Hoy, en esta invitación aún veraniega, en los coletazos de la indolencia vacacional y el ánimo perezoso de los que apuran sus últimos bostezos, ni siquiera voy a hacer introducción alguna al artículo que les dejo sobre el mostrador. Basta con la reproducción literal de su último párrafo.
"Que la democracia interna es un ideal no exento de paradojas es obvio, pero seguramente habrá que procurar que exista algo más y algo distinto a que los partidos se limiten a ser conjuntos de palmeros que aplauden a rabiar la última ocurrencia de sus líderes, como que Rajoy decida que hay que debatir sobre la Constitución para decir quince días después que ya no toca.
Los partidos no simplemente imitan la pobreza del debate social, sino que la inducen, han descubierto que con esa simplicidad ideológica que gastan pueden seguir en lo suyo, y eso es algo que no puede sino ir a peor (para nosotros, naturalmente). En una situación de tan extrema escasez de argumentos, de tal anorexia política, debiera surgir de los medios de comunicación y de la sociedad civil un revulsivo, un empeño en hablar de lo que no se habla y en pensar sobre lo que no se piensa, porque aunque los políticos se esfuercen en negarlo, es nuestro porvenir el que está en juego, con una sociedad anestesiada, con una evolución demográfica que asusta, en una nación cuya unidad amenaza quiebra, internacionalmente casi insignificante, pese a nuestro volumen relativo, endeudada hasta mucho más allá de lo razonable y sometida, por tanto, a contingencias que pueden ocasionar una catástrofe en cualquier momento, mientras los partidos siguen dándole irresponsablemente a la manivela del gasto porque saben que todavía no nos hemos dado cuenta de que ese dinero que derrochan es el nuestro."
2 comentarios:
Con la muestra que nos presentas me basta. Me parece un texto farragoso que sólo presenta obviedades y aire.
Me alegro de que te parezcan obviedades. A mí también me lo parecen. Incluso, a veces, me siento ridículo y un poco pelma escribiendo una y otra vez en este blog sobre eso mismo. Pero después escucho y observo a la gente y me pregunto por qué, resultando tan obvio, seguimos comportándonos igual. A lo peor es que no es tan obvio como nos parece a ti y a mí. A lo mejor es que hay que seguir diciéndolo y escribiéndolo, hasta que a todos nos resulte obvio y nos comportemos conforme a tal obviedad.
En fin, que veo que la tapita de hoy te ha resultado algo insípida, así que, para compensar, te pondré una cervecita y una tapita de garbanzos con langostinos.
Saludos
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