No deben ser suficientes los más de cuatro millones y medio de parados para que al gobierno le regalen una agenda nueva. Una que no dé problemas. Que a este paso, aquí no va a currar ni el Tato. Aunque un servidor de ustedes está pensando en apuntarse a un cursillo de AIO. ¿Cómo? ¿Que no saben qué es una AIO? Pues una Agente de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. Lean, lean. Y fíjense en el último párrafo:"...para que cada vez más empresas e instituciones públicas puedan contar con agentes de igualdad debidamente acreditadas y formadas." Acreditadas y formadas, no acreditados y formados. En fin, que voy a ver si el SAS me paga un cambio de sexo -y de seso-, que dicen que aquí hay trabajo seguro. Por lo menos hasta que cierren todas las empresas del país.
Bemoles
Hace 1 día
13 comentarios:
En mi empresa somos sólo tres mujeres. La jefa y dos trabajadoras. No hay ningún hombre. ¿Peligra el puesto de alguna de nosotras?¿Cambiará la jefa por jefe?
Menuda chorrada lo de la paridad. Hay que ver la capacitación para el trabajo, en vez del sexo. Por cierto, Tato, si te propones cambiarte de sexo, seguro que tienes menos problemas que para operarte de cataratas.
Una cervecita fresquita pa esta caló, por favor.
¿Y no hay un hueco para mí, María? Después de la operación, claro. ;-)
Ahí va esa Cruzcampo helada con unos chochitos fresquitos y salaítos.
Besos
FEPAIO ha planteado la situación de las agentes de igualdad y sus aspiraciones a la existencia de una titulación en el nivel de postgrado y a una posible acreditación de la experiencia profesional a fin de conseguir un certificado profesional en el nivel educativo que corresponda.
Ya sé a qué se referían con aquello de estudiar feminismo en la universidad.
No veo mal -es más, creo que es muy recomendable para acabar de una vez por todas con tanto y con tanta cuentista- que el estado dispusiera de unos inspectores que verificaran que efectivamente hay igualdad en las empresas, de la misma forma que hay otros que vigilan el tema de la seguridad en el trabajo.
Saludos.
Joder, Tato, esto es un desastre. Hasta yo me estoy cabreando, con lo que me resbalan estas cosas. Para mañana doy caña, tanta poesía ni poesía.
Un abrazo.
Si tenemos que pagar también a unos inspectores para comprobar la igualdad entre hombres y mujeres en las empresas, apaga y vámonos, AdP. Ya nos cuestan una pasta los sindicatos que, entre otras cosas, deberían vigilar esas cuestiones en los casos en que haya empresarios cabrones que paguen menos a las mujeres que a los hombres con el mismo puesto de trabajo y rendimiento. Claro, que uno no termina de entender qué clase de igualdad es ésa en la que un convenio colectivo dice que hay que pagar lo mismo a un trabajador cuya productividad es distinta a la de otro. Porque claro, en términos de justicia, no hay demasiada diferencia entre desigualar a iguales e igualar a desiguales.
Saludos
Pues sí, Ridao. A este paso te van a salir ricitos dorados y terminarás amariconado. ¡Con la cara de machote que tienes en la foto...! ;-P
Un abrazo
Efectivamente, hay cosas cabreantes... Solo espero que un año de estos hagan algo para salir de la crisis. Sino me apuntaré al cambio de sexo del Tato...
No te preocupes, Néstor, cuando estemos como Grecia y hayamos perdido un tiempo precioso -ya llevamos más de 2 años completamente tirados a la basura-, tomaremos medidas. Por cojones. ¿Cambiarte de sexo? Como te lea una que yo me sé...
Un abrazo
Vaya una profesión nueva,
el país sin trabajo y puestos nuevos siguen inventando, no hay duda que el mundo está cambiando, mi madre dice que antes había trabajo y menos profesiones, ahora hay muchas profesiones para tan poco trabajo, si ya me decía mi padre, tú estudia y te preparas que no quiero que cojas fresas y a este paso hasta faltan fresas para tantos can didatos con carrera...
y no importa que seas mujer repetía mi padre, mañana será otro día... papáaaa que razón tenías...
Bueno Tato qué caló aquí no hay término medio o somos de frío a calor sin intermedios, las prisas dice ZP que no son buenas... anda ponme algo fresquito y apuntálo a la cuenta de mi "primo" que es asesor político y ya firmó el convenio, y a mi no me llega el sueldo... jaja. Un abrazo tato y gracias por la atención, que hasta eso escasea.
Ah y no te cambies de sexo porque no sabes tú bien lo que es aguantar a un hombre.... jajajaja.
igual como mujer tengo mas posibilidades no? porque a mi me tienen mas pará que los ojos de espinete! jaja
Besos
Cita
Pero si los hombres somos unos benditos, Karol_a... Se nos va a la fuerza por la boca. Y ahí va una rondita, que paga tu primo, el asesor político, o sea, que pagamos nosotros.
Pues como está el patio, me da a mí que sí, Cita. Mejor te quedas como mujer. Dónde va a parar...
Besos guapetonas
Una puntualización a mi anterior comentario, señor Tato: lo de las inspecciones ha de entenderse en el más amplio sentido, de la misma forma que se realizan para verificar que se cumplen otros artículos de la Constitución u otras leyes. Si es algo que corresponde a los sindicatos, pues que sean ellos.
Si no se efectúan denuncias por parte de estos grupos cabe pensar que pueden estar ocurriendo dos cosas: o que no hacen las inspecciones o que las hacen y no encuentran las diferencias salariales de las que habla la señora ministra.
Saludos.
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