El vídeo es de hace algo más de un año, pero vista la involución intelectual de cualquier nacionalista en el tiempo, es más que probable que su pensamiento actual sea aún más hueco e inconsistente.
Le preguntaron cómo pensaba ERC, partido de la que es segunda mente pensante, financiar el Estado catalán tras la separación de España. Si yo fuera un independentista catalán, sabría que es una pregunta de libro en cualquier rueda de prensa que ofreciese y me la habría preparado a conciencia. Por ejemplo, habría analizado los ingresos y los gastos esperables de una Cataluña independiente, los habría clasificado por tipos de impuestos y por partidas globales respectivamente, y las habría sazonado con medidas concretas para aumentar los ingresos y reducir los gastos sin aumentar impuestos ni eliminar servicios. En definitiva, me sabría de memoria todos esos datos y los presentaría de forma didáctica y creíble cada vez que me preguntaran por eso. Y más allá de que lo que contara fuese o no posible, al menos ofrecería una cierta imagen de rigor en la respuesta que demostraría que me preocupa cómo pagar todas las facturas del nuevo Estado catalán al día siguiente de la independencia.
¿Pero creen ustedes que eso es lo que responde la señora Marta Rovira? Pues si consiguen vislumbrar tras la retórica de su respuesta algo que no sean lugares comunes -tendremos una agencia tributaria propia que recaudará impuestos y los gastaremos de la manera más eficiente posible-, ya me lo cuentan ustedes.
Le preguntaron cómo pensaba ERC, partido de la que es segunda mente pensante, financiar el Estado catalán tras la separación de España. Si yo fuera un independentista catalán, sabría que es una pregunta de libro en cualquier rueda de prensa que ofreciese y me la habría preparado a conciencia. Por ejemplo, habría analizado los ingresos y los gastos esperables de una Cataluña independiente, los habría clasificado por tipos de impuestos y por partidas globales respectivamente, y las habría sazonado con medidas concretas para aumentar los ingresos y reducir los gastos sin aumentar impuestos ni eliminar servicios. En definitiva, me sabría de memoria todos esos datos y los presentaría de forma didáctica y creíble cada vez que me preguntaran por eso. Y más allá de que lo que contara fuese o no posible, al menos ofrecería una cierta imagen de rigor en la respuesta que demostraría que me preocupa cómo pagar todas las facturas del nuevo Estado catalán al día siguiente de la independencia.
¿Pero creen ustedes que eso es lo que responde la señora Marta Rovira? Pues si consiguen vislumbrar tras la retórica de su respuesta algo que no sean lugares comunes -tendremos una agencia tributaria propia que recaudará impuestos y los gastaremos de la manera más eficiente posible-, ya me lo cuentan ustedes.
Ante este nivelito del independentismo, uno no termina de entender la errada estrategia de este gobierno frente a la posibilidad de que se celebre un referéndum consultivo en Cataluña. Porque si no se consideran capaces de rebatir estos argumentos para mostrar al pueblo catalán el tremendo error que supondría la independencia de Cataluña y ganar ese referéndum, entonces es que este gobierno ya no tiene solución.
4 comentarios:
¡Tengo una cansera!
¡Uf, qué cansera tengo!
Salu2, don Tato.
Ponga usted dos rebujitos bien carga2.
Ahi van esos dos rebujitos,para que descanses...
Saludos
No quiero defender al gobierno, Tato, pero aunque se empeñase en elaborar el más serio y riguroso informe del mundo, ningún razonamiento tiene fuerza para ganarle a la mitología nacionalista, que no apela precisamente a la inteligencia del votante. En esto soy totalmente pesimista.
Bueno, Elisa, yo no hablaba tanto de informes como de información, lo más didáctica y cercana al ciudadano posible. Tampoco pretendía que se apelase a la inteligencia del ciudadano -algo del todo inútil, visto lo visto en los últimos lustros...-, sino a su egoísmo, a su comfort.
En cualquier caso, mirar para otro lado, ignorar un problema que es real, y asistir indolente al espectáculo esperando a que escampe sabiéndose poseedor del monopolio estatal de la coacción, sintiéndose vencedores en lugar de convincentes, no me parece nada inteligente. Como casi todo lo que hace el gobierno.
Besos
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