miércoles, 27 de octubre de 2010

Y el espectáculo comienza de nuevo

Al portavoz del grupo parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, le resulta inimaginable que un partido democrático se reúna con Batasuna, así que una de tres, o el PSOE no es un partido democrático, o Alonso es un cínico, o...

Que la Ley de Partidos, ese engendro surgido de la democracia formal y el cinismo partitocrático, sirve para un roto y para un descosido lo demuestran las sentencias judiciales que la han usado en sus fundamentos jurídicos para una cosa y su contraria, o su uso partidista desde el Ministerio Fiscal en función de por dónde deba uno mancharse de barro la toga. Ahora, para complementarla, PSOE y PP se han puesto de acuerdo para reformar la Ley Electoral. Pero no se alarmen, no, que no es para mejorarla -vaya susto, ¿eh?-, sino para inhabilitar a cargos electos cuyo partido haya sido declarado ilegal de manera sobrevenida salvo, claro está, que ese cargo electo, palabrita del niño Jesús mediante, abjure de su partido y -esto no lo dicen, pero seguro que lo piensan-, se deje caer en los brazos de partidos decentes, que ésos sí que cuidarán de él y de su acta de cargo electo.

Y es que a algunos les parece suficiente que energúmenos cuya catadura moral les permite asumir la violencia como instrumento legítimo para defender sus ideas y dormir a pierna suelta por las noches, puedan redimirse con una simple declaración de rechazo. ¡Como si quisieran hacernos creer que les da más grima mentir que jalear el asesinato!

En fin, que se abre el telón y comienza de nuevo el espectáculo. Si se perdieron las anteriores representaciones, permanezcan atentos al proscenio, que no les deslumbren las candilejas y, sobre todo, no pierdan de vista la trama principal en la penumbra del escenario. El ambigú permancerá abierto en los entreactos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Decía Schiller que el peor carácter es aquel muy exigente con los demás y muy poco consigo mismo. No se puede acusar a nadie de candidez cuando acto seguido se sugiere que el remedio es abrir cauces políticos a los asesinos. Llevan 30 años simultaneando muertes con presencia política en todas las instituciones con diferentes alias. Y esa aparente normalidad sólo ha servido para que se rían en la cara de todos esos cándidos que se apuntan al carro del diálogo permanente y las ansías infinitas de paz. El infierno está lleno de buenas intenciones
Y volviendo a la exigencia, los fanáticos nacionalistas tienen la voluntad y el coraje de defender sus objetivos comprometiendo sus vidas y en la otra parte sólo encuentran una endeble retórica que apela a la ley y a un futuro en el que la razón vencerá. Memeces. Si creemos en la ley debemos aplicarla con rigor. Debemos tener el coraje cívico de hacer lo debido. A quien incumpla las leyes a la cárcel con él y sin paños calientes. Un asesino de 25 personas no puede salir a la calle cumpliendo 20 años. ¿A alguien le parecería desproporcionado una cadena perpetua para semejante caso? Si es así el individuo en cuestión se ha equivocado de especie, genéticamente es un rumiante que produce abundante lana y vive con miedo permanente al malvado lobo.

Anna

Juan Carlos Garrido dijo...

Puede ser que las tres a la vez.

Saludos.