A un niño de 12 años que participa en un concurso de cocina en televisión, lo han castigado quitándole un punto y haciéndole limpiar por un comentario machista.
No sé si el chaval habrá cambiado su opinión con el castigo o simplemente se habrá limitado a tomar nota de que es conveniente no decir en público lo que uno piensa si no es políticamente correcto.
No sé si el chaval habrá cambiado su opinión con el castigo o simplemente se habrá limitado a tomar nota de que es conveniente no decir en público lo que uno piensa si no es políticamente correcto.
Quizás el mejor método para convencer a un crío de que hay que respetar al prójimo no sea castigarlo y humillarlo públicamente por sus opiniones, sino explicarle por qué son erróneas, injustas y ofensivas.
Pero claro, sólo se trata de un programa de cocina...
2 comentarios:
Seguro que en la escuela habrán tenido charlas y charlas y charlas sobre la igualdad. Se ve que no calan esas charlas, don Tato.
Particularmente, estoy hasta la mismísima úvula de tanto masterchef, y eso que no veo ninguno...
Salu2.
Si tiene usted todavía la taberna abierta ponga un chupito de vodka, por favor.
Ahí va ese chupito de vodka...
Saludos
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