miércoles, 7 de agosto de 2013

Tratamiento de choque para ingenuos... y sectarios.

Algunos ya lo teníamos claro desde hace mucho tiempo. Para los que no, ahí va parte de una simpática y clarificadora entrevista:


P.- ¿Qué extraña de la política?

R.- La información. ¡Yo tenía toda la información! Un caso inventado. Si el presidente del Gobierno va a hacer una declaración en favor de la energía nuclear dentro de cuatro meses, porque yo decido el día, la hora y en qué acto, tengo ese tiempo para diseñar una campaña de información. Meto un reportaje en un periódico y en una televisión sobre energía nuclear e influyo para que no sé quién esté hablando de la energía nuclear, y todo eso se conduce para que cuando salga la declaración del Gobierno, la gente diga: «Joé, qué bien ha estado el presidente sobre esto». Eso es lo que echo de menos.

P.- ¿La manipulación?

R.- Absolutamente. Pero si se entiende manipulación no como una expresión mala. No es una manipulación contraria a la verdad, no es una mentira.

P.- Es un modo de conducir a la gente.

R.- Pero es que para eso estás en la portavocía del Gobierno. ¡Es que a mí las preguntas que me hacían el viernes ya me las sabía el martes!

Menos lo de que "no es una manipulación contraria a la verdad, no es una mentira", el resto me lo creo todo, todito, todo. Por cierto, como el susodicho es periodista, habrá que recordarle que, según la RAE, manipular, referido a lo que él se refiere, significa: intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares. Parece claro que cuando se dio cuenta de lo que estaba diciendo, de que se le había calentado la boca, se arrepintió de su ataque de sinceridad y quiso terminar manipulando, pero ya se había pasado de frenada. Otra vez...


4 comentarios:

Juanma dijo...

"Estamos llenos de información y huérfanos de nosotros mismos"...este tío también es un imbécil además de ser lo que es.

Un abrazo.

Er Tato dijo...

Es lo que hay, Juanma.

Una Cruzcampo fresquita con una tapita de mojama y su chorrito de aceite.

Otro abrazo

Anónimo dijo...

Todo se reduce a mercaduría (merchandéisin, que queda más guais).

Er Tato dijo...

Bueno, más bien caraduría...

Saludos