martes, 12 de agosto de 2008

Pero es que es, simplemente, mentira

Algunos dicen que es lo que hay, que ya ha cumplido con la justicia y que hay que dejarlo en paz. Otros, que si no vuelve a cometer los desaguisados que cometió, la sociedad debe estar satisfecha. Y los hay que se indignan porque, habiendo pagado con la cárcel, dicen, queda saldada su deuda con la sociedad y no puede ser sometido a un linchamiento popular.

Pero es que todo eso es, simplemente, mentira. La condena de De Juana ascendía a más de tres mil años, de los que ha cumplido veintitantos. Es la ley y, más allá de lo injusta que sea y de que las redenciones de pena hayan sido, cuando menos, sospechosas, es la ley. Pero hay quienes se olvidan de que la condena incluía, además de la pena de cárcel, una indemnización de casi ocho millones de euros a sus víctimas. Así que no, no ha cumplido su condena. Y los que afirman lo contrario, simplemente, mienten.

¿Que no sirve para mucho porque el animal es insolvente, también de cuerpo y alma? Puede que no, pero al menos servirá para contestar a quienes se parapetan tras la ley y el cumplimiento de la condena -a buenas horas mangas verdes-, que mienten. Que es, simplemente, mentira.


4 comentarios:

Panduro dijo...

O sea: que ni ha cumplido la condena ni, a lo que parece, se ha reinsertado.

Er Tato dijo...

Efectivamente Panduro. Ni está ni se le espera. Y además, tenemos que escuchar a quienes confunden el culo con las témporas, diciendo que hay que dejar en paz a este angelito. Cuando una democracia se vuelve tan acomplejada y garantista que favorece más al asesino que a la víctima, casi es preferible una dictadura.

Saludos

Unknown dijo...

Es curioso, pero me vienen a la mente los casos de esas señoras mayores que son deshauciadas de sus viviendas alquiladas desde hace años por deber una pesete, un euro o cantidades irrisorias; las ponen a una edad avanzada de patitas en la calle y no se puede hacer nada porque así lo estipula la ley.

Y sin embargo el engendro este se declara insolvente y no pasa nada. Y eso es lo peor, que nos estamos acostumbrando a que nunca pase nada...

Saludos.

Juan Carlos Garrido dijo...

A veces, la justicia, además de ciega, parece un poco ida. De cualquier modo, siempre se muestra tan benevolente con los criminales mas deleznables como implacable con los pobres hombres que cometen un error.

Saludos.