Tras la atenta lectura de un par de ensayos de filosofía y moral política por la mañana, revisar la demostración del último teorema de Fermat en la sobremesa y terminar los dos sudokus tridimensionales antes de la cena, debo confesarlo. Me llamo Onán y soy un adicto al seso.
La bóveda de la Catedral de Jaca
Hace 20 horas
2 comentarios:
y no estar loco, como canta el cigala...
Muy bueno, Tato. Eres un monstruo sesudo.
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