viernes, 30 de septiembre de 2011

Explicando lo inexplicado

Tanto PP como PSOE defendieron que no era conveniente que la última reforma constitucional se sometiera a referéndum debido, entre otras cuestiones, al carácter técnico de la misma. En otras palabras, que como nadie se iba a enterar del asunto sobre el que había que votar, decidieron que ni siquiera merecía la pena hacer un esfuerzo para explicarlo, no fuera a ser que encima termináramos entendiéndolo.

Así, la mayoría de los ciudadanos han acabado convencidos de que esa reforma es injusta porque es sinónimo de desmantelamiento del Estado del Bienestar. Y claro, entre la negativa de nuestros políticos a consultar al pueblo y que nadie la ha explicado decentemente, la conclusión más fácil era pensar que aquí había gato encerrado. Pero no. Lo que dice la reforma constitucional sancionada esta misma semana por el Rey es que se establecerá un límite al déficit estructural. Repito, estructural.

Supongamos que la familia Pérez tiene unos ingresos, en circunstancias normales, de 2.000 euros al mes, compuesto por un salario fijo y unos incentivos variables que, también en circunstancias normales, son bastante estables. Si considera que esos ingresos son prácticamente seguros y la propensión al ahorro de la familia Pérez es nula -no tiene ninguna motivación para ahorrar-, elaborará un presupuesto de gasto familiar de 2.000 euros.

Imaginemos que en los años siguientes obtienen unos ingresos extra inesperados, pongamos unos 200 euros al mes, y que esos ingresos, a diferencia de los 2.000 euros mensuales, son coyunturales por unas comisiones de ventas extraordinarias dada la expansión del sector en el que trabaja la familia Pérez. Lo prudente sería que durante esos años no incrementara el presupuesto de gastos familiar y que ahorrara esos 200 euros mensuales, pues cuando desaparezcan esos ingresos extra no podría mantener el pago de los compromisos de gasto adicionales que adquiriese y, además, hay que suponer que en algún momento pueden venir mal dadas.

Imaginemos que tras ese periodo de bonanza sobreviene una crisis en el sector en el que trabaja la familia Pérez, y no sólo desaparecen los ingresos extra, sino también los incentivos variables, pasando a ingresar la familia 1.600 euros al mes. Durante un tiempo podrán seguir mantenimiento el presupuesto de gasto inicial de 2.000 euros mensuales, incurriendo por tanto en un déficit de 400 euros mensuales, hasta que se les acaben los ahorros de la etapa expansiva anterior.

Pues bien, el déficit estructural es aquél en el que se incurre eliminando el efecto de los ciclos expansivos y contractivos. En el ejemplo, el déficit estructural de la familia Pérez es cero -ingresa y se gasta 2.000 euros al mes en circunstancias normales-, aunque en el acuerdo al que han llegado PP y PSOE, y que deberá ser desarrollado mediante Ley Orgánica, se admite un déficit estructural del 0,4%, es decir, que en ese supuesto, la familia Pérez podría gastar al mes 8 euros más de los 2.000 que ingresa. Es importante subrayar que en las recesiones, la familia Pérez ha podido incurrir en un déficit del ¡¡25%!! -gastar 2.000 euros ingresando 1.600 euros-, a cambio de obtener un superávit en las épocas de expansión del 10%, sin empeorar su calidad de vida. Por tanto, es absolutamente falso que la reforma constitucional prohíba situaciones de déficit por encima del 0,4% en las recesiones.

Obviamente, el cálculo del déficit estructural, que en el mundo real no es una variable observable, debe hacerse de manera indirecta como diferencia entre el déficit real observado en cada ejercicio presupuestario y el déficit cíclico, que también debe ser estimado mediante una metodología más o menos compleja. No obstante, valga la simplificación que supone el ejemplo de la familia Pérez para, al menos, dejar claras las diferencias entre los conceptos de déficit o superávit estructural y cíclico, y lo que implica realmente la reforma constitucional a falta, eso sí, del contenido definitivo de la Ley Orgánica que debe desarrollar el nuevo principio constitucional.

