domingo, 9 de noviembre de 2014

Miedo me dan sus ocurrencias...

Dice Pedro Sánchez que en los próximos días pondrá encima de la mesa propuestas audaces en el ámbito económico y que aboga, entre otras cosas, por la intervención del Estado en la economía. También dice que durante la crisis económica se ha producido una concentración de poder en pocas manos, poniendo de ejemplos al sector financiero, el energético, el de las telecomunicaciones y todos aquellos sectores que afectan al día a día de los españoles.

¿Dónde ha estado metido este hombre en las últimas décadas? La ausencia de competencia real y de libre mercado durante toda la reciente etapa democrática española ha sido tan evidente, que resulta preocupante que quien pretende liderar la recuperación económica del país atribuya todo eso que dice a la crisis que se inició hace poco más de un lustro. Porque para que la crisis haya sido la responsable de tales consecuencias, la situación previa a la crisis debiera haber sido justo la contraria. Pero, ¿cuándo no ha estado concentrado el poder en unas pocas manos en este país? ¿cuándo ha habido competencia real en el sector financiero, energético, de las telecomunicaciones y en muchos otros?

El Estado lleva interviniendo en la economía desde hace décadas. Y por eso, entre otras razones, estamos como estamos en España y en Europa. ¿Y ahora llega el señor Sánchez a decirnos que la solución es la intervención del Estado en la economía, la democratización de la economía y de la riqueza, sea lo que sea tal sandez, o la limitación de salarios a los altos directivos de empresas privadas?

Dijo el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, que “quienes contraponen liberalismo y socialismo, o no conocen el primero o no saben los verdaderos objetivos del segundo”. Otro ilustre socialista, Indalecio Prieto, en una conferencia pronunciada en Bilbao el 21 de Marzo de 1921 titulada "La libertad, base esencial del socialismo", decía cosas como ésta:

"Yo he de decir -ello ha de ser el eje principal de mi disertación-, que soy socialista a fuer de liberal. Es decir, que yo no soy socialista más que por entender que el socialismo es la eficacia misma del liberalismo en su grado máximo y el sostén más eficaz que la libertad puede tener. Soy socialista, fundamentalmente, porque entiendo que sin la plenitud de la libertad económica es imposible que en la vida real se dé la plenitud de la libertad política [...] La libertad política, la libertad humana, no puede tener la amplitud de su inmensa función sin descansar en la libertad económica. [...] Hoy no hay libertad, no puede haberla en toda la extensión del ejercicio de esa inmensa función ciudadana; no puede haberla mientras haya hombres sometidos por inferioridad de sus condiciones económicas a hombres constituidos en una posición privilegiada por razón de su categoría social."

Haría bien este hombre en leer a los suyos...


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