad de golpe. Curioso ¿verdad?) y que generan desconfianza por incertidumbre.

Pero eso era hace unos meses. Ahora, el problema es otro. El problema consiste en que los bancos no prestan a la economía real (el que se quiere comprar un coche, la empresa que necesita financiar la compra de una máquina o un adelanto para pagar las nóminas mientras cobra el último pedido que vendió, etc...) todo lo que prestaban hasta ahora. Y no lo hacen porque muchos de los que le piden préstamos no pueden garantizar razonablemente su devolución. ¿Deberían los bancos prestar dinero a quienes no podrán devolverlo y seguir así incrementando la bola de nieve que fue una de las causantes de la situación actual? ¿Por qué el Estado, en todos sus niveles, no paga todo lo que debe a sus proveedores, pequeñas y medianas empresas en su mayoría, que están cerrando porque no les pagan, en lugar de pedir a la banca que actúe en contra de cualquier principio de prudencia?

No sé si te he contestado, pero si no es así, dímelo y lo intentaré de nuevo en cuanto tenga otro hueco.

Besos

José Miguel Ridao dijo...

Tampoco amí me gustan las etiquetas, salvo si están bordadas en rojo y blanco. A ratos me veo neocón, keynesiano, neokeynesiano... no sigo que te veo venir con el premio.

Por cierto, vaya retahíla que le acabas de soltar a Zapateiro, a ver si así se enteira de algo.

Zapateiro dijo...

Pues la retahíla me ha servido, José Miguel, así que no te apures.

Duda resuelta. Desconfianza generalizada. Veremos a ver hasta dónde llega la crisis. ¡Mamma mía!

Un saludo.

José Miguel Ridao dijo...

No me refería a ti, Zapateiro, estaba seguro de que tú si te ibas a enterar. El que no se enteira es el otro Zapateiro, que si se lee la retahíla del Tato seguro que soltaba off the record algo así como: "Ves, Pedro, lo que yo te decía, los cabrones estos de los banqueros son todos unos ladrones".

La explicación del Tato es impecable, a la altura de la crisis Ninja. Un abrazo.

Er Tato dijo...

Por desgracia Zapateiro, no se trata sólo de un problema de desconfianza gneralizada. Es mucho más grave que eso: la desconfianza está justificada.

Gracias José Miguel por tu comenario. Y jamás se me ocurriría darle un premio con rima a un sevillista. ¿O sí?

Besos y abrazos

cibeles dijo...

Tato aprovechando tu clara exposición y abusando de tu conocimiento ¿podrias aclararme una cosa?, ¿el dinero que ha soltado el estado a los bancos es para compensar la diferencia entre el valor contable y el real y que por tanto las cuentas a fin de año les salieran saneadas?. Gracias anticipadas. Saludos.

Er Tato dijo...

En primer lugar, querida Cibeles, no es ningún abuso, más bien al contrario. Soy consciente de que el mundo de la economía parece más complicado de lo que es porque a los que saben les interesa que así sea, así que siempre es un placer para mí intentar explicarlo de manera que se entienda por quienes no son especialistas, y una grata recompensa conseguirlo de vez en cuando. Eso no significa que no sea una ciencia compleja con conceptos complejos, pero siempre es posible hacer un esfuerzo didáctico si se pone empeño.

Y después de esta perorata, al grano. El dinero del denominado plan de rescate (30.000 millones ampliables a 50.000) iba destinado a comprar activos de los bancos de calidad -¿cómo saben cuáles son los de calidad? Y en caso de saberlo ¿por qué iba a estar el banco interesado en deshacerse de ellos si son de calidad?-, con lo que teóricamente los bancos adquirirían liquidez. Ya dijo Solbes en su día con la boca chica y repitió el otro día Zapatero en el programa ése de las preguntitas, que ese plan no sólo no nos iba a costar dinero, sino que hasta íbamos a ganarlo. Lo que no cuentan es que ese dinero no lo tiene el Estado, por lo que para comprar esos activos hay que emitir deuda pública que debe ser remunerada a los ciudadanos que la compran, y eso tiene un coste. Tampoco cuentan que compran los activos al precio del balance de los bancos -que es teóricamente el de mercado, pero sólo teóricamente-, por lo que si el valor de esos activos, cuando el Estado decida venderlos, es inferior al de compra y no cubre ni siquiera los rendimientos (los intereses que el banco paga periódicamente a quien compra esos activos) de los mismos, aflorará otra pérdida por esa diferencia.

Y ahora me dirás ¿cuándo vas a responder a mi pregunta? Ahora, mujer, ahora. En primer lugar, como no ha habido transparencia, desconocemos qué bancos han acudido al rescate ni qué activos se han comprado. Si los que se han comprado no son activos de alta calidad, que lo más probable es que no lo sean, la respuesta a tu pregunta es afirmativa: el Estado compra un activo que vale en el mercado 80 por 100, el banco saca de su balance ese activo teniendo como contrapartida un ingreso de 100 euros. Balance saneado. Si los activos comprados se revalorizaran o mantuvieran su valor, cosa poco probable dado el grado de contaminación de los balances (en el caso español, aunque no hay hipotecas subprime en el sentido norteamericano, sí hay hipotecas respaldadas por viviendas cuyo valor ha caído o que estaban sobretasadas), entonces los bancos no sanearían sus balances a costa del plan de rescate por una sencilla razón: no tendrían nada que sanear porque esos activos no estaban enfermos.

Sé que acabo de escribir un ladrillo, pero lo doy por bueno si he respondido a tu pregunta.

Besos

P.D.: Disculpadme si ando un poco perdido y comentando a deshoras, pero es que se avecinan algunos días de trabajo intenso.

cibeles dijo...

Gracias Tato por la explicación, me has aclarado las ideas. Se habla mucho de estos temas en todos los medios de comunicacion pero con poco espiritu didactico. Un abrazo