Está últimamente el señor Cayo Lara que se sale del pellejo en Twitter.
Decía el otro día que los hijos de trabajadores que habíamos estudiado en la Universidad no debíamos olvidar nunca que fue gracias a la lucha de la izquierda y los sindicatos.
Decía el otro día que los hijos de trabajadores que habíamos estudiado en la Universidad no debíamos olvidar nunca que fue gracias a la lucha de la izquierda y los sindicatos.
Hombre, en mi caso, pude estudiar en la Universidad gracias a las denominadas Universidades Laborales que creó Franco allá por 1.955 para los hijos de obreros. Y gracias a mi esfuerzo, claro. Sin duda, no olvidaré ninguna de las dos cosas. Imagino que quienes hayan estudiado su carrera gracias a la izquierda y a los sindicatos, si es que hay alguno, tampoco lo olvidarán.
Y hoy escribía también que la reforma laboral abarató el despido a 20 días por año y que los trabajadores despedidos perdieron miles de millones que no pagaron los empresarios.
Habría que recordarle al señor Lara al menos un par de cuestiones.
En primer lugar, que las indemizaciones por despido en España se crearon durante la dictadura de Franco, mediante la Ley de Contrato de Trabajo de 1944, modificada mediante decreto en 1956, ratificado en el texto refundido de la Ley de Procedimiento Laboral de 1973, que sufrió una modificación mediante Real Decreto el 16 de Julio de 1976, a los pocos meses de la muerte del dictador, gracias a la cual la indemnización por despido improcedente podía llegar ¡¡hasta las 120 mensualidades!! -es preciso recordar que desde la aprobación del Estatuto de los Trabajadores hasta las últimas reformas laborales, la indemnización máxima era de 42 mensualidades-, y que finalmente se volvió a modificar en 1977 mediante Real Decreto-Ley, reduciendo la indemnización máxima a 60 mensualidades.
Y en segundo lugar, que ni la reforma laboral de Zapatero ni la de Rajoy abarataron el despido objetivo a 20 días por año trabajado, puesto que tales indemnizaciones ascendían ya a 20 días por año trabajado desde 1980, conforme al art. 53.1.b) del Estatuto de los Trabajadores, y así permanecen hasta la fecha.
En fin, que un pelín menos de soberbia y un pelín más de rigor intelectual no le vendrían mal al señor Lara antes de atribuirse méritos en exclusiva o de afirmar según qué cosas.
6 comentarios:
Eso de colgarse medallas es algo que aprenden los políticos en una clase nada más.
Salu2, don Tato.
Y aprueban con Matrícula de desHonor...
Saludos
Como siempre dice usted medias verdades. Afirma, que ni la Reforma Laboral de Zapatero ni la de Rajoy abarataron el despido objetivo, que los 20 días de indemnización viene desde el año 1980. Permítame un matiz: la regulación del despido objetivo hasta que llegó este gran estadista que es Rajoy era ambigua, tanto que en la práctica las empresas no podían hacer uso de ella, por lo que casi se puede afirmar que no existía la posibilidad de despedir con 20 días por año, pero llega el ínclito Rajoy y lo primero que hace es devolver favores a los empresarios y clarifica a la medida de estos la regulación del despido objetivo, así que sin cortarse un pelo, en plena crisis, dicta en su Reforma lo siguiente, "la reducción persistente durante tres trimestres consecutivos de ingresos o ventas será motivo suficiente para que las empresas recurran al despido" Ni que decir tiene que esta medida goza de una gran popularidad entre los empresarios.
Así que sí, Sr, Tato, la Reforma Laboral de Rajoy abarató el despido a 20 días por año, diga usted lo que diga
Vaya, Anónimo, el primer comentario en el que no me insulta y además argumenta. Vamos progresando...
