martes, 3 de marzo de 2009

Confesiones de una ex ministra

Algunos ya la habrán olvidado, pero estar estuvo. Me refiero a la ex ministra de vivienda, Mª Antonia Trujillo, que escribe hoy en un periódico digital -lo hace habitualmente aunque pase un poco desapercibida-, un extenso artículo sobre la última comparecencia del Gobernador del Banco de España en el Congreso.

Y lo hace para enmendarle la plana. Pero sólo un poquito. Y además de una forma un tanto llamativa, como no importándole quedar en evidencia -y dejar en evidencia al gobierno del que formó parte-, con tal de quitarle la razón a MAFO con una sobredosis de su propio argumento. Porque resulta que el Gobernador del BdE dijo el pasado miércoles que ya en 2006 había signos de que se estaba iniciando un proceso de ajuste de la economía española. Y Mª Antonia, en un aparte entre guiones, añade un matiz que comienza con lo que parece una negación airada y termina con un pues yo más.

Léanlo completo si quieren, o quédense con el fantástico párrafo.

"Es esclarecedor que el Sr. Gobernador nos dijera que según la encuesta de préstamos bancarios la demanda de préstamos del sector privado se estaba reduciendo desde finales del año 2006, antes del estallido de la crisis financiera internacional y más en línea con los primeros signos incipientes -yo no lo creo así, puesto que los primeros signos ya se veían en abril de 2004- de un proceso de ajuste de la propia economía española, que la financiera ha acelerado."

Es una lástima que no se lo contara a Zapatero en su momento. O que lo haya callado hasta ahora.


4 comentarios:

Juanma dijo...

Sería una maldad de la señora Trujillo, por ese ministerio que le habían dado...

Un abrazo.

Juan Antonio González Romano dijo...

No, si ahora son todos unos visionarios. Claro, a toro pasado, con truco. En fin...

José Miguel Ridao dijo...

¡Mira ésta qué lista...! ¡Con lo mosquita muerta que parecía! Por algo le dieron ese Ministerio, para que no tuviera mucho que decir...

canalsu dijo...

Leí una vez: ¿qué les dá ZP que los anula aunque sean catedráticos?. Cuando llegué a la mili, al campamento, en Cáceres, en medio de una compañía - la quinta- de universitarios donde el más joven era yo con 27 años, un cabo veinteañero nos dijo lo mismo al bajarnos del tren que nos traía de Los Rosales

El paisano sargento Polaino, que cursaba tercero, insistió: nene, es la gorra militar que te hace imbécil. No te lo tomes por la tremenda, que te follan.