La vieja se disponía a zamparse tranquilamente su almuerzo cuando un fuerte golpe la frenó en seco disputándoselo. Vale, nos lo jugamos a los chinos, le dijo algo atemorizada al agresivo rubio que la golpeó. Buscaron seis cadáveres de coquinas sobre la arena. Tres para cada uno. Gana quien llegue antes a tres, empiezo yo, apremió el rubio. Tres; cinco. Uno a cero. Tres; blanca. Dos a cero. Tres; seis. Dos a uno. Tres; cuatro. Tres a uno. ¡Gané!, gritó el rubio, eufórico y envalentonado. Y se abalanzó violentamente sobre la gusana del anzuelo sin siquiera decir adiós a la vieja.
Bemoles
Hace 21 horas
17 comentarios:
Tato, la selección natural tiene mucho de lotería, y suele ganar el que tiene más papeletas, pero no siempre, no siempre.
Hoy el aguardiente que sea del Pilar, otro zalameño de los buenos.
Ya está aquí la más chismosa de la taberna...en cuanto me entero de que corre alguna historia buena por ahí, ya te estoy visitando. Esta que cuentas ahora es buenísima y dice mucho denuestra forma de vivir. Besos, Pilar
Al principio todo es azar, mi Capitán -nacer más listo, más fuerte, más guapo, en un país rico, en una buena familia...-, y después... Bueno, después hay elecciones personales que le permiten a uno transitar por otros caminos, desvíos de ese camino principal que pueden llevarnos muy lejos o dejarnos muy cerca.
Una chismosa encantadora que siempre está al loro. Muchas gracias, querida Pilar.
Besos y un saludo marcial
Viva la vida, el arte, y el azar, Er Tato.
Y la vieja evidente.
Al principio todo es azar. Luego también. Vivir es trastocar lo azaroso que nos ocurre para que parezca destinado (o predestinado).
Y el texto, genial. Como siempre que la economía no irrumpe en esta casa (que también serán geniales, no digo que no, pero como no me entero...)
Un abrazo, querido Tato.
Es genial¡¡¡ ni me imaginaba que hubieran un "rubio" y "una vieja" por esos mundos submarinos.
¡¡Me encanta¡¡
Besos de domingo, Tato
Y ponme un cafelito con un poquito coñac...para entrar en acción..
Ganó el pasaporte a la parrilla. A veces ganar no significa vencer. La victoria no siempre conlleva el premio.
Magnífico hiperbreve con salada degustación querido Tato.
Un puñado de besos.
El azar... ya lo explicó magistralmente el amigo Woody Allen en Match Point.
A veces da la bola en la red y cae en nuestro lado y a veces cae en el lado contrario.
Pero siempre podremos amenazar de muerte al juez de silla.
:-)
¡Que viva, Javier! El azar y el arte son algunas de las salsas de la vida.
Eso lo arreglo con un par de tardes, Juanma. De todas formas, la economía y la política forma parte de nuestras vidas, aunque a algunos no os gusten. No todo a va ser buen rollito, buenos poemas, buena música, buena literatura, buenas juergas... Alguien tiene que hacer el trabajo sucio. ;-P
Pues ya ves, guapetona, las sorpresas que nos deparan las profundidades marinas. Por cierto, que la vieja es un pescado muy típico en Canarias. A la parrilla, con unas papas arrugás y un buen Grifo fresquito, está de muerte. Doy fe. Y ahi va ese carajillo de coñac. Y una copita del Pilar para mi Capitán, que se me olvidó antes.
En efecto, querido aguaó, es la guerra la que hay que ganar, no las batallas.
Sí, siempre podemos amenazar al juez de silla, amigo Maese, aunque suele ser más productivo machacarse en el entrenamiento más que el contrario para que cuando llegue el partido no dé la bola en la red. ;-)
Besos y abrazos sin sorteo
Yo creo que la vieja se dejó ganar queriendo pues, ya dice el refrán: más sabe la vieja por vieja que por rubia.
Saludos.
Me equivoqué, quise decir juez de línea (que es a quien amenazó Serena Williams). No juez de silla.
Si es por machacarse en los entrenamientos, Serena Williams tiene pinta de hacerlo ¿o a lo mejor está así de fuerte por ayuda farmaceútica?
Pero si no digo que no me gusten, es que no me entero. Ese par de tardes, por cierto, me cundirán más que al otro, ¿no? Para mí que el final terminaríamos un pelín borrachillos...de economía.
Y otra cosa: creo que este viernes próximo vuelva Alvite al programa de Herrera. Buena noticia.
Muy bien traído, Rafael, miarma. Ahñi va una rubia fresquita.
Ya me di cuenta, Maese, pero se te entendió.
Sería difícil que te cundiera menos que al otro, querido Juanma. Y sí, seguramente terminaríamos algo perjudicados empalmando un par de tardes... Por cierto, ya escuché el otro día que volvía Alvite. Y como sé que a ti y Maese os encanta y que la página web de La Razón, periódico en el que escribe actualmente de vez cuando, no permite buscar sus artículos en la hemeroteca -un cero patatero para el webmaster-, aquí llevas una búsqueda de google que te permitirá encontrar la mayoría de ellos, por si te interesa.
Abrazos nada azarosos
Está claro que en esta vida, sólo ganan los guapos.
Me encantan los relatitos pequeños como las coquinas.
Besos viejos y rubios.
Gracias Tato, ya he leído algunos.
Y es que la vejez, aunque sea denominativa, siempre es un grado.
Saludos.
Esto al final demuestra simplemente que no es más fuerte ni más listo quien sobrevive... desesperanzador.
Besos, Tato.
Publicar un comentario