lunes, 20 de julio de 2015

Las historias del abuelo cebolleta




"La deuda es una idea preconcebida que además se diseña, se lleva a los países, con la colaboración de las instituciones de la Unión Europea, para ponerles a los países la cadena perpetua de la deuda."

No se puede coger un micrófono en televisión y afirmar sin inmutarse que el endeudamiento de los países forma parte de un maquiavélico plan diseñado al alimón entre especuladores e instituciones europeas, ajeno además a los gobernantes de cada país, para hurtarle la soberanía al pueblo. O sea, que unos malvados especuladores se levantan un día con ganas de joder, se reunen con Merkel y Draghi, y diseñan un diabólico plan para obligar a los Estados a endeudarse y tenerlos después cogidos por las pelotas. Y todo eso contra la voluntad de los ciudadanos y los gobernantes de esos Estados. Porque claro, los gobiernos se resistían con uñas y dientes a gastar más de lo que ingresaban, y los ciudadanos castigaban en las urnas a quienes pretendían hacerlo. 


"Han trasladado la deuda de los bancos a la deuda pública del Estado para que la paguen ahora todos los ciudadanos griegos."

A ver, Cayo, la deuda de los bancos no es deuda pública, es deuda privada. Salvo que se trate de banca pública, ésa que tanto os gusta a los de IU. A lo mejor lo que quieres decir es que los bancos eran tenedores de deuda pública griega -que compraban endeudándose-, y cuando el Estado griego no pudo devolvérsela a su vencimiento a los bancos -y a otros prestatarios, como fondos de inversión o ciudadanos particulares-, la UE le prestó dinero a Grecia para que pudiera devolverla. Pero era tan deuda pública cuando la tenían los bancos como ahora, cuando la tienen las instituciones europeas, con la diferencia de que cuando la tenían los bancos, si no se les devolvía, el Estado griego debía declararse en quiebra, y ahora, las instituciones europeas, esos terroristas financieros, renegocian una y otra vez la deuda para continuar la ficción de que el Estado griego es solvente y le ofrece intereses inferiores al mercado. Y por cierto, la tenían pagar los ciudadanos griegos tanto antes como ahora.


"A este país [España] lo han endeudado los especuladores financieros en el periodo de la burbuja inmobiliaria, que endeudaron por encima de las posibilidades de este país a la gente y ahora hacen que lo paguemos los ciudadanos."

¿Y qué tienen que ver las deudas privadas de los ciudadanos contraídas durante la burbuja inmobiliaria, con la deuda pública que, desde 2007, casi se ha triplicado por decisión de los gobiernos elegidos por los ciudadanos? Se ve que el señor Cayo Lara tiene un pequeño cacao mental con esto de las deudas privadas y las deudas públicas. Incluso el otro día me sorprendió con un tuit en el que afirmaba que una de las asignaturas pendientes de Europa es impedir que los países se endeuden.

Menudo cacao mental tiene este hombre. O quizás no. Y lo peor es que a todos estos demagogos ignorantes les acercan un micrófono y sueltan estas leyendass urbanas que le suenan bien al pueblo, que al pueblo le encanta comprar, porque no hay nada que le guste más al pueblo que el perdón de sus pecados, que le digan que la culpa siempre es de otro, que había un plan preconcebido para subyugarlo pero que, gracias a Dios, hay iluminados que le muestra el verdadero camino.

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Menudo galimatías entre deudas soberanas, públicas, privadas, bancarias, estatales...

Er Tato dijo...

Bueno, lo más preocupante, con serlo bastante, no es que un político que hasta hace tres días aspiraba a gobernar no se aclare con esos conceptos de los que habla tan alegremente sentando cátedra para millones de espectadores, sino que realmente se crea que la deuda pública que el gobernante de turno decide contraer libremente para complacer a su pueblo y que le sigan votando, no es más que una conspiración judeomasónica de unos cuantos amiguetes poderosos.

Si realmente lo cree, es para que se lo haga mirar. Y si no lo cree y aprovecha el altavoz de la televisión para difundirlo y que el personal piense que la deuda es ilegítima y que no se debe pagar, entonces es un sinvergüenza de marca mayor.

Saludos