A este respecto, en el último boletín del Banco de España se publica un interesante trabajo de simulación que compara la situación real de las cuentas públicas en el periodo 1998-2010 con la que hubiera resultado de la aplicación de la regla de gasto pactada en la reforma constitucional bajo el supuesto de que hubiera estado en vigor durante ese periodo. Para que resulte más fácil de ver, he elaborado el siguiente gráfico -pulsar en él para ampliar-, a partir de los datos que figuran en el cuadro 4 de dicho boletín.




En él puede observarse cómo, en los periodos de expansión -de 1999 a 2004-, se hubiera obtenido superávit con la regla en vigor, mientras que en realidad se produjo déficit, y en los años más duros de la recesión se hubiera producido un déficit del 3,2%.

A mí me parece que no era tan difícil de explicar ni de entender, ¿no?


18 comentarios:

Panduro dijo...

¡Bah, datos! ;)

Er Tato dijo...

Últimamente andas fino de humor, Panduro. ;-)

Venga, un cafelito y una entera con aceite y jamón, por el madrugón.

Anónimo dijo...

Muy buena explicación, pero me falta algo por entender

mujer prevenida vale por dos dijo...

Berberechos para mi memoria ;)

Er Tato dijo...

Veo que insistes con los berberechos. ;-)

Pues nada, un par de besos y un vermú con berberechos.

Lola Montalvo dijo...

Bien explicado, pero aún siendo explicado y comprendido... se sigue criticando. Lo que quizá es más cuestionable y que hace a la gente que se crispe, es que es una orden que viene de fuera... De los capitalistas de pro, exigido para dar confianza en nuestra deuda y en nuestra economía. Algo así como asegurar que no vamos a hundir el barco a base de gastar y gastar, gasto que haga el agujero más grande... y tal.
Ya es hora y me voy a tomar una cervecilla!!!
Besos miles

Er Tato dijo...

Que sean otros los que nos obliguen a hacerlo, Lola, no significa necesariamente que sea malo, Lola. ¿Acaso no obligamos a nuestros hijos cuando son pequeños a que se laven los dientes, a que se aseen o a que no coman con las manos?

En todo caso, me sigue resultando curioso que se eche la culpa a los capitalistas de que uno se haya endeudado hasta las cejas y haya vivido de prestado de esos mismos capitalistas, o de que tengamos el Estado del Bienestar que tenemos gracias a los recursos generados por esos capitalistas y esos pérfidos mercados, suponiendo, claro está, que lo que tenemos pueda llamarse realmente libre mercado.

Besos y cervecitas

Anónimo dijo...

"o de que tengamos el Estado del Bienestar que tenemos gracias a los recursos generados por esos capitalistas" ¡Toma ya! ¿Alguien da más? Esta perla de tu pensamiento liberal de izquierdas resume lo que eres. Supongo que no hará falta que te lo repita.

Er Tato dijo...

Bueno, no sé si tú podrás hacer lo mismo, Anónimo habitual, pero yo, a los hechos me remito. ¿Algún país que reniegue del capitalismo y que se acerque siquiera al nivel de Estado de Bienestar, libertades y calidad de vida de aquellos que se rigen por un sistema más o menos capitalista? Venga, machote, piensa un pelín que es indoloro.

Si quieres te recomiendo algún manual de Historia Económica... Dicen que la lectura le libera a uno de prejuicios y de pensamientos únicos.

Lola Montalvo dijo...

