viernes, 15 de junio de 2012

¡Que apechuguen los españoles...!

Que no, que eso no lo han dicho los alemanes. Ni los franceses. Ni los holandeses. Que el descerebrado lo tenemos en casa.

Sobre los sistemas forales vasco y navarro ya hablé hace tiempo. Quienes los defienden, fundamentalmente vascos y navarros -vaya sorpresa, ¿eh?-, argumentan unos supuestos derechos históricos. Claro, que todo depende del siglo al que nos remontemos. Lo que ahora es histórico, fue novedoso en su día. Y viceversa. En todo caso, no parecen argumentos sólidos para mantener en la actualidad un sistema fiscal privilegiado en dos regiones españolas. Por mucho que lo diga la Constitución y lo jaleen sus beneficiarios. Sin duda alguna, Navarra es una de las regiones más ricas de nuestro país gracias al esfuerzo de sus ciudadanos, pero también gracias a unos privilegios fiscales y jurídicos insultantes para el resto de las regiones españolas. ¿Para cuándo un Estado federal de verdad? Ahí tiene Rajoy otra reforma estructural a la que hincarle el diente. ¿A que no hay...?

En fin, a lo que iba. Fíjense en lo que dijo ayer el Consejero de Economía y Hacienda del gobierno navarro, Álvaro Miranda, cuando la oposición le preguntó sobre las posibles consecuencias para Navarra del préstamo europeo para la banca.

"Si se hacen bien las cosas, el Estado tendrá que ganar dinero con lo que se le preste a Bankia y a todos los que hay como Bankia. Y si sale mal, pues que apechuguen los españoles, nosotros no, porque en el convenio no tenemos que apechugar con ese tipo de operaciones"

¿Qué pensarán los ciudadanos de los países más ricos de Europa que están poniendo una pasta gansa para rescatarnos cuando escuchan a un miembro del gobierno de una de las regiones más ricas de España decir esas cosas? Véanlo, véanlo en vivo y en directo.




¡Ah! Y por cierto, en 2008, la Caja de Ahorros de Navarra acudió al Fondo de Adquisición de Activos Financieros, padre putativo del actual FROB, para pedir más de 90 millones de euros. Y a finales del 2010, el FROB aportó a Banca Cívica para el proceso de integración de varias Cajas de Ahorro, entre ellas Caja de Navarra, casi 1.000 millones de euros. Sí, ya sé que pedir coherencia a nuestros gobernantes es una ingenuidad. Y también pedirles decencia. Por eso me limito a calificarlos de sinvergüenzas. Al menos me desahogo.

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