jueves, 29 de agosto de 2013

De donde no hay... (LV)

"UGT Andalucía requiere judicialmente a El Mundo que se retracte de sus acusaciones" (UGT-Andalucía, 29/8/13)

Algunas consideraciones al respecto.

En primer lugar, y como se puede comprobar en el documento, no se trata de un requerimiento judicial -que es un acto de un juez o un tribunal dirigido a las partes o a un tercero-, sino de un requirimiento ordinario realizado al periódico al amparo del derecho de rectificación que asiste a cualquier persona física o jurídica cuando entienda que una información es errónea y le perjudica. Resulta llamativo que no sepan distinguir uno de otro, salvo que lo que pretendan sea confundir al personal dando a entender que ya han judicializado el asunto. Por cierto, ¿para cuándo una querella contra el periódico? Sobre todo porque hoy ese periódico, en su página 6, acusa recibo del requerimiento y manifiesta que "se ratifica en el contenido de esa información, que se presentó bajo el titular 'UGT pagó su revista con fondos de parados', y de las restantes sobre el mismo asunto."

En segundo lugar, como no mejoren la calidad de la imagen que adjuntan a la noticia, me temo que difícilmente podrán convencernos de la falsedad de las acusaciones del periódico.

En tercer lugar, el requerimiento de rectificación se refiere únicamente a la presunta financiación fraudulenta de la edición y distribución de la revista, pero nada dice sobre la cena con barra libre de la Feria de Abril cargada a una ayuda de la Junta para la negociación colectiva, o sobre la publicidad de la huelga general contra Zapatero pagada con fondos de formación para parados, o sobre la asamblea-marcha de delegados sindicales sufragada con dinero destinado al servicio de asistencia jurídica gratuita a mujeres discriminadas en el trabajo por razón de sexo. ¿Debemos entender entonces que esas noticias no hay que rectificarlas porque son ciertas?

Y por último, pero no menos importante, causa cierta vergüenza ajena leer un requerimiento redactado por un abogado, y susceptible de hacerse público, que contiene faltas de ortografía, errores materiales, gramaticales, semánticos y de expresión, y cuya redacción resulta en algunos pasajes verdaderamente patética. Los argumentos parecen más y mejores si van limpios, escamondados y con un clavel en la solapa ¿Tanto cuesta hacer las cosas bien para no parecer un desharrapado intelectual?


1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto se pone más que interesante, pero me temo que, al final, acabarán tapándolo todo y pelillos a la mar.
¡Y sin castigos, ni escarnio público, ni cárcel, ni devolución de los dineros, ni nada de nada!

Creo que no entendió usted lo de los "matrimonios".

Ponga usted un mojito, por favor. Por aquí están a 5 euros en los sitios más baratos.