martes, 14 de mayo de 2013

¡Hay que ver a don Tancredo, subido en su pedestal...tralará, tralará!

El presidente del Gobierno ha asegurado que está muy satisfecho con el funcionamiento de la reforma laboral y que no tiene ninguna intención de cambiarla ni en una ni en otra dirección. Imagino que querría decir sentido, pero en fin. Le ha faltado añadir un sino todo lo contrario para rematar como buen gallego.

También ha dicho que están en un proceso de evaluación para ver los efectos que ha tenido. Y si están en un proceso de evaluación de sus efectos, ¿cómo pueden estar satisfechos? ¿y cómo pueden afirmar que no piensan cambiarla? Pues porque no están dispuestos a moverse ni un ápice aunque la realidad les arrolle.

2 comentarios:

Zapateiro dijo...

Es terrible la arrogancia con la que el "modosito" de Rajoy está gobernando.

¡Lo que nos queda por ver, Tato!

Er Tato dijo...

Pues fíjate Zapateiro que no tengo yo muy claro que sea arrogancia. Desde aquí he defendido en más de una ocasión que se trata de cobardía. Aunque es cierto que el efecto final -la inacción-, suele ser el mismo.

Y esperemos que sí, que nos quede mucho por ver, señal de que seguiremos por aquí mucho tiempo...

Besos