Tal día como hoy de hace ya dos años, tomó posesión de su cargo el señor Mariano Rajoy. O no, como se apresuraría a añadir él mismo.
Y desde entonces, ni la prometida regeneración democrática -indultos vergonzosos, politización de las instituciones, falta de transparencia, corrupción...-, ni la prometida austeridad del sector público -la deuda pública disparada, la mayor subida de impuestos de nuestra democracia...-, ni el impulso del libre mercado y la competencia...
Respecto de esto último, fíjense en la última de este gobierno de pandereta. Algunas instituciones como la CNMV o la ya extinta CNC, llevan años alertando sobre la falta de transparencia y competencia en la formación de los precios de la energía eléctrica. A pesar de ello, este jueves -sí, anteayer-, a propuesta de este gobierno, el Parlamento aprobó la Ley Eléctrica, que bendecía la subasta como mecanismo de formación de precios. Este jueves -sí, anteayer-, se produjo la subasta trimestral para fijar el precio. Y este viernes -sí, ayer-, el gobierno anuló el resultado de la subasta.
Dice que porque no ha habido suficiente competencia, porque ha habido manipulación y falta de concurrencia real. Y tiene razón. Lo que ocurre es que esto lleva años siendo así. Y que todos los involucrados -el gobierno el primero-, lo sabían. Y que esta vez, en lugar de bajar o subir muy poco, ha subido, y mucho. Y que el resultado era políticamente, insisto, políticamente, inadmisible. Y que hace dos días aprobaron una ley que confirmaba ese mecanismo de formación del 40% del precio de la energía eléctrica, porque el otro 60% es un precio exclusivamente político. ¡La improvisación al poder...! ¿Qué digo? ¡Si la improvisación ya está en el poder...!
Así que sí, señor Rajoy, como se ve, una mitad de legislatura que ha brillado por la regeneración democrática de las instituciones, por su transparencia, por su lucha titánica contra la corrupción, por la seguridad jurídica, por la racionalización de las cuentas públicas, por la apuesta decidida por el libre mercado, por la cuidadosa planificación de las decisiones...
En fin, que ya puede irse usted tranquilo, pero váyase pronto, por favor.
Y desde entonces, ni la prometida regeneración democrática -indultos vergonzosos, politización de las instituciones, falta de transparencia, corrupción...-, ni la prometida austeridad del sector público -la deuda pública disparada, la mayor subida de impuestos de nuestra democracia...-, ni el impulso del libre mercado y la competencia...
Respecto de esto último, fíjense en la última de este gobierno de pandereta. Algunas instituciones como la CNMV o la ya extinta CNC, llevan años alertando sobre la falta de transparencia y competencia en la formación de los precios de la energía eléctrica. A pesar de ello, este jueves -sí, anteayer-, a propuesta de este gobierno, el Parlamento aprobó la Ley Eléctrica, que bendecía la subasta como mecanismo de formación de precios. Este jueves -sí, anteayer-, se produjo la subasta trimestral para fijar el precio. Y este viernes -sí, ayer-, el gobierno anuló el resultado de la subasta.
Dice que porque no ha habido suficiente competencia, porque ha habido manipulación y falta de concurrencia real. Y tiene razón. Lo que ocurre es que esto lleva años siendo así. Y que todos los involucrados -el gobierno el primero-, lo sabían. Y que esta vez, en lugar de bajar o subir muy poco, ha subido, y mucho. Y que el resultado era políticamente, insisto, políticamente, inadmisible. Y que hace dos días aprobaron una ley que confirmaba ese mecanismo de formación del 40% del precio de la energía eléctrica, porque el otro 60% es un precio exclusivamente político. ¡La improvisación al poder...! ¿Qué digo? ¡Si la improvisación ya está en el poder...!
Así que sí, señor Rajoy, como se ve, una mitad de legislatura que ha brillado por la regeneración democrática de las instituciones, por su transparencia, por su lucha titánica contra la corrupción, por la seguridad jurídica, por la racionalización de las cuentas públicas, por la apuesta decidida por el libre mercado, por la cuidadosa planificación de las decisiones...
En fin, que ya puede irse usted tranquilo, pero váyase pronto, por favor.
13 comentarios:
Con tu permiso, Tato, mando esto a facebook.
Pasa unas Felices Fiestas
y que 2014 mejore lo visto
Salud
Al paso que lleva Rajoy, va a dejar en buen lugar a Zapatero.
¡Dios, qué malos políticos tenemos!
Salu2 navideños, Tato.
Ponga usted una copita de cava, por favor.
Ahí le dejo las vueltas para el bote.
