A veces, cuando te importa alguien tanto como te importas tú, conviene replantearse tan agotador compromiso, alejarse de él antes de tropezar en la indiferencia o encenagarse en la mezquindad de celebrar sus fracasos. Sobre todo si a ese alguien le ofende y le asfixia que te importe. Aunque sepas que no podrá respirar bajo las aguas en las que su soberbia ciega le ha hundido. Y que tendrás que dejarlo allí a tu pesar y por su bien porque, al final, no habrás conseguido que te deje de importar tanto como te importas tú.
viernes, 26 de septiembre de 2014
Tanto como te importas tú...
Publicado por Er Tato A LAS 7:49
Etiquetas: Desahogos, Reflexiones, Sensaciones
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4 comentarios:
Desahogo...
Suerte con la decisión.
Y un abrazo.
Las decisiones ya se tomaron. O eso creo.
Ya no importa ni es tan grave. Sólo es la vida que transcurre con sus ruidos inesperados, sólo eso.
Y otro abrazo
Hayq ue quererse mucho, don Tato. Eso dicen...
Salu2.
También dicen que hay que dejar que a uno lo quieran...
Saludos
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