¿Taxi libre?

Los taxistas se niegan a perder los privilegios de un mercado regulado, con enormes barreras de entrada, que sólo beneficia al que está dentro. Dicen que el art. 21 de la famosa ley ómnibus, de la que ya he hablado en un par de ocasiones -aquí y aquí-, les perjudica. ¿Y qué hay del interés general?

Los agricultores se cabrean porque Marruecos ha conseguido que las barreras de entrada a sus productos agrarios -los aranceles-, sean menores, y claro, a algunos les acojona la competencia. Sí, ya sé que hay quienes piensan que lo de Marruecos es competencia desleal porque las condiciones laborales de los trabajadores de allí no son como las de los trabajadores de aquí, pero a ésos les invitaría a reflexionar sobre el enorme daño que a los países pobres hace el proteccionismo de los países ricos. O, sensu contrario, sobre la enorme riqueza que genera el comercio internacional.

En definitiva, que eso de liberalizar, impulsar la sana competencia y que, como consecuencia, bajen los precios, no le gusta ni al mismísimo Rajoy -ese liberal de verdad-, que ya ha dicho que apoya a los taxistas y a los agricultores en sus reivindicaciones. ¿Y el PP aspira a gobernar este país? Tiene tomate la cosa.