jueves, 22 de agosto de 2013

De profesión, protestante...

En la concentración que todos los jueves se produce a la entrada del hospital madrileño de La Paz para protestar por la privatización de la sanidad madrileña -¿eh?-, se protesta ya también por el ingreso de la delegada del gobierno, Cristina Cifuentes, en dicho hospital. Al parecer, les molesta que no se haya ido a un hospital privado. Y si se hubiera ido a un hospital privado, les molestaría que menospreciara la sanidad pública.

El caso es protestar por protestar, la protesta como un fin en sí misma...


7 comentarios:

Anónimo dijo...

A veves no queda más remedio que ptotestar, creo. Algo quedará. Las madres de la plaza de mayo arhrntins tsmnién edtuvieron ptotrstando muuuuucho tiempo.

Er Tato dijo...

Hombre, comparar las madres de la plaza de Mayo con esto...

Además, yo siempre he defendido la presión de la sociedad civil para cambiar las cosas, pero hombre, con un pelín de rigor y coherencia...

De todas formas, a diferencia de algunos de ellos, yo creo en la libertad hasta para ser incoherente y sectario. Allá cada uno...

Saludos

P.S.:Menuda putada lo del corrector automático del móvil... ;-P

Anónimo dijo...

¡Joder!¿Cómo sabe usté que escribo desde el móvil? La gente protesta y la masa es ingobernable y no atiende a coherencias.

Er Tato dijo...

De eso precisamente trata la entrada...

Antes que masa deben ser individuos... Sin individuos no hay masa, pero sin masa queda el individuo auténtico, con sus grandezas y sus miserias, sin caretas colectivas.

Ésa es una de las diferencias entre un comunista, un socialista o la mayoría de la derecha, y un liberal. Los primeros necesitan a la masa y le atribuyen, aunque sólo cuando les interesa, infalibilidad, gran sabiduría e inteligencia autónoma, incluso superior a la suma de las inteligencias y sabidurías que la componen; recuérdense, por ejemplo, las declaraciones de nuestros políticos cuando pierden o ganan unas elecciones. Los segundos creemos en el individuo, en su singularidad, en su libertad y en sus responsabilidades individuales ante las decisiones que toman, y la masa enmascara todo eso.

Saludos

P.S.: Sólo en un móvil se puede escribir "arhrntins tsmnién edtuvieron ptotrstando" cuando se quería decir "argentinas también estuvieron protestando". O eso, o tienes una tajá como un mulo... ;-P

Anónimo dijo...

Me gusta la reflexión sobre masa y liberalismo. Muchas gracias.

Juanma dijo...

Bien sabes, querido tabernero, que jamás protesto, a salvo algún mohín cuando me pones algo que duele en una copa de la que previamente has limpiado restos de carmín. Me molesta que borres las huellas de las pocas mujeres que a veces nos acompañan. No pertenezco a la masa y sí al individuo. Lástima que no comparta contigo esa creencia, esa confianza en la responsabilidad individual ante las decisiones tomadas. Demasiados ejemplos me acompañan.
Ponme algo, anda, y deja la puerta entreabierta por si alguna señora necesitara entrar a buscar descanso o paz. Aunque sólo sea porque necesite ir al baño.
Abrazos.

Er Tato dijo...

Pues realmente estamos de acuerdo, Juanma, porque la disposición a asumir la responsabilidad individual, dada su escasez, no la planteo como una creencia ni una confianza, sino como una exigencia, una necesidad para salir de este estado catatónico en el que el ciudadano no para de mirar a papá Estado para que le solucione todos sus problemas, o de echarle la culpa al vecino de todo lo malo que le ocurre, mientras presume de todos sus logros que, por supuesto, esos sí, sólo son mérito suyo.


Y ahora hablemos de cosas importantes. Ya sabes, amigo, que el baño en mi tasca no es más que un retrete -lo que los modernitos de ahora llaman unisex-, así que si entra alguna señora de urgencias, puedes levantarle la tapa después de sonreírle algún piropo. Y no te preocupes, no limpiaré los restos de carmín del papel higiénico...

Un abrazo