domingo, 6 de mayo de 2007

Adoctrinar, educar, enseñar e instruir

Hace algún tiempo que quería escribir sobre estos asuntos, pero su complejidad y la controversia que suelen crear me han hecho ir retrasando ese momento. El comentario de un visitante anónimo de la taberna interesándose por mi opinión sobre la nueva asignatura de "Educación para la ciudadanía" me ha animado a hincarle el diente al tema. Aunque son términos que suelen usarse indistintamente, para mí, educar no es lo mismo que enseñar o instruir.

Empezando por éste último concepto, la instrucción es la forma más básica de aprendizaje. Requiere de poca creatividad y tiene un alto componente mecánico y memorístico. Cuando se "enseña" a un alumno a leer, se le explica cómo se resuelve una ecuación o que la revolución francesa tuvo lugar a finales del siglo XVIII, se le está instruyendo.

Enseñar es algo más que instruir. Supone estimular la creatividad de la persona, su capacidad analítica. Cuando se enseña a alguien a expresar en lenguaje matemático un problema, se le está descubriendo la utilidad de las destrezas en que se le instruyó cuando resolvió cientos de sistemas de ecuaciones sin ton ni son aparente. Cuando se le hace ver la relación entre la revolución francesa o la revolución industrial y las espectaculares consecuencias sociales y económicas que tuvieron en occidente, se le está enseñando a analizar y relacionar conocimientos. A no ser un simple depósito de información.

Y por último, la educación. A diferencia de algunos, que piensan que ésta es la última etapa del proceso de aprendizaje y que, para que sea adecuada y completa, se debe haber pasado por las anteriores, mi concepto de la educación se mueve en otras coordenadas. Llevado al extremo, creo que se puede recibir y asimilar una buena educación incluso siendo analfabeto, porque pienso que la educación debe encuadrarse fundamentalmente en el terreno de los valores humanos y no en el de los conocimientos.

Llegados a este punto, ¿debe sobrepasar el centro escolar los límites de la enseñanza para entrar en el terreno de la educación, entendida como una asignatura más? En mi opinión, no. El colegio, los amigos, los vecinos o cualquier otro ambiente social donde convivan los niños y adolescentes, debe cumplir sin duda una función educativa, pero esa función debe realizarse a través de la convivencia, los comportamientos diarios y el ejemplo de los adultos, no a través de la pizarra. Las directrices fundamentales deben marcarlas los padres y son ellos los responsables de la educación de sus hijos. No los únicos, pero sí los principales.

Por tanto, no soy partidario de aquellas asignaturas que pretenden suplantar una de las obligaciones fundamentales de los padres. Ni me parece adecuada la asignatura de religión, ni la de educación por la ciudadanía, ni otras similares. Si algunos padres prefieren que otros se encarguen de la formación moral y humana de sus hijos, son libres de hacerlo, pero que no pretendan que se impongan en un sistema de enseñanza público que debiera ser neutro.

Y para terminar, algunas maldades. ¿Puede ser fiable el contenido de una asignatura de esa naturaleza, cuyo alcance ha tenido que ser negociado con partidos políticos y alguna que otra organización católica para poder implantarla? ¿Podemos dejar la formación humana de nuestros hijos al albur de los intereses del gobierno de turno, que considera negociables los valores humanos que se deben incluir en una asignatura? ¿No es paradójico que quienes durante décadas han defendido la obligatoriedad de la asignatura de religión en los planes de enseñanza, critiquen esta nueva asignatura usando como argumento principal su riesgo de ¡adoctrinamiento!?


6 comentarios:

el aguaó dijo...

Bajo mi punto de vista, creo que la educación como tal debe ser tarea de los padres, y nunca, del profesor. Este detalle no quita que el último le dedique de vez en cuando, algunos aspectos sobre la educación en clase, pero esta parcela se debe principalmente a los padres. Estoy dacuerdo contigo en considerar la educación como valor humano de cada persona.

Un abrazo.

Reyes dijo...

La ciudadanía se enseña en casa, como el respeto a los demás, ya sean animales, personas, monumentos o tradiciones.
Eso por un lado, por mi lado.
La Religión sencillamente creo que debe de existir desde el punto de vista histórico, con la opción de que cada uno libremente decida.
La educación de los niños es tarea del profesor, pero un 90% de los padres.

Anónimo dijo...

Veamos un ejemplo.

Unos padres católicos. Desean enviar a sus hijos a un colegio que, además de las asignaturas, les enseñen catequesis y además de catequesis les enseñen el amor a la vida, les enseñen que la sexualidad humana no es sólo la posesión de unos órganos que pueden dar placer, sino que está orientada al amor del otro, a la entrega de uno mismo, a la preocreación de los hijos; que les enseñen el respeto a lo ajeno, el respeto y amor por los demás, etc.

No tiene medios económicos para llevar a sus hijos a un colegio de pago y los llevan a uno gratuito.

Llega el profesor de biología, les habla de la vida humana y les enseña las prácticas abortivas y se las explica como algo "natural", y del mismo modo que se puede colaborar con el suicidio de una persona si esta lo pide, y que esto es bueno.

No creo que estos padres estén contentos, porque le tienen que explicar a su hijo que eso que dice el maestro no es verdad. El hijo se cuestionará a partir de ese momento si será verdad algo de lo que dice el profesor. Estos padres se sentirán discriminados porque no pueden dar a su hijo la educación que ellos quieren. Si el colegio y los padres no van a la par, la educación es muy difícil.