Veamos. Usted mismo dice que lo que hizo la reforma de Rajoy fue clarificar una legislación ambigua para el despido objetivo. En eso estamos de acuerdo, pero ¿acaso le parece usted mal que se clarifique la ambigüedad de una norma legal para intentar incremenar la seguridad jurídica de las partes?. No obstante, lo que dice Cayo Lara es exactamente que "la reforma laboral abarató el despido a 20 días por año", y eso es claramente falso, así que ¿quién juega aquí con medias verdades?. El despido objetivo sigue siendo de 20 días y nadie lo ha abaratado a 20 días.
Por otro lado, le puedo asegurar que la reforma laboral en la práctica, en ése y otros aspectos, está siendo tumbada sistemáticamente por los tribunales. Y le hablo por propia experiencia. También dijo algo parecido Pedro Sánchez hace unos meses, y los datos de sentencias judiciales le quitan la razón a él, a Cayo Lara y a usted. Si ahora fuera más fácil demostrar el despido objetivo, ¿no se habría producido un notable incremento de sentencias por despido desestimadas, es decir, favorables a los empresarios respecto de épocas anteriores a la reforma? Sin embargo, la media de los años 2012 y 2013 fue del 23,5%, mientras que la media del periodo 2004-2011 fue del 26,25%, es decir, tras la reforma, los empresarios ganan un 10% menos de demandas por despido. ¿Cómo puede ser que si los empresarios tenían más fácil el despido a partir de 2012, les tumbaran en los tribunales más demandas por despido que antes de la reforma?
Dicho esto, el que de verdad se ha abaratado con la reforma es el despido improcedente, que ha pasado de 45 días por año trabajado y 42 mensualidades como máximo, a 33 días por año trabajado y 24 meses como máximo. Aunque, desde mi punto de vista, esa reducción se quedó cortísima. Pero esa es otra historia...
Saludos y enhorabuena
A su pregunta de que si me parece mal que se clarifique la ambigüedad de una norma legal, le diré que no, siempre que la clarificación no perjudique a la parte más débil. ¡Qué le vamos a hacer, es que soy así raro!
Verá, ¿pero no sería conveniente saber el número de demandas de los dos periodos que señala para valorar mejor su argumento?
Porque claro, así, a bote pronto, no hay quién se crea que antes de la ocurrencia de Rajoy (Reforma Laboral) los jueces lo tenían más fácil para dar la razón a los empresarios.
¿Estamos ante otra medias verdad suya?
Verá, yo hago un enorme esfuerzo en mis entradas para no decir jamás medias verdades. En ellas dejo siempre bien claro qué es opinión, y por tanto discutible, y qué es información. En casi todas ellas hay abundantes enlaces a los datos originales, y cuando son de elaboración propia, a sus fuentes, para que cada cual pueda formarse su opinión y rebatir la mía con argumentos si lo desea.
Y tiene razón, sería conveniente saber el número de demandas de los dos periodos para valorar mejor mi argumento. Y por eso, porque tiene usted razón, en mi respuesta anterior le incluí un enlace en la frase "...Pedro Sánchez hace unos meses", que le vuelvo a incluir para que no se le olvide de nuevo leerlo, en el que ya aportaba esa información que usted solicita, citando además la fuente bajo el último cuadro, y de cuya supuesta ocultación me acusa para fundamentar mi, según usted, falta de rigor en los datos o verdades a medias.
No obstante, si tampoco se cree esos gráficos, le vuelvo a facilitar la fuente que allí citaba por si quiere comprobar que no los he manipulado aunque, visto lo visto, tengo serias dudas de que sea capaz manejar siquiera una simple hoja de cálculo: Estadísticas del Consejo General del Poder Judicial.
A partir de ahí, crea usted lo que quiera creer si lo que quiere es que la realidad no le estropee una buena pataleta, pero al menos lea con atención las respuestas que le doy si no quiere seguir haciendo el ridículo. Le ciega a usted la demogagogia y el sectarismo, y eso y sus gracietas, no le dejan en demasiado buen lugar. Esas son las desventajas de comentar como Anónimo, que no puede borrar sus tonterías cuando después comprueba que lo son.
En fin, que cree el ladrón que todos son de su condición.
Saludos, artista
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