"Jurídicamente es evidente que Sortu no es ETA. Si fuese ETA, estarían todos en la cárcel. Son cosas distintas que hay que saber diferenciar, por lo menos, en el plano del Derecho" (Francisco Caamaño, Ministro de Justicia, 14-03-11)
Pues qué quieren que les diga, que tiene razón. Para mí, el problema está, como ya he escrito otras veces, en que se pare ahí y no proponga la derogación de la Ley de Partidos. Algunos empiezan ya a opinar que el Estado está traspasando ciertas líneas rojas y le enmiendan la plana al Tribunal Supremo y al Tribunal Constitucional.
8 comentarios:
Para mí...Sortu es ETA. Y están desesperados por presentarse a las Municipales; pero cambiando de tema,sabía que Zapatero sólo defendía los cupos de mujeres cuando se iban a colocar por debajo de él, que cuando alguna como Rosa Díez se le subía a las barbas los martillazos se oían hasta aquí. Pero ahora este "feministo" y benefactor de la mujer en espaldas ajenas ha dado una vuelta de tuerca más: Leo una noticia de una exempleada suya "Zapatero y Sonsoles no me dieron de alta en la Seguridad Social y me pagaban en negro".
Sisando a la asistenta como hidalguillos parásitos!!!.
Pero yo aquí le doy la razón a Zapatero: no es lo mismo regalar el dinero de otros que el propio.
Este es uno de los pocos casos en los que, bajo mi humilde punto de vista, es preferible seguir el espíritu de la ley antes que la letra.
No ignoro que supone una mala praxis democrática, pero resultaría intolerable que esta gente volviera a tener de nuevo financiación pública y los datos del censo para localizar ,mejor a sus víctimas.
Saludos.
Por suerte, Ana, en un Estado de Derecho tu opinión y la mía son jurídicamente irrelevantes. Lo penoso es que la del legislador mediocre no lo es. Por otro lado, no sé si eso que cuentan de Zapatero y Sonsoles es o no cierto, pero desde luego, el artista que dirige el medio en el que salió publicada la noticia no es precisamente un dechado de rigurosidad.
Saludos
¿Y cuál es el espíritu de esa ley, Juan Carlos? ¿Que no sea delito opinar que la violencia es un instrumento político lícito, pero que opinar eso mismo sí te impida presentarte a unas elecciones donde te votarían miles de ciudadanos? ¿Acaso ocultando el problema desaparece el problema? ¿Y qué letra y qué espíritu son los de esa ley que permite conseguir jurídicamente lo uno y su contrario dependiendo de por dónde sople el viento? La arbitrariedad y la inseguridad jurídica no son mejores que la propia violencia.
Desde luego, conmigo que no cuente nadie para legitimar el delito de opinión. Si son cómplices de terroristas y asesinos, a la cárcel con ellos, que ya existen leyes anteriores a la Ley de Partidos para ello. Si no lo son pero justifican el uso de la violencia, mi condena moral más absoluta y mis peores deseos para esos impresentables, pero no la mordaza. Atajos en democracia, no, gracias.
Saludos
Cuando se viste de carnaval es dificil identificar al individuo...
Mucha gente piensa que Sortu está con disfraz.
Un beso
Tato:
El espíritú de la ley es que no se haga un uso torticero de las instituciones en favor del terrorismo, que se ha hecho.
Yo también soy partidario de que la justicia se limite a la mera aplicación de unas leyes unívocas, claras y exhaustivas, pero, como dije, se trata de un caso excepcional y en el que las intenciones están claras.
Saludos.
El problema, Veridiana, es la arbitrariedad, inadmisible en un Estado de Derecho. Sortu no tiene ningún disfraz. Todos sabemos quiénes son y qué piensan, y con la misma ley se les consideró primero ilegales, luego legales y ahora de nuevo ilegales. Con el Código Penal sobraba para meter en la cárcel a quienes ayudan a los terroristas. El problema es que hay que demostrarlo. Ya sabes, esas pequeñas incomodidades del Estado de Derecho
Besos
Juan Carlos, se empieza con los casos excepcionales y se termina en los GAL, avisando a los terroristas de las actuaciones policiales o sustituyendo a los fiscales incómodos. En cuanto al espíritu de la ley, no voy a reiterar mi anterior comentario, pero no vendría mal que echaras un vistazo a la Ley de Partidos, algunos de cuyos artículos son sistemáticamente incumplidos por los partidos autodenominados democráticos; o a algunos artículos de nuestra querida Constitución, como el 6 o el 67.2, y después me lo cuentas.
Saludos
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