martes, 5 de abril de 2011

La cofradía de Monipodio

Digan lo que que digan, a los empresarios no les gusta el libre mercado. Y es normal. El ser humano es egoísta y ambicioso por naturaleza. Si por ellos fuera, intentarían que sus respectivas empresas pudieran fijar el precio de venta de sus productos, o la cantidad que venden, o los salarios que pagan. Vamos, que de monopolios y monopsonios iría la cosa y, de hecho, de eso va en algunos sectores.

Pero seamos justos. Una de las diferencias entre buenos y malos empresarios es que los primeros aspiran legítimamente a dominar el mercado con esfuerzo e innovación, y los segundos con trapicheos y maniobras orquestales en la oscuridad. Por eso, porque el libre mercado, allá donde exista, anda siempre amenazado por empresarios sin escrúpulos y gobernantes liberticidas, el Estado tiene que ser firme y contundente en su labor de árbitro, de garante de las reglas del juego.

Y para muestra, un botón.

7 comentarios:

José Miguel Ridao dijo...

Pero lo más curioso es que los (pocos) escrúpulos son ingobernables, y en realidad deberían ser una variable más a considerar en el libre mercado; de hecho casi nunca son contemplados en los análisis económicos de los economistas liberales. Tú lo tienes claro y lo dices, lo cuál te honra, pero hay muchos liberales a ultranza que pasan de puntillas sobre asunto tan peliagudo.

Un abrazo, para no perder la costumbre.

Er Tato dijo...

Bueno, poeta, ya sabes que yo soy un liberal tocapelotas que va por libre. ;-)

Un fuerte abrazo

P.S.: Y otro para Gonzalo, al que ya supongo curado de sus amagos, ¿no?

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, ahí estamos poco a poco, mañana volvemos al médico a ver qué tal sigue.

Panduro dijo...

Entre Zapatero que se va, los que vienen y las dos botellas de vodka, ya miro al futuro con más optimismo.

Er Tato dijo...

Coño, Panduro, pásame el vodka y el optimismo que acabo de leer el manifiesto ese de la juventud sin futuro. ¡Cuánto daño ha hecho papá Estado! Y algunos de los firmantes -¿jóvenes sin futuro?-, no tienen desperdicio. Por cierto, pongo el enlace bien, que el tuyo no funciona.

Saludos

Panduro dijo...

Es lo que tiene el vodka: va bien para el optimismo, pero regular para poner enlaces.

Dicen que el que invita a un tabernero, ni tiene vergüenza ni tiene dinero. Ahí llevas el vodka.

Er Tato dijo...

Tu no hagas caso de lo que digan y trae p'acá el vodka, que voy a poner unas avellanitas americanas para acompañar...

Saludos