Yo no lo critico... creo que hoy día es utópico pensar que se puede sobrevivir fuera del sistema que se ha generado... que, sí, es capitalismo puro y duro.
No muestro mi parecer en mi respuesta. Muestro los comentarios que me rodean a diario y que muestra la ¿ ignorancia? ¿hipocresía? no sé como llamarlo, de aquéllos que quieren seguir teniendo lo que tenían pero no quieren que se le llame capitalismo, porque eso suena fatal...
Me parece muy bien que se limite la deuda de un país por ley, la máxima ley que impida que cada uno haga lo que le plazca cuando le llegue su turno. Creo que es imprescindible, no recortar -y menos aún servicios básicos como educación, servicios sociales y sanidad-, sino gestionar mejor lo que se tiene, rentabilizarlo e impedir que los que estaban chupando del frasco sin control ni límites, dejen de hacerlo... Eso sí se puede hacer. Y poner límite al gasto permitido a mí, no me parece mal...
Otra vez la hora de la birra... ¡me voy, por razones obvias! Besos miles

Er Tato dijo...

Afirmas que el sistema es capitalismo puro y duro. Te invito, si te apetece, a leer las entradas etiquetadas como pérfidos mercados, y muy especialmente los videos de esta entrada o este artículo -a poco que se ponga atención en la prensa diaria es habitual encontrarse con noticias que ponen de manifiesto lo falaz de la afirmación que haces-, leído en la prensa de hoy mismo (página 32).

Besos y feliz cerveceo

Lola Montalvo dijo...

RAE.es: falaz.

(Del lat. fallax, -ācis).

1. adj. Embustero, falso.

2. adj. Que halaga y atrae con falsas apariencias. Falaz mansedumbre. Falaces obsequios.

...¿cuál de las dos es la acepción que me corresponde? Pregunto.
Doy opiniones. NO soy economista ni pretendo serlo. Doy OPINIONES... de forma humilde, de lo que escucho, lo que leo, de lo que converso.
Pero bueno...

Er Tato dijo...

Me refería a la primera acepción, Lola: "...ponen de manifiesto lo falaz (falsa) de la afirmación que haces."

No pretendía atribuirte intencionalidad alguna de engaño ni llamarte embustera. Tengo la absoluta convicción de que opinas realmente lo que has escrito, como la inmensa mayoría, lo que no significa que sea cierto.

En todo caso, si te has sentido ofendida, te pido mis más sinceras disculpas.

Besos

Lola Montalvo dijo...

No es necesario que te disculpes. Más que ofendida... me he quedado sorprendida. Mi intención era darte la razón y por ello afirmaba que la gente asocia a los términos una realidad que no siempre le corresponde. Pero está claro que me meto en temas que no son los míos. Te leo con interés, siempre, aunque no siempre estoy de acuerdo contigo... es lógico.
No te preocupes, ya te digo que no me he ofendido. Y muchas gracias.
Besos miles

Anónimo dijo...

A si que a ti la lectura te ha librado de perjuicios y pensamientos únicos ¿no?...Si es que no puede ser, me provocas, y... pero esta vez no te diré lo que eres, me conformaré con hacerte la pedorreta.
Espero que algún día, ojalá pronto, pensamientos como los tuyos estén prohibidos por atentar a la dignidad humana. Gentes como tú, o el Tea Party, o gran parte del PP, sois residuos del animal que fuímos.
Te lo repito, por mucho que leas, no alcanzarás a tener nunca un gramo de sentido común.

Er Tato dijo...

Ya me aburres, Anónimo habitual. O le echas algo más de imaginación y argumentos a la cosa, o voy a tener que ignorarte como a un vulgar troll.

Y la lectura libera de prejuicios, pisha, pre-jui-cios, no perjuicios. A si no me extraña que termines pidiendo que prohíban los pensamientos que no compartes.

Juan Carlos Garrido dijo...

Esto sí que es bueno, linchado por plantar los datos en un gráfico, muy currado, por cierto.

Saludos.

Er Tato dijo...

Bueno, tanto como linchado, Juan Carlos...

Digamos que no lincha quien quiere, sino quien puede. Y gracias,aunque no es más que trasladar a un gráfico de Excel los datos del Boletín del BdE.

Saludos