Por una vez estoy de acuerdo con Rubalcaba: a nuestro país le hace falta una reforma fiscal en profundidad.
Pero sólo en eso. Porque la reforma no debería perseguir ni una recaudación adicional de 40.000 millones -más bien mantenerla o reducirla y reasignar las cargas-, ni endurecer unos impuestos -los de patrimonio, donaciones y sucesiones-, que ni siquiera deberían existir por manifiestamente injustos.
De todas formas, a ver si me sorprenden y son valientes e imaginativos. Simplificar los impuestos directos unificándolos en uno: un impuesto sobre la renta de las personas físicas comprensivo de todos. Eliminar el impuesto de sociedades y los relacionados con el patrimonio. Gravar los flujos de renta sin distinguir su naturaleza, no los stock de riqueza.
Pero sólo en eso. Porque la reforma no debería perseguir ni una recaudación adicional de 40.000 millones -más bien mantenerla o reducirla y reasignar las cargas-, ni endurecer unos impuestos -los de patrimonio, donaciones y sucesiones-, que ni siquiera deberían existir por manifiestamente injustos.
De todas formas, a ver si me sorprenden y son valientes e imaginativos. Simplificar los impuestos directos unificándolos en uno: un impuesto sobre la renta de las personas físicas comprensivo de todos. Eliminar el impuesto de sociedades y los relacionados con el patrimonio. Gravar los flujos de renta sin distinguir su naturaleza, no los stock de riqueza.
2 comentarios:
Jajaja. Un surtidito de payasadas tus recetas, jajaja. ¡Qué gran payaso eres, Tato!
Pena de país... y de paisanos.
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