viernes, 24 de julio de 2015

Invita la casa. Hoy: De estadísticas, pobreza y pobreza estadística

De la forma de medir la pobreza y del indicador AROPE ya hablamos por aquí hace un año con motivo del reparto de fondos para la pobreza. Pero el temita sigue de moda, y como es tan dado a la demagogia y a la manipulación, iba a añadir algunos comentarios específicos sobre el indicador cuando me he topado con un magnífico artículo de Ramón Rallo que no creo que yo pudiera mejorar, y que dice cosas como éstas:

"Y eso supone un problema serio a la hora de interpretar el indicador, pues no es lo mismo ser pobre (carencia material severa) que estar en la zona de peligro para pasar a ser pobre (riesgo de pobreza o baja densidad de empleo). Por ejemplo, una persona que esté desempleada pero posea un alto volumen de ahorros aparecerá en AROPE por cuanto encajará en la categoría de “baja densidad de empleo” aun cuando no esté sufriendo (ni vaya a sufrir en el futuro previsible gracias a sus elevados ahorros) ninguna carencia material severa"

"Por supuesto, es legítimo defender que la definición de pobre no debería restringirse a aquellas personas que sufren una carencia material severa, sino también a quienes están en riesgo de pasar a padecerla. Pero lo que sí deberíamos evitar a toda costa son los malentendidos..."

"...la definición oficial de pobre (hogar que padece carencia material severa) probablemente ni siquiera se ajuste a lo que el ciudadano medio visualiza como pobre"

"Siguen siendo muchas familias en una situación muy frágil, pero si de verdad nos preocupan y queremos darles una solución específica, lo que no podemos hacer es diluir su situación real en un océano de demagogia."

En fin, que si quieren, aquí lo tienen completo. Léanlo. Si quieren, claro.


4 comentarios:

José Miguel Ridao dijo...

Y qué decir de este párrafo:

Esto significa que un hogar puede ser calificado como “pobre” por padecer una carencia material severa en caso de que no pueda permitirse estos cuatro gastos: ni unas vacaciones anuales, ni un automóvil, ni un móvil, ni hacer frente a gastos imprevistos. Es obvio que una familia que pase por tales estrecheces no puede considerarse una familia desahogada financieramente, ni siquiera de clase media, pero tampoco está muy claro que ese tipo de familia sea la que la mayoría de ciudadanos caracterizan como “pobre”.

Según la AROPE aquí en Alájar más de la mitad de los hogares son pobres, y no precisamente por no tener coche ni móvil. Hay más coches que habitantes. Y el caso es que cuando hablo con los viejos me dicen: "antes, cuando había pobres...". Pobres estadísticas, el uso que les dan los demagogos...

Un abrazo, Tato.

Dyhego dijo...

Creo que, en el asunto de los "pobres", ni son todos los que están ni están todos lo que son. Parecen perogrulladas, pero todos conocemos casos "llamativos" de gente que vive en casas miserables pero son dueños de pisos que tienen alquilados (cada cual se busca la vida como puede, por supuesto), padres que no "pueden" comprar libros de texto pero que fuman camel diariamente, etcétera.
Que no se malinterpreten mis palabras, por Dios. Hay gente que lo está pasando muy mal.
He leído el artículo que mencionas e incluso algunos de los comentarios. Hay uno que habla más bien de "empobrecimiento".

Er Tato dijo...

Es que los viejos, Ridao, no necesitan estadísticas...

Un abrazo, poeta

Er Tato dijo...

Bueno Dyhego, que hay pobreza en España es evidente. Que un pobre español no es igual que un pobre subsahariano, también. Lo triste es la compraventa de sentimientos manipulados. Se mercadea con la bondad, unas veces sincera y otras impostada, de la gente para conseguir votos o para defenestrar al adversario político. Es lo que hay. Y probablemente es lo que nos merecemos.

Saludos