Tengo un alumno con problemas en los estudios. Es imposible que sólo le enseñe matemáticas o inglés. A la fuerza le tengo que enseñar el valor del esfuerzo, del trabajo. La obediencia a sus padres y profesores. Que aunque hagamos bromas, me tiene que respetar y hacer caso. Y procuro educarle en el mismo sentido que lo hace su madre, porque si no en el niño se produce una ruptura.

Los profesores también están para educar, también han de ser ejemplo de valores ó virtudes. Si un profesor no da importancia a que un niño robe a los otros niños, les está enseñando que robar es un modo bueno de subsistir.

Además, yo no puedo entender que todo sea un valor. No puedo estar de acuerdo en que robar sea mejor o igual de valioso que ser generoso con los que tienen menos oportunidades en la vida. Yo pienso que existen unos valores universales, que existe el bien.

Leí a un autor que decía que educar viene de la palabra latina educere y que esta significa guiar, conducir hacia. Y él afirmaba que educar es conducir a las personas hacia la excelencia, hacia lo mejor de ellas mismas. Me gustó mucho esta idea, pero aceptarla supone reconocer que existe un bien, un "lo mejor", una excelencia humana. Y yo soy fundamentalista en esto y afirmo que sí, que es mejor ser honrado, sincero, fiel, gente de fiar, valiente, trabajador... etc.

Er Tato dijo...

Estimada Isabel:

Me ha gustado tu aportación. Haces una reflexión muy serena y "elegante", hasta el punto de que no tengo muy claro si realmente estamos en desacuerdo en la cuestión de fondo.

Siguiendo tu interesante ejemplo, hablas de cómo podría enfocar un hipotético profesor de biología el aborto o la eutanasia activa haciendo, de alguna forma, proselitismo en un sentido. Es evidente que ése no sería un buen educador, pero la solución no debería consistir en contrapesarlo con asignaturas que hagan proselitismo en sentido contrario. Lo razonable es que un buen profesor explicara que existe el aborto o la eutanasia porque es una realidad, pero que también explicase que la postura ética de cada cual al respecto es una cuestión personal que excede de sus funciones. A los malos profesores, como a los malos ingenieros o los malos panaderos, lo que hay que hacer es mandarlos al paro, no poner a alguien a que subsane sus desaguisados. Fíjate que no digo que haya que impedirles esa posibilidad a quienes, por las razones que sean, prefieren que les enseñen de manera reglada determinados valores personales y humanos a sus hijos en el colegio. Lo que digo es que ésa debería ser una opción adicional y voluntaria una vez cubierta la materia académica y sin hurtarle tiempo a la misma.

Dices que los profesores también están para educar y que han de ser ejemplo. Totalmente de acuerdo. Lo digo en mi artículo y sólo matizo que no debería usarse una asignatura para ejercer esa función. Quizás ahí discrepemos. También añadía que los adultos en general, lo que algunos llaman con bastante acierto "la tribu", tienen la obligación de educar. Pocos son los que llaman la atención a un adolescente desconocido cuando lo ven hacer una barbaridad por la calle o en el autobús, pero muchos los que andan todo el día criticando el comportamiento de nuestros jóvenes.

Por último, comparto tu fundamentalismo porque lo eres con unos valores que, como tú misma dices, son universales, y yo añado, independientes de doctrina alguna.

Un cordial saludo

Anónimo dijo...

¡Muchas gracias por la entrada!. Te agradezco enormemente que le hayas dedicado una líenas al teme. Me ha encantado saber tu opinión: he leído tu artículo y me ha gustado mucho. Lo volveré a leer con detenimiento para enterarme un poco más. Siempre se escribe más de lo que se cree.

Estoy completamente de acuerdo contigo.

Soy Católica y llevo a mis hijos a un colegio católico por que, mientras sean tan pequeños su educación y la elección de qué deben aprender me corresponde a mi. Me importa que mis hijos se eduquen en la fe católica, pero también me importa y mucho, que vivamos en un mundo libre por que sin capacidad de elegir no hay capacidad de amar.

Ahora, estudié Derecho y me fastidia soberanamante que pateen a los artículos 14. Dcho. a la Igualdad, 16. Libertad Religiosa. y 27. Libertad de enseñanaza de la COnstitución, con esta Ley Orgánica que es de INCONSTITUCIONAL.

De nuevo, muchas gracias por la entrada.

Lucía dijo...

Yo, como madre y profesora de biología, opino que los padres tenemos derecho a que nuestros hijos reciban en el colegio la educación que más se adecúa a nuestras ideas,y digo educación porque el colegio no sólo instruye ,sino que educa o deseduca en la medida que transmite o no valores a través de la actitud y las enseñanzas de los profesores.Para ello es necesario que existan colegios diferentes según la demanda y posibilidad real de elegirlos,es decir, que uno no tenga que pagar cuatro veces más por el que le gusta,para lo cual sería muy útil el cheque escolar.De este modo los padres, que somos los responsables de la educación de nuestros hijos, tendríamos la posibilidad real de educarlos a nuestro gusto.Mi experiencia con diatintos colegios me reafirma en que el colegio es una baza importante en la educación y por eso hay tantos políticos empeñados en imponernos una escuela única para uniformar a todos.