domingo, 29 de noviembre de 2009

Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha

Fiel al principio de que el ciudadano no sabe lo que le conviene y hay que tutelarlo, y hasta imponérselo por su propio bien, nuestro gobierno acaba de decidir por Real Decreto -vamos, por cojones-, la temperatura máxima en invierno y mínima en verano a la que nos debemos comprar unos calzoncillos en El Corte Inglés, tomarnos una cervecita en la taberna de la esquina o ver una película en el cine. Impone su criterio a los empresarios que se juegan los cuartos -eso sí, por su propio bien, que ellos no saben lo que le conviene a sus negocios pero la administración pública, un ejemplo de gestión eficiente donde los haya, se lo va a explicar-, y además lo hace, dice, para ahorrar y conseguir un uso más racional de la energía.

Al mismo tiempo, se gasta en un año más de 1.600 millones de euros -¡doscientos setenta mil millones de pesetas!-, en subvencionar el carbón nacional, más caro y de peor calidad que el importado, para producir energía eléctrica en centrales térmicas, las más contaminantes. Impone una tarifa eléctrica deficitaria que mantiene los precios artificialmente bajos fomentando, como consecuencia, el derroche de energía. Cierra las centrales nucleares, más limpias y eficientes que las térmicas. Subvenciona las energías renovables para que paguemos menos de lo cuestan...

En fin, que nuestro gobierno no sólo limita el ejercicio de la libertad del empresario, sino que, una vez más, lo hace desde la más absoluta incoherencia. Ya saben, que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha. Y conste que yo jamás voy a El Corte Inglés en invierno. No aguanto esas temperaturas más de cinco minutos sin ponerme rojo como un tomate, me lloren los ojos y la cabeza me estalle.


14 comentarios:

Karol_a dijo...

Bueno, tato, ya un día te dije en un comentario que no sabía yo si esto era una izquierda cogida con el mango de la derecha, y que estos tíos sufren dislexia, al menos yo, veo desde hace tiempo un gran corro de improvisados que vienen directos a elegir nuestra clase de vida, nuestra casa, y si nos descuidamos hasta eligen con quien y cuando nos casamos y hasta los embarazos, hay maneras muy ruines de hacer derecha y de imponer el blanco cuando tú lo ves negro, en fin, cuanta hipocresía, mira tú ZP que parecía tonto, es un resabiado, ahora es capaz de hacernos pagar el cachondeo del país con sus bellas modernas hijas, a lo mejor hasta lo hablan en la cena. Espero que esto sirva para que los votantes de cierta edad, pasen y vean, la verguenza que el de los ojos de buho no siente ante tanto descaro y tanta incompetencia. Hay que echarlo y ya, no esperar a votar... qué bien se siente en el palacio,,, jajaja,. Anda ponme un café calentito.Gracias,

mangeles dijo...

¡¡¡GRACIAS ZAPATERO, ERES MI IDOLO¡¡¡

(Estoy con la menopausia....)

Y, siendo de León, y estando como está el tema del curro....pues es lógico que busque una salida para los de su pueblo...

Voy a buscar el Real Decreto ese, para llevarselo el lunes a los de mi oficina....

Besos, Tato...FELIZ DOMINGO


(Pd.: Cuando he entrado y he mirado al fondo de la taberna, me ha parecido ver, sentado en lo más oscuro a Zapatero. Luego me he dado cuenta de que no era él. Pero ha sido una premonición....estoy segura, que despues de tantas críticas, el hombre acabará haciendo compañia al Sr. Manteca, y resto de habituales de la Taberna ER Tato)

Capitán dijo...

La mano, el pie, la ..., tods sin cabeza, y la cabeza a su aire, así nos va.

Anónimo dijo...

Hoy llueve y teníamos pensado pasar el día en el campo. Desde luego Zapatero se está cargando el día de descanso de los españoles.

Sigue así.

Anónimo dijo...

Política:

1.- Lucha de intereses disfrazada de debate de principios. Gestión de los asuntos públicos con vistas al beneficio privado.

2.- Medio de ganarse la vida preferido por la parte más degradada de nuestras clases delictivas.

(Ambrose Bierce, El diccionario del Diablo)

Perdón por tantas citas de dicho libro, pero llevo unos días releyendo dicha obra que fue escrita hace más de un siglo y que sigue totalmente vigente hoy día.
Libro que hay que leer con cuidado porque tiene tanta mala uva dentro que como caiga una gota sobre la alfombra te hace un agujero... jejeje.

José Miguel Ridao dijo...

Pues en este caso yo sí estoy de acuerdo con la medida. Otra cosa es que luego hagan barbaridades, pero conviene separar las cosas. peor sería que además de subvencionar el carbón subvencionaran las calefacciones a 30º.

Un abrazo semikeynesiano, sin premio.

Er Tato dijo...

