No paro de escuchar, cada vez con más frecuencia conforme más nos aproximamos a las elecciones, que la culpa de nuestra situación actual la tiene Aznar y su herencia envenenada, ésa de la que tanto presumió Zapatero durante su primera legislatura con aquellos fantásticos crecimientos del PIB y del empleo.
El último ha sido Pepe Blanco, que ha colgado en su blog la entrevista que le han hecho esta semana y de la que he extraído el siguiente fragmento:
Como ven, la Ley del Suelo de 1.998 es la culpable de que la crisis haya afectado más a nuestro país que al resto del mundo. Y todo porque, según ellos, -que con toda seguridad ni se han leído la ley, ni la sentencia del Tribunal Constitucional que la derogó parcialmente apenas tres años después de su promulgación-, esta ley liberalizó el suelo. No sé de dónde sacan que Aznar es un liberal. Tampoco sé cómo, suponiendo que esa ley hubiera liberalizado el suelo, se puede afirmar que de tal decisión se derive un encarecimiento artificial y exagerado de la vivienda. De algo de esto ya hablé allá por febrero del año pasado, cuando empezaban a entrenarse en este discurso de echarle la culpa al maestro armero.
Por último, resulta insultante que alguien nos quiera hacer creer que nuestro país, la configuración política, territorial y económica de nuestro Estado, es como es a causa fundamentalmente de la gestión de un partido político que ha gobernado únicamente ocho de los últimos treinta años. Al menos tengan algo de dignidad y de vergüenza. Aunque sólo sea por respeto a los más de cinco millones de ciudadanos que están en el paro.
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