domingo, 28 de septiembre de 2014

De avestruces y huevos hueros...

Como ya he escrito en multitud de ocasiones, vetar la consulta en Cataluña me parece un enorme error de estrategia por parte de nuestro gobierno. Mientras no sepamos a ciencia cierta cuántos catalanes quieren realmente un Estado independiente, no sabremos a qué nos enfrentamos. Porque hasta ahora, todo son interpretaciones interesadas de cada resultado electoral, como si cada elección legislativa en Cataluña fuera un plebiscito reinterpretado a posteriori conforme al color o los intereses del intérprete y en el que la verdadera opinión del pueblo catalán resulta manipulada en un sentido o en otro según toque.

¿Qué daño puede hacer averiguar lo que realmente quieren los catalanes? Preguntar al pueblo no es necesariamente conceder. Y además es la esencia de la democracia.

Si es verdad que una inmensa mayoría de los catalanes quiere la independencia, harían bien nuestros gobernantes en averiguarlo cuanto antes, en lugar de hacer el avestruz además del gilipollas. Porque si es así, debería iniciar de inmediato una campaña informativa seria, al mismo nivel de cobertura mediática que la campaña desinformativa independentista, para explicar al pueblo catalán las consecuencias económicas y políticas que tendría sobre sus vidas y su bienestar la independencia.

Y si no es verdad que la inmensa mayoría de los catalanes quiera la independencia, pues asunto zanjado y argumentos nacionalistas desactivados.

Parece, pues, que lo razonable sería ponerse al frente de la consulta, darle cobertura legal y organizarla desde el propio Estado, previa la correspondiente campaña informativa.

Y hacerlo no sólo para averiguar de una puñetera vez de qué y de cuántos estamos hablando, sino también para garantizar la limpieza democrática de la consulta. Porque no me digan ustedes que permitir que voten en la consulta los catalanes y sus descendientes que residan en el extranjero y no permitírselo a los catalanes que vivan en el resto España, como hace la ley de consultas firmada ayer por el señor Mas, no es tramposo a más no poder. 

Pero en fin, tampoco espera uno demasiado sentido común de este gobierno que nos ha tocado en mala suerte.


7 comentarios:

José Miguel Ridao dijo...

Lo malo es que no sería un asunto zanjado, volverían a la carga cuantas veces fuera necesario. Interpretarían, digamos, un 40% a favor, como un paso de gigante para alcanzar el 50% que, antes o después, caería, aunque hicieran falta diez consultas. Eso sí, ya no habría consulta número once. Pienso que hace bien el gobierno en oponerse.

Un abrazo comotevalavidero.

Er Tato dijo...

Hombre Ridao, oponerse a la consulta con el único argumento de que, fuera cual fuera el resultado, no zanjaría el asunto, sabiendo que oponerse a la consulta contra viento y marea lo zanjaría aún menos y daría munición a los independentista es, cuando menos, incoherente.

El sentimiento independentista está ahí, nos guste o no. Y conocerlo mejor siempre será más útil que pretender desconocerlo y mirar para otro lado. No somos los primeros ni seremos los últimos en sufrir ese infantilismo mental llamado nacionalismo. Otros Estados lo han resuelto de manera razonable, como ya comenté hace mucho tiempo por la taberna.

Me alegra tu visita a la taberna después de tanto tiempo, poeta.

Abrazos alborozados (pero que corra el aire...)

José Miguel Ridao dijo...

He estado leyendo tus enlaces y estoy básicamente de acuerdo con todo. El comentario de canalsú va en la línea del mío, y el párrafo a que te refieres sobre la Claridad también, es una paradoja que a la primera que obtengan el 50% se acaben las consultas. Por eso me opongo a la consulta, porque veo el pelaje de los separatistas, veo cómo la quieren hacer, veo las consecuencias, así mejor no jugamos, estoy con el gobierno.

Oye, que aunque no comente sigo yendo a tu taberna, así que ojito con lo que escribes.

Abrazos unmojonparamaseros,

Er Tato dijo...

Bueno, es cuestión de dejarlo clarito en nuestra hipotética ley de la claridad...

Y el problema, al final, es que con decidir que no jugamos no se acaba el juego, querido Ridao. Ojalá fuera tan fácil como cuando éramos unos zagales y uno recogía la lima -que para eso era de uno-, y se iba a su casa, dejando con un palmo de narices a los que no nos dejaban tirar el primero.

En lo del mojón, absolutamente de acuerdo.

Abrazos otoñales

P.S.: Así que sigues leyendo las tonterías que escribo... Yo también las tuyas. ;-P

Dyhego dijo...

Don Tato:
Lo malo de la consulta es que, si se abre la caja de los truenos, ¿cómo se iba a negar el derechos a los cartageneros a independizarse de Murcia, a Gijón de separarse de Oviedo, a El Bierzo de León, al Valle de Arán de Cataluña, a Treviño, a Ademuz...
Quizás si hiciésemos un macrorreferéndum para reorganizar todo el territorio. Con un poco de suerte tendríamos quinientas fronteras desde Cádiz hasta Gerona, jajajaja.
Salu2 independiza2.

Er Tato dijo...

A ver Dyhego, estamos hablando de una consulta no vinculante a unos ciudadanos que forman parte de un área geográfica que, objetivamente, tiene una serie de peculiaridades -idioma, instituciones, historia, Derecho...-, que no tiene por ejemplo Andalucía, Castilla o Murcia.

Averiguar si la inmensa mayoría de un conjunto determinado de ciudadanos que lleva décadas reclamando su independencia la quiere realmente creo que es de sentido común. Después, una vez conocidas todas las variables del problema, puede resultar que, en efecto, el problema existe y habrá que buscarle una solución -más o menos es la situación actual-, o puede suceder que el problema no sea tal problema porque el 60 ó 70 por ciento de ese conjunto de ciudadanos quiere seguir perteneciendo al Estado español, y entonces habremos vaciado de argumentos a los independentistas y solucionado una gran parte del problema y crispación actual. Lo que para mí resulta bastante obvio es que ignorar el problema es una estupidez.

Saludos

Dyhego dijo...

Hay tantas cosas que no entiendo...
Nuestros políticos no cumplen absolutamente ninguno de los artículos de la constitución, pero con la historia del referéndum, sí quieren que se cumpla la legalidad.
La Generalidad Catalana ha hecho de su capa un sayo y ha incumplido la Consitución cada vez que le ha dado la gana.
El presidente de la Generalidad es un representante del Estado, pero al mismo tiempo quiere dinamitar el estado que le permite disfrutar de sus privilegios.
Que Cataluña tiene peculiaridades, por supuesto, nadie lo niega; pero decir que han estado sometidos o que son totalmente ajenos a la cultura "española", es una memez.
Utilizando la terminología moderna, este problema no ha sido bien "gestionado" por el gobierno del PP (no sé si el PSOE lo habría hecho mejor).
Me recuerda el caso del Trasvase del Ebro. El PP dijo que lo haría por cojones y el PSOE, Convergencia y los aragoaneses dijeron que para cojones, los suyos.
Y se produjo una ruptura social que todavía colea.
¡Malditos políticos, todos, no me canso de repetirlo!
Salu2 desconcerta2.