Bueno, mujer, habrá que echarlo con los votos ¿no? Porque si los ciudadanos quieren que siga... Ahí va ese cafelito, Karol_a.

¡Ay, querida Mangeles, qué mal te sentó el desayuno! Si es que tanto colesterol no puede ser bueno... ;-) Y no creo que Zapatero pudiera acabar en mi taberna porque, a pesar de la extraña fauna que habita en ella, le faltan algunas cualidades: honestidad, arte y humildad.

Una buena mili le hubiera hecho falta a alguno ¿eh, mi Capitán?

Buscaré el libro, Maese. Ya me has picado la curiosidad...

Progre, que eres un progre, Ridao. ¿Te parece bien que se coarte la libertad individual del personal en nombre de una falacia? ¿Acaso crees que los empresarios tiran su dinero por la ventana voluntariamente? ¿De veras crees que va a funcionar esa medida? ¡Ya me has calentado, coño! ;-P

Besos, abrazos y un par de collejas. Que cada cual coja lo suyo. ;-)

José Miguel Ridao dijo...

Recojo mi abrazo, Tato, gracias. Eres una mijita radical, y hay empresarios a los que importa un carajo el medio ambiente. El mercado tiene fallos, queráis o no los liberales.

cho chop ¡zas! (colleja)

Er Tato dijo...

No he debido explicarme bien, José Miguel. Nunca he negado que el mercado tenga fallos, aunque no coincidamos ni en cuáles son ni en la forma de corregirlos (no creo haberlo negado nunca, y sí haberlo afirmado varias veces en esta misma taberna). Y claro que hay que empresarios a los que les importa un carajo el medio ambiente, y los derechos de los trabajadores, y el bienestar de los ciudadanos... pero no conozco a ninguno al que le importe un carajo su cuenta de explotación. ¿Crees que si pudieran ahorrar costes en energía eléctrica no lo harían? Pues eso.

Y anda, devuelve lo que no es tuyo y recoje la colleja que te dejaste por aquí.

P.S.: No me tengo por radical, pero todo pudiera ser...

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Voy a tener que dejar de frecuentar esta taberna dónde, tanto el tabernero como su clientela más dilecta, no tiene en cuenta el esfuerzo que hace este Gobierno pensando por nosotros y nuestros intereses.
Es que sois todos unos desagradecidos, miarmas.
Ponme un roncito con Fanta de limón, por favor.

Manupé dijo...

A todo esto, la regulación de las ayudas estatales a la minería del carbón es de 2002, fecha en la que como tu muy bien sabes, el Presidente Rodríguez Zapatero, no estaba y no se le esperaba, en el gobierno, aunque estoy seguro que ya andaba metido en la conjura que impide la compra de carbón más barato aunque venga de fuera, y que según el Instituto para la Reestructuracion de la Minería obedece a las siguientes causas:

Las repercusiones sociales y regionales relacionadas con la reducción de la actividad.

La necesidad del mantenimiento, como medida de precaución, de una cantidad mínima de producción de carbón autóctono que permita garantizar el acceso a las reservas.

La cobertura de cargas excepcionales no relacionadas con la producción corriente ("cargas heredadas del pasado").

En cuanto a la significación real que el carbón supone en la producción de energía electrica en España, sólo 20 de las más de 200 centrales térmicas en funcionamiento, lo hacen con este material.

A más ver.

José Miguel Ridao dijo...

Lo de radical era para pincharte, home.

A todos los empresarios les importa la cuenta de explotación, pero sucede que:

- Algunos son tan torpes que no se fijan en que pueden ahorrar en calefacción sin mermar el confort de sus clientes.

- Muchos piensan que una calefacción muy alta (o un aire acondicionado muy frío) es lo que quieren sus clientes y trabajadores, y así actúan, y los costes medioambientales que los soporte otro.

Sigo creyendo que esta regulación es acertada. Para algo que hacen bien...

Por cierto, a ver cuándo te gastas los cuartos en poner calefacción en tu taberna, que hace un frío que te cagas.

Er Tato dijo...

Amigo Manupé, éstas y otras subvenciones a industrias no competitivas las he criticado siempre, gobierne quien gobierne. Sucede que en 1.998, cuando se creó el Plan del Carbón 1998-2005 (no en 2.002) no tenía blog, así que Aznar tuvo suerte. Pero si te quedas más a gusto lo pongo verde ahora... ;-)

Es que en mi taberna nos calentamos con Arenas en invierno y nos refrescamos con una buena Cruzcampo helada en verano. Así, ahorro en electricidad, aumento las ventas y encima me forro. Y sin que nadie venga a decirme lo que tengo que hacer. ¿Hace un Arenas? Venga, y otro para Manupé.

Un par de abrazos

Juan Carlos Garrido dijo...

El socialismo es, ante todo paternalista: el ciudadano no sabe qué le conviene y papá estado decide por él.