En la entrevista que hoy se publica en el Diario de Sevilla a nuestro incombustible consejero andaluz de Innovación, Ciencia y Empresa -que en mi querida Andalucía es casi igual de necesario e inútil que un Ministerio de Igualdad en China-, hay una respuesta que no tiene desperdicio. ¡Miren, hasta se me ponen los vellos pa colgar llaves!¡Qué barbaridad!
Pregunta: En el impulso a la industria, y tras casos como el de Delphi, ¿tratarán de no confiar el desarrollo de una zona a una sola compañía a partir de ahora?
Respuesta: El problema es que no podemos elegir. Si mañana viene una empresa ofreciendo trabajo para una zona, ¿decimos que no? Lo ideal sería que hubiese medianas empresas de distintos sectores. Lo que demuestran casos como el de Delphi es que, en este momento, Andalucía tiene capacidad de respuesta. En la crisis de 1992, cuando se nos cayó una tercera parte del tejido, la Junta, como mucho, podía quedarse con tal o cual empresa, como con Santana, lo que era una sangría económica. Hoy tenemos un músculo económico y de captación de industria sin precedentes.
¿Cómo vamos a poder elegir? Es más, ¿por qué deberíamos poder elegir? Nuestros políticos lo que tienen que hacer es crear la condiciones adecuadas para que las empresas estén deseando instalarse en Andalucía: excelentes infraestructuras, excelente formación, burocracia ágil y flexible, nulo intervencionismo... Y ya vendrán las empresas. Pero fíjense qué mentalidad: "si mañana viene una empresa ofreciendo trabajo para una zona ¿decimos no?". Es que no hay que decir ni sí ni no, querido Vallejo, sino exigir que cumpla la ley y mantener un entorno adecuado para su desarrollo empresarial. Sólo eso.
Además, fíjense lo que entiende por capacidad de respuesta, no sólo el señor Vallejo, sino, por desgracia, toda la Junta de Andalucía. Según nuestro Consejero, el caso Delphi demuestra que Andalucía tiene capacidad de respuesta. Sí. Han leído bien. No es ninguna errata. Ya dio fe de ella mi genial vecino. Y para rematar el ejemplo, compara la actual capacidad de respuesta con la que tenían en 1.992, cuando la Junta sólo podía quedarse, como mucho, con tal o cual empresa. Pero ahora no. Ahora, la Junta tiene músculo económico. Ahora pueden comprar todas la empresas en apuros que hagan falta. ¡Con dos cojones y el músculo, sí señor!
Es una lástima que los andaluces tengamos la misma capacidad de respuesta que la Junta de Andalucía, con Erchaves a la cabeza.
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