viernes, 2 de agosto de 2013

De esa casa de citas a la que llaman Parlamento...

En mi opinión resulta evidente que, al menos en el terreno formal, Rajoy se comió ayer crudo a un Rubalcaba noqueado y preso de sus propias contradicciones, debidamente subrayadas en un ejercicio algo cateto y previsible desde el primer "fin de la cita" -hubo hasta nueve...-, pronunciado por el presidente con ese aire sabiondo de quien está contando un chiste y saborea de antemano su lucimiento. Pero resultó que cualquiera con algo de inteligencia política intuía el final desde el principio. Después, abusaron del chiste malo casi todos los demás.

Sin embargo, el fondo del asunto fue bien distinto. Esgrimir en un Parlamento, al que se debiera ir a dar explicaciones con luz, taquígrafos, pelos y señales, la tan manoseada presunción de inocencia no es más que la prueba de la culpabilidad política, cuando no también judicial.

Dijo nuestro presidente, citando a Bertrand Russell, que la calumnia es siempre sencilla y verosímil. Y es cierto, porque nadie se entretiene en lanzar acusaciones complejas e increíbles. Lo que no dijo es que su contribución a esa verosimilitud está siendo tan espectacular como clarificadora.

Que no haya comparecido en varias ocasiones ante la prensa admitiendo todo tipo de preguntas y repreguntas. Que no se haya querellado contra Bárcenas al minuto siguiente de haberlo supuestamente calumniado. Que se carteara con el actual delincuente -éste, sin la presunción de inocencia que reclama para sí-, otrora modelo de decencia -Rajoy dixit-, dándole ánimos y abrazos tras conocerse ya sus cuentas en Suiza. Que haya ido a rastras a aparentar explicaciones a los españoles en sede parlamentaria un 1 de Agosto. Que no haya respondido prácticamente a ninguna de las preguntas que nuestros representantes le han formulado, muchas de ellas expresas, como las veinte de UPyD. Que empezara su discurso declarando su propósito de no "conducir esta comparecencia por el estéril camino de lo que se conoce como el tú más" -fin de la cita-, para poner a continuación sobre la mesa los casos Roldán, Filesa, ERE, Faisán... Que reconozca ahora los sobresueldos que ha negado reiteradamente. Que no aclare si él los recibió siendo ministro. Y, en fin, que se haya negado a explicar cómo es posible que un puesto de confianza -de su confianza-, en el partido hubiera amasado esa fortuna sin que él haya siquiera olisqueado la mierda, debiera ser suficiente para convertir su presunción de culpabilidad política en culpabilidad política sin paliativos.

Cuando se demuestre que lo verosímil es también verídico, dirá que mintió por sentido de Estado, porque el país no podía permitirse en esos momentos una situación de inestabilidad política, y que se inmoló por patriotismo. Y sus incondicionales volverán a aplaudir a ese liberal de verdad que vino a regenerar la democracia y a combatir la corrupción.

Nuestro presidente debe marcharse. No sólo por indecencia política y falta de respeto democrático, pero al menos por eso.

5 comentarios:

Panduro dijo...

Acusar de delitos no demostrados y pedir responsabilidades políticas por ellos, es un sinsentido que sólo conduce a un carajal, como el que tenemos.

Toda la oposición cayó en lo mismo: dar por demostrado ciertos hechos y pedir responsabilidades por ellos. Con lo que se lo pusieron muy fácil a Rajoy, le bastaba con negar los hechos -ojo, no probados- y apelar a la presunción de inocencia.

También Rosa Díez pecó de lo mismo. ¿Si ya antes de formular las preguntas se marca un discursito con el veredicto de culpabilidad, para qué las hace? Por otra parte la mitad de las preguntas que hizo se basaban en más de los mismo: dar por ciertos hechos no probados.

En mi opinión, lo correcto habría sido preguntar sobre todas las dudas que se tienen en este caso, dejar que Rajoy se ahorque solo y darle la puntilla pidiéndole explicaciones sobre el finiquito de Bárcenas, éste si, hecho probado y escandaloso que justificaría por sí solo la dimisión.

Buenos días.

Er Tato dijo...

Bueno Panduro, ante todo, me alegra tu visita, ya lo sabes. Pero vayamos al grano.

