domingo, 25 de septiembre de 2011

Confesiones de un papagayo en campaña electoral

¿Cuánto dinero nos cuesta a los ciudadanos la ineptitud de nuestros gobernantes? Leo hoy en la prensa a un ministro que afirma que "...si yo hubiese hecho la planificación de las infraestructuras con el conocimiento que tengo del país en este momento, muchas no tendría sentido hacerlas". ¿Y por qué no se puso al frente de ese ministerio a alguien que viniera ya con el conocimiento del país de serie? Pues eso.

Y por cierto, en esa misma entrevista afirma que "en ese periodo [los gobiernos de Aznar], la única reforma de verdad que se hizo en España fue la Ley del Suelo. Como consecuencia de ello vino el crédito fácil, toda España convertida en un solar, un endeudamiento masivo de empresas para hacer viviendas y de ciudadanos para comprarlas [...] Había una regulación - La Ley del Suelo de 1.998- que permitió muchos abusos". En fin, si miran ustedes para abajo dirán que me repito, pero que conste que el papagayo es otro.

Menos mal que ni siquiera llegó a terminar primero de Derecho y que, como dijo Zapatero, en este país puede llegar a ser presidente cualquiera -un cualquiera añadiría yo-, pues si hubiera terminado sus estudios universitarios, probablemente ahora sería un mileurista o un parado más. ¡Qué suerte la suya...!

10 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Tato: convendrás conmigo que si este papagayo hubiese terminado Derecho, no por ello sería ni más inteligente ni menos papagayo. Aunque sí sería un Licenciado en Derecho y seguramente también Ministro, estos son listos aunque no sean inteligentes
Saludos

Er Tato dijo...

Bueno Rafael, la formación, los conocimientos, no garantizan la
honestidad, ni el sentido común, pero resulta obvio que existe más
probabilidad de ser profesionalmente más competente con formación que sin ella. ¿Acaso no debieran gobernar un país sus ciudadanos más competentes?

Y la verdad es que no sé si sería igual de papagayo, ni si sería o no Ministro, pero si lo fuera, al menos no lo sería por ignorancia. Porque no me dirás que no es triste e indignante leerle a un ministro decir que si hubiera tenido más conocimientos -es decir, que si hubiera sido más competente, no hubiera tomado determinadas decisiones.

Saludos

L.N.J. dijo...

Estoy de acuerdo con Rafael. Es más, con la experiencia que tienen estos políticos, están más que formados. Pero la formación, sea con titulación o no, requiere un tipo de interés, en este caso:

llenar sus bolsillos.

Deja un político honrado, honesto y si deseas también con una buena formación entre tantos papagayos y durará dos días. No interesa.

El arrepentimiento de decir o no ciertas cosas es una bobada en este aspecto, pero su reconocimiento propio del error queda elegante. Acaso ¿no comete el ser humano errores?.
Pues seguirá cometiendo casi los mismos o más, te lo aseguro.

Saludos y gracias.

Er Tato dijo...

Bueno, LNJ, más que el reconocimiento de un error, del que nadie estamos libres, es el reconocimiento explícito de la ineptitud e ignorancia con la que accedió al cargo.

En cuanto a que un político honrado y competente dure dos días, yo prefiero pensar que aún podemos hacer algo los ciudadanos con nuestros votos y nuestra actitud diaria. Por ejemplo, dejar de votar a determinados partidos políticos. O contestar en las encuestas -que, al parecer, es la biblia que guía los comportamientos de esos políticos de pacotilla-, de una manera menos borreguil. O muchas otras cosas.

Saludos y gracias a ti por participar. Faltaría más.

L.N.J. dijo...

Pero encanto, si es que ningún político reconoce sus errores. Pero sí el de los demás partidos.
En eso estamos, ¿de qué manera y cómo acceden al cargo?.
En definitiva, son unos corruptos. Mira cómo hablan, dialogan, pactan y se dividen. Es de vergüenza.
Me alegro que al menos tengas la esperanza de confiar.

Tengo entre manos leer "En torno a la voluntad de poder" de Nietzsche, más que elegir a quien voto.Jeje.

Ya sabes, esto es muy largo de contar...

Juan Carlos Garrido dijo...

Una vez más, se hace buena la ley de Peter que afirma que cada individuo asciende hasta alcanzar su máximo nivel de incompetencia.

saludos.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Te cuento una anécdota Tato. Yo trabajo en una multinacional muy grande, de las más grandes del mundo; en ella nos exigen hacer infinidad de cursos y formaciones tipo test para evaluarnos y reciclarnos. Bien, pues en los cursos de directivos, cuando fallan en una respuesta, tienen la posibilidad de cambiarla tantas veces como sea necesario hasta dar con la correcta.
Los jefes, al igual que los políticos según mi parecer, no son siempre los más inteligentes pero sí los más listos.
En esta ocasión no nos pondremos de acuerdo. Para mí, con perdón, un tonto con estudios nunca dejará de ser un tonto ilustrado.
Un abrazo.

Er Tato dijo...

Pues ya nos contarás cuando termines de leer a Nietzsche... ;-)

Saludos

Er Tato dijo...

Algunos incluso han desmentido a Peter en varias ocasiones a lo largo de su vida profesional elevando sucesivamente su máximo nivel de incompetencia, Juan Carlos.

Saludos

Er Tato dijo...

Hombre, Rafael, no debemos confundir inteligencia con conocimmientos. No cabe la menor duda de que, entre dos personas igual de inteligentes, o de tontas, siempre será mucho más competente aquél que esté más formado. Y no te creas esa leyenda urbana de que la mayoría de los jefes son unos incompetentes y la mayoría de los curritos son más competentes que ellos.

Un abrazo