Puedes mandáselo a Rajoy también si quieres... ;-)
Felices fiestas y buen 2014
Saludos
Hombre, Dyhego, superar a Zapatero es complicado, pero si le pone un poquito de más empeño, quién sabe...
¡¡Ploofff!! Venga, arrima la copa que se derama...
Felices fiestas, Dyhego, y buen 2014.
Saludos
"Ha habido una clarísima manipulación en la subasta pero no le puedo decir cuándo, dónde ni de quien"… el ministro (de Rajoy).
"Vamos a intentar arreglarlo"… Mariano el electricista, gastos de desplazamiento y presupuesto aparte.
A estas alturas no albergo duda de que Zapatero no es lo peor que hemos visto, lo has etiquetado tu… El presidente del gobierno, Mariano Rajoy es un sinvergüenza. Yo lo hubiera dejado en un fresco insensible, caradura, un chulo…
El problema no es que Rajoy sea un sinvergüenza, que lo es. El problema es que si le das a la etiqueta también aparece UGT, Griñán, Valderas, muchos de nuestros parlamentarios, parte del gobierno actual... Vamos, que la anécdota se hace categoría, amigo canalsu.
Saludos
Como conoces desde hace tiempo, eso ya lo daba por etiquetado.
Felices fiestas a los habituales de la taberna, a los que están de paso y, particularmente, al tabernero.
Felices Fiestas Tato.
(De parte del anónimo habitual)
Por cierto, Rajoy a los tres meses de Gobierno ya había demostrado su incapacidad mental, lo otro, lo del dinero en negro ya se sabía. .
Igualmente, Canalsu.
Un abrazo
Coño, Tato, sigo esperando que reacciones y me felicites las navidadeso,o tendré que añadir un nuevo desajuste de comportamiento a tu ya larga lista.
Lo siento, Anónimo, pero no me va la hipocresía...
Bueno Tato, si no vas a observar, ni durante las Navidades, una pausa en tu errática forma de entender procesos elementales de sociabilidad será mejor que cerremos aquí "nuestra relación". Mentiría si dijera que ha sido un placer. No, no lo ha sido, pero me has enseñado que a tu lado soy una buena persona y eso que llevo como una pesada carga defectos que no quisiera tener, claro que nada comparable con los tuyos. Eres paradójico, tienes detalles de una sólida inteligencia desperdiciada, pero en lo fundamental, en aquello que nos distingue y nos sitúa por encima de lacras mentales, chirrias como un fanático sin pizca de cerebro o sentimientos superiores (generosidad, bondad, ponerse en el lugar del más débil, etc).
Me conforta saber que por mucho que estudies nunca podrás alcanzar
el lugar inaccesible para gentes como tú, el del sentido común.
Ahí te quedas. Allá tú...
¡Ojú, chiquillo, qué berrinche has cogido porque no te he felicitado las Navidades...! No sabía que fuera obligatorio, ni que eras de los que aprecias la hipocresía a sabiendas.
Verás, Anónimo, tras llevar meses entrando en la taberna para insultarme comentario sí y comentario también, entras un día, y por aquello del mal entendido espítiru navideño, vas y me deseas felices fiestas, así, como si nada, como si fueramos colegas o amigos. Y no, no lo somos. Ni deseo serlo mientras tus argumentos para el debate sean únicamente los insultos.
Podría haberte contestado entonces lo que te estoy contestando ahora, pero no, resulta que decidí ser educado y no crear mal rollo, así que simplemente me quedé callado. Y hete aquí que días después me reprochas mi silencio y reclamas, casi exiges, que te felicite las fiestas, y rematas con otro intento de insulto. Cuando, a la vista de tu insistencia, te explico por qué no te he felicitado las fiestas, resulta que te entra un ataque de sinceridad, y que si nuestra relación no ha sido un placer, que si eres mejor persona que yo, que si soy un fanático descerebrado y sin sentimientos... En fin, una rabieta simplemente patética y esclarecedora.
Espero que cumplas tu palabra y no aparezcas más por aquí aunque, visto lo visto, y que ya has amenazado otras veces con no volver, me temo que no será así...
¡Ah! Y quede claro que no le deseo ningún mal a nadie -tampoco a ti, por supuesto-, pero no me apetece desearle felices fiestas a quienes se dedican constantemente a faltarme al respeto e insultarme sin conocerme de nada. A lo mejor es que soy un tio raro. O a lo mejor los raritos sois los que os dedicáis a crear mal rollo durante todo el año y después deseáis felices fiestas con el mismo afecto con el que os tiráis un pedo.
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