En cuanto a mi entrada, los hechos -4º párrafo-, en los que baso mi opinión de que Rajoy debe marcharse -debió hacerlo ya al poco de llegar al poder-, son hechos probados, así que, a mí al menos, no se me puede hacer la crítica que haces a la oposición. ;-P

En cuanto a esa crítica, cualquier planteamiento de la oposición -incluso de la forma en la que tú apuntas al final de tu comentario-, no hubiese servido de nada. Ante alguien que tiene la indecencia e inmoralidad política de afirmar que sólo considera la opción de dimitir si es declarado judicialmente culpable -ojo, si él es declarado culpable, no Bárcenas-, no existen planteamientos acertados. Cuando alguien, que es aforado y al que le juzgaría un Tribunal con demasiadas sospechas de parcialidad política, identifica responsabilidad política y responsabilidad judicial, la cosa no huele demasiado bien.

Dices que las preguntas de Rosa Díez se basaban en dar por ciertos hechos no probados. Las he releído por si se me hubiera escapado ese matiz. Pero no. Hace las mismas preguntas que hubiera hecho cualquiera con sentido común. Es más, hace preguntas que cualquier político realmente inocente se alegraría de que le hicieran... ;-)

También dices que lo correcto habría sido preguntar sobre las dudas del caso, ¿de veras piensas que no se ha preguntado por activa y por pasiva, o que no es eso lo que hizo, por ejmplo, Rosa Díez? Pero cuando alguien se niega a responder, no se puede hacer nada, salvo sacar conclusiones sobre su silencio, que es lo que yo he hecho. Y desde luego, la puntilla no es el finiquito de Bárcenas, lo demoledor son los SMS. Fíjate, hoy en un periódico le preguntan a Iturgáiz si le parecen aceptables los SMS de Rajoy a Bárcenas después de conocer las cuentas en Suiza, y el tío va y contesta: "En los SMS no hay delito penal". ¡Con dos cojones...!

Saludos

Panduro dijo...

Bueno, Inturgáiz no es precisamente el primero de la clase.

Sigo creyendo que lo más grave hasta ahora es el tema del finiquito, que es imposible de explicar sin dimitir. Los SMS's no demuestran nada. No habré mandado yo SMS y Correos dando largas... "No te preocupes que haré lo que pueda. Ya te llamo yo di eso. Tu tranquilo..."

Panduro dijo...

Luego sí me da tiempo, le echamos un repaso a la preguntas de Eosa Díez, que tengo la piscina llena de niños y no me fío.

Er Tato dijo...

¿Seguro que si constatas que tu hombre de confianza ha estado robándote, mintiéndote, poniendo en peligro un logro profesional con el que has soñado toda tu vida, tu patrimonio, tu imagen y tu honestidad, le envías un SMS diciéndole "Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo"?

Perdona pero, de lo poco que te conozco, me arriesgaría a afirmar que lo más suave que le escribirías en un SMS -suponiendo que le enviaras alguno-, a un tipo así, es hijo de puta. Lo de dar largas está bien para el cliente pesado de turno que te llama para que le coloques a un hijo vago y un poco inútil... Si le das largas a un hijo de puta, a un chorizo confeso que te ha robado, es porque tienes algo que temer.

Y por supuesto que lo de la indemnización en diferido es de traca -qué papelón el de Cospedal...¿simulación? ¿indemnización con retención a la Seguridad Social?-, pero digamos que hasta se les podría dar el beneficio de la duda, una torpeza inexcusable, cosas de inútiles. Con lo de los SMS, con las pruebas ya irrefutables de su traición sobre la mesa y enviados personalmente por el presidente, no es posible alegar ignorancia, por lo que ni siquiera cabe el beneficio de la duda. Y a todo ello hay que añadir el contexto que permite valorar el conjunto y que apunta siempre a lo mismo: la alergia enfermiza de Rajoy a dar explicaciones públicas a los ciudadanos, pagarle la defensa hasta que empezó a cantar la traviata, dejarle un despacho en Génova hasta hace bien poco...

De todas formas, parece que estamos de acuerdo en lo básico, a saber, que Rajoy tiene que marcharse...

Saludos

P.S.: Y atiende lo importante, Panduro, que son los niños en la piscina, a ver si le van a quitar el tapón y te la desgracian...