Fue uno de los asesores económicos de cabecera de los gobiernos de Zapatero. También es profesor de economía y economista jefe de Intermoney hasta hace un mes. Su nombre, José Carlos Díez.
Como tantos otros, decía allá por Septiembre de 2009 que "los mercados ajustan por precios o cantidades y el de vivienda ya lo ha hecho. Seguramente aún hay demasiada incertidumbre laboral y expectativas deflacionistas, pero en 2010 veremos a la demanda embalsada volver al mercado. Los precios se estabilizarán y subirán lentamente hasta que se absorba el exceso de oferta, algo que llevará un tiempo", o allá por Noviembre de 2009 que "por ejemplo Unicaja tiene unos ratios de solvencia o de gestión envidiable y que sus gestores podrían dar clases magistrales en la London Business School en temas de gestión bancaria [..] Pero la percepción es que nuestras entidades, nuestro Gobierno y el Banco de España han estado tocando la guitarra desde que comenzó la crisis, cómo la Cigarra de la fábula de Samaniego, y la realidad es que han sido las hormiguitas que han estado trabajando todo el verano para abastecerse el duro invierno [...] Si tenemos el sistema bancario más capitalizado y eficiente del planeta nos sentimos orgullosos. No sería posible contar la historia de nuestro Pura Sangre español sin contar con un sistema bancario tan eficiente y no tengo ninguna duda que volverá a suceder en el próximo ciclo expansivo en el que ya estamos inmersos." Y muchas más cosas que se pueden leer en su blog.
Pues bien, anoche me lo encontré en un programa de televisión enmendándole la plana al FMI. Que no es que no haya que darle caña a una institución tan patética, pero lo menos que hay que pedirle a un economista y profesor es rigor técnico e intelectual. Resulta que el FMI ha dicho que para reducir el paro habría que bajar los salarios un 10% con objeto de conseguir una devaluación que nos permita ser más competitivos en las exportaciones, incrementando la demanda de éstas y, por tanto, el empleo en nuestro país. Lógicamente, al no disponer España de política monetaria autónoma, la única vía de mejorar nuestra competitividad exterior es reducir nuestros costes de producción que, dicho sea de paso, puede conseguirse con descenso de salarios, pero también mediante otras alternativas.
¿Y qué hizo nuestro ínclito y televisivo economista? Hacer al FMI una recomendación que, según él, alcanzaría el mismo objetivo: devaluar el euro un 10%. ¿Y cuál es el problema? Que no funcionaría. ¿Y por qué? Porque esa devaluación sólo mejoraría la competitividad de las exportaciones de España respecto de países cuya moneda no sea el euro, pero resulta que más del 75% de nuestras exportaciones se realizan a países de la UE.
Como tantos otros, decía allá por Septiembre de 2009 que "los mercados ajustan por precios o cantidades y el de vivienda ya lo ha hecho. Seguramente aún hay demasiada incertidumbre laboral y expectativas deflacionistas, pero en 2010 veremos a la demanda embalsada volver al mercado. Los precios se estabilizarán y subirán lentamente hasta que se absorba el exceso de oferta, algo que llevará un tiempo", o allá por Noviembre de 2009 que "por ejemplo Unicaja tiene unos ratios de solvencia o de gestión envidiable y que sus gestores podrían dar clases magistrales en la London Business School en temas de gestión bancaria [..] Pero la percepción es que nuestras entidades, nuestro Gobierno y el Banco de España han estado tocando la guitarra desde que comenzó la crisis, cómo la Cigarra de la fábula de Samaniego, y la realidad es que han sido las hormiguitas que han estado trabajando todo el verano para abastecerse el duro invierno [...] Si tenemos el sistema bancario más capitalizado y eficiente del planeta nos sentimos orgullosos. No sería posible contar la historia de nuestro Pura Sangre español sin contar con un sistema bancario tan eficiente y no tengo ninguna duda que volverá a suceder en el próximo ciclo expansivo en el que ya estamos inmersos." Y muchas más cosas que se pueden leer en su blog.
Pues bien, anoche me lo encontré en un programa de televisión enmendándole la plana al FMI. Que no es que no haya que darle caña a una institución tan patética, pero lo menos que hay que pedirle a un economista y profesor es rigor técnico e intelectual. Resulta que el FMI ha dicho que para reducir el paro habría que bajar los salarios un 10% con objeto de conseguir una devaluación que nos permita ser más competitivos en las exportaciones, incrementando la demanda de éstas y, por tanto, el empleo en nuestro país. Lógicamente, al no disponer España de política monetaria autónoma, la única vía de mejorar nuestra competitividad exterior es reducir nuestros costes de producción que, dicho sea de paso, puede conseguirse con descenso de salarios, pero también mediante otras alternativas.
¿Y qué hizo nuestro ínclito y televisivo economista? Hacer al FMI una recomendación que, según él, alcanzaría el mismo objetivo: devaluar el euro un 10%. ¿Y cuál es el problema? Que no funcionaría. ¿Y por qué? Porque esa devaluación sólo mejoraría la competitividad de las exportaciones de España respecto de países cuya moneda no sea el euro, pero resulta que más del 75% de nuestras exportaciones se realizan a países de la UE.
Yo no lo he leído aún -y no sé si lo haré-, pero espero que en el libro que anda promocionando haya empleado algo más de rigor y acierto.
4 comentarios:
Sí, es un enmendador de planas a tiempo completo. En la tertulia económica de Onda Cero se pasa el tiempo enmendándole la plana a Merkel, al BCE, BundesBank y al que pase por allí. Según lo que pones de su blog, cuando se aburre también se enmienda la plana a sí mismo.
Eso sí, cuando alguien le saca alguna contradicción, sostenella y no enmendalla
Vaya por delante que todos los economistas, como cualquier ciudadano, tenemos ideología, y que hay aspectos de la ciencia económica que son discutidos y discutibles por estar más cerca de la ciencia social que de la ciencia pura. Pero cuando un economista discute también los aspectos más científicos de esa área de conocimiento por pura ideología, deja de ser un buen profesional y se convierte en un político. Lo cual, obviamente, sólo significa eso, que deja de ser un buen economista.
Pero si además es profesor y aspira a formar a otros profesionales, o a influir en la opinión pública utilizando su marchamo de economista a modo de garantía sobre el rigor de sus afirmaciones, entonces tenemos un problema.
Saludos
Le hice ayer la pregunta a José Carlos Díaz en su cuenta de Twitter:
@PanduroAG: @josecdiez El 75% de nuestras exportaciones son a zona € ¿devaluar 10% el € influye igual en la competitividad que bajar los sueldos 10%?
Pero se ve que debe estar ocupado enmendándole la plana a la CNMV o promocionando su libro, y no me ha contestado.
¡No te cabe ná...! ;-)
Si eso, ya nos cuentas, que yo no tengo Twitter. Ya sabes, 140 caracteres no me dan para todas mis tonterías. Si acaso, para un hiperbreve de cuando estaba inspirado.
Saludos
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