lunes, 10 de octubre de 2011

De cómo mirarse el ombligo sin caerse dentro y otras cuestiones de fondo

Resulta chocante escuchar a ese político catalán -tantas veces elogiado como brillante parlamentario, coqueto, eterno ministrable y con hechuras y discurso de fotochó-, decir cosas como las que ha dicho últimamente sobre los andaluces, los bares y el PER.

Claro, que si tenemos en cuenta que estamos en campaña electoral, que le hemos metido el dedo en el ojo -¡que una consejera de nuestra tierra vacile de que nosotros inauguramos nuevas residencias mientras los catalanes cierran asilos...!-, y que algo de razón no le falta, es entendible su discurso.

Porque uno, aunque sea muy crítico con ese discurso victimista y demagógico de los nacionalismos sobre las balanzas fiscales, no puede dejar de reconocer que con el porrón de miles de millones que le han llovido a nuestra tierra en las últimas décadas, estamos muy lejos de donde debiéramos estar. Probablemente porque hemos tenido unos gobernantes que se han dedicado a comprar nuestra dignidad con pólvora ajena; o porque es más cómodo para un pueblo adormecerse en la cálida mecedora de las subvenciones; o porque muchos piensan que las injusticias históricas cometidas en nuestra región -que haberlas, las ha habido-, nos otorgan patente de corso ad eternum. Probablemente sea por todo eso y algunas cosas más.
  
En fin, que menos golpes de pecho, y como dijo a principios del siglo pasado Rafel Gómez, el Gallo, ¡esos cojones en Despeñaperros!


6 comentarios:

canalsu dijo...

El Photoshop nada tiene que ver con esto, Tato. Es una leal y exigente herramienta que no tiene más límite que tu imaginación y conocimiento. Otra cosa son los filtros o efectos que trae de fábrica para todos aquellos que, pulsando un botoncito, se encuentran con algo que piensan haber hecho ellos. Ves uno y los has visto todos.

Er Tato dijo...

¿Acaso la planta, el afeitado, el brillo de la calva, los gestos suaves y el discurso amable de Durán i Lleida cuando sube a la tribuna del Congreso no encubren su verdadero rostro?

En fin, el Photoshop es como un lápiz, un lienzo o una guitarra: algunos los destrozamos directamente, otros intentan aparentar un falso virtuosismo sin el menor sentido del ridículo, y los menos hacen con ellos verdaderas obras de arte.

Saludos

Panduro dijo...

Uno -aprende Trapiello- oye a los políticos catalanes hablar del PER y otras subvenciones, y claro que se indigna. Pero luego ve el espectáculo de los políticos andaluces, clamando como vestales por su virgo arrebatado -¡a estas alturas!- y se indigna más.

Me voy al bar, a ver cuantas peonadas me firman hoy.

Buenos días.

Er Tato dijo...

Pues eso mismo digo yo, que uno -sigue aprendiendo Trapiello-, pasa de la indignación a la indignación casi sin indignarse, más bien con resignación.

Por cierto, ¿pa qué te vas a ir al bar teniendo a mano una taberna, chiquillo?

Saludos

Juan Carlos Garrido dijo...

Me temo que Durán i Lleida, que pretendía ganarse un tratamiento masivo de Votox (votos eXtremistas) va a tener que conformarse con el photoshop.

Saludos

Er Tato dijo...

Pero el problema es que ya ha enseñado la patita, Juan Carlos...

Saludos