La Junta de Andalucía ha concedido una subvención de 1.749.000 euros a la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa S.L., sociedad vinculada a la Confederación de Empresarios de Andalucía, ¡vaya hombre...! Será que como no hay miles de viviendas vacías a la venta, hay que subvencionar -¡ah, palabra mágica...!-, la construcción de más viviendas ¿Y no es más barato comprar a sus propietarios algunas de las decenas de miles de viviendas que están a la venta y reconvertirlas a VPO?
Sí, sí, ya sé. Con esa subvención, la empresa contratará trabajadores o generará puestos de trabajo indirectos que pagarán sus impuestos y consumirán otros bienes que a su vez deberán ser producidos por otras empresas que crearán más puestos de trabajo que también pagarán impuestos..., y entraremos en el famoso círculo virtuoso keynesiano según el cual, por cada euro de dinero público gastado, la economía del país crecerá más de un euro. Claro, que quienes defienden eso no explican lo que no se ve -les recomiendo, una vez más, a Bastiat-, cuántos puestos de trabajo se destruyen por detraer del bolsillo de los ciudadanos esa subvención, puestos de trabajo que dejan de pagar impuestos y consumir otros bienes que a su vez dejan de ser producidos por otras empresas que destruirán más puestos de trabajo que también dejarán de pagar impuestos... Tampoco explican por qué este último proceso destructor de riqueza que transcurre paralelo a aquel proceso creador es más potente que éste.
Quienes defienden que el multiplicador keynesiano del gasto público es mayor que uno, piensan que el proceso creador de riqueza es más potente que el proceso destructor. Y quienes defendemos que ese multiplicador es, en general, menor que uno, pensamos justo lo contrario. Pensar lo primero implica reconocer también que el sector público es más eficiente que el privado, que una economía planificada por el Estado asigna mejor los recursos que el libre mercado.
Sí, sí, ya sé. Con esa subvención, la empresa contratará trabajadores o generará puestos de trabajo indirectos que pagarán sus impuestos y consumirán otros bienes que a su vez deberán ser producidos por otras empresas que crearán más puestos de trabajo que también pagarán impuestos..., y entraremos en el famoso círculo virtuoso keynesiano según el cual, por cada euro de dinero público gastado, la economía del país crecerá más de un euro. Claro, que quienes defienden eso no explican lo que no se ve -les recomiendo, una vez más, a Bastiat-, cuántos puestos de trabajo se destruyen por detraer del bolsillo de los ciudadanos esa subvención, puestos de trabajo que dejan de pagar impuestos y consumir otros bienes que a su vez dejan de ser producidos por otras empresas que destruirán más puestos de trabajo que también dejarán de pagar impuestos... Tampoco explican por qué este último proceso destructor de riqueza que transcurre paralelo a aquel proceso creador es más potente que éste.
Quienes defienden que el multiplicador keynesiano del gasto público es mayor que uno, piensan que el proceso creador de riqueza es más potente que el proceso destructor. Y quienes defendemos que ese multiplicador es, en general, menor que uno, pensamos justo lo contrario. Pensar lo primero implica reconocer también que el sector público es más eficiente que el privado, que una economía planificada por el Estado asigna mejor los recursos que el libre mercado.
Hay quienes piensan que el Estado sirve para un roto y para un descosido. Y quienes pensamos que el Estado es imprescindible, pero no precisamente por su eficiencia económica, sino por lo que de garantía de convivencia pacífica, justicia e igualdad de oportunidades supone, o debiera suponer.
En fin, que cada cual piense lo que quiera pero a ser posible, y para según qué cosas, que lo haga con su dinero.
8 comentarios:
Vaya, había leído penes en vez de panes. Tampoco es mal símil, la multiplicación de los penes. Como ya conocemos nuestras diferencias no me extenderé, pero creo que olvidas fallos de mercado como los bienes públicos y las externalidades, y exageras un pelín con tu conclusión que equipara una economía keynesiana a una planificada. Tampoco veo necesariamente que al defender el multiplicador se tenga que estar de acuerdo en que el sector público es más eficiente. Vaya, he acabado extendiéndome.
Vas a teñir que venir un día a mi instituto a dar una charla liberal a mis alumnos, que los pobres están contaminados de keynesianismo.
Abrazos, a pesar del mercado.
¿Penes? ¡Qué tendrías en la cabeza...!
Ya sabes que no olvido los bienes públicos, entre otras razones porque no estaba hablando de ellos, sino de bienes que puede suministrar el mercado sin mayores problemas. Los fallos del mercado, cuya existencia también sabes que reconozco sin ningún problema, nada tienen que ver con el multiplicador keynesiano, que era el asunto de la entrada. En cuanto a la exageración, puede que tengas razón, pero no pretendía equiparar economía keynesiana con planificada, sino subrayar que ambas parten de una misma premisa: que el sector público es más eficiente, desde el punto de vista del funcionamiento económico, que el sector privado.
Por otro lado, quienes defienden que el multiplicador es mayor que uno, sólo pueden hacerlo desde la premisa de una mayor eficiencia de la gestión pública respecto de la privada. Sólo así es posible afirmar que el sector público puede detraer del sector privado 1 euro y que el resultado neto sea generar más de 1 euro.
Y si hay que teñir a tus alumnos, se les tiñe. ;-P
Abrazos, a pesar de nuestras diferencias. O quizás gracias a ellas.
Y para colmo, hoy me desayuno con esta noticia. Resulta que la empresa a la que le han concedido la subvención ha dejado un buen pufo en una promoción de VPO en Sevilla con más de 500 afectados. Según la notica, las viviendas, aún sin terminar, han acabado en el banco malo.¡Con dos cojones...!
Salu2.
Er Tato, según la noticia no. Es realmente así.
Nos están mangando en nuestra cara y los políticos , ni aquí ni en Madrid, hacen nada para evitarlo.
Ladrones!
Imagino que eres uno de los afectados, Anónimo. Imagino también lo que te parecerá que con nuestros impuestos se subvencione a esta empresa para promover más viviendas de VPO.
Ánimo y que tengáis suerte.
Saludos
P.S.: ¡Ah, y saludos, Dyhego!
La oligarquía sevillana, una vez más. Yo ya no sé cuántas van. Y la "Unta", para no romper la tradición, sigue con su conservadurismo a ultranza.
Menos mal que los chiringuitos no dejan de destaparse.
En fin Tato, me pongo mala.
Saludos,
Pues no te digo nada con le banco público, la luz y el agua gratis, el salario social básico para todo quisqui, los trabajos comunitarios a modo de trueque...
Vamos, la Cuba del sur de Europa, chiquilla...
Besos
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