miércoles, 28 de agosto de 2013

Dudas existenciales (XXXV)

¿Por qué ese empeño de nuestros políticos en mantener a toda costa el aforamiento para ser enjuiciados ante los Tribunales Superiores de Justicia o, preferiblemente, ante el Tribunal Supremo? ¿Tan ventajoso resulta a pesar de la enorme desventaja que supone el hecho de que ser enjuiciado directamente por el Tribunal Supremo implique perder el derecho a que su sentencia sea revisada en una segunda instancia y, por tanto, devenga ya firme en esa primera? ¿Tendrá algo que ver que los presidentes y magistrados del Tribunal Supremo y de los distintos Tribunales Superiores de Justicia sean elegidos a dedo por el Consejo General del Poder Judicial, cuyos miembros son a su vez elegidos a dedo por el Parlamento, compuesto a su vez por los políticos que serán susceptibles de ser enjuiciados por los primeros? ¿Será por esto que no les preocupa que la sentencia dictada no sea recurrible? ¿Quizás sea por todo esto por lo que un presidente autonómico sospechoso pasa de presidente a senador casi sin solución de continuidad?

A lo mejor todo esto no es lo que parece. O a lo peor parece lo que es. No sé. En fin...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En lo que plantea usted no hay ninguns duda. Es uno fr los axiomas en los que se puede creer sin miedo a equivocarsr. ¡A ver di hay màs suerte con la nueva presidenta de la Junta de Andalucía! ¡Que la proteja la Virgen de la Macarena y la guíe la del Rocío!

Er Tato dijo...

Bueno, bajo la etiqueta de "Dudas existenciales" lo que realmente planteo son preguntas retóricas, pero claro, como no llevas mucho tiempo en la taberna a lo mejor no has captado del todo el sentido de esas entradas... ;-)

Ahora, que con la segunda parte de tu comentario demuestras más moral que el alcoyano. Los que vamos a necesitar de la protección divina vamos a ser nosotros. Ya verás las tardes de gloria que nos va a dar Susanita

Saludos