Es una pena que la edición de Andalucía de El Mundo no esté en la red. Sobre todo porque así podría poner el enlace y ahorrarme volver a escribir los pasajes más jugosos de la entrevista de hoy a Manuel Arias Maldonado, un joven profesor malagueño. Ideas claras y pocos pelos en la lengua.
Pregunta-. Se supone que cosas así (refiriéndose a la pedagogía pública) se aprenderán en Educación para la Ciudadanía.
Respuesta-. Bueno, soy escéptico al respecto de lo que una asignatura pueda enseñar en España. Luego el chico sale de clase, le pega una patada a un gato y a su padre no le parece mal.
Pregunta-. ¿Sociedad liberal verde entonces?
Respuesta-. Inevitablemente. Otra cosa es que en España se asocie el liberalismo al conservadurismo, por ejemplo, cuando es su opuesto. La sociedad sostenible no puede resultar de la sola acción del Estado: es que no funciona.
Pregunta-. Y llegamos al estado de la Universidad española, donde tampoco parece que haya un caldo de cultivo para debates profundos...
Respuesta-.....Si la sociedad civil no quiere informarse, ¿de qué sirve que la Universidad profundice en el debate? Es difícil profundizar en ningún debate si das clase a estudiantes que no leen el periódico. ¡España es la sociedad con menor nivel de información política de Europa! Esa ignorancia implica que sus preferencias políticas están dictadas por impulsos emocionales, adscripciones dogmáticas, filiaciones familiares; todo, menos una evaluación serena de hechos y actuaciones. En una palabra: el simplismo de la opinión pública española es espeluznante. Tenemos una sociedad civil que no ejerce ningún control sobre el gasto público, ni sobre los medios de comunicación, públicos y privados, ni sobre la calidad de los productos a la venta, y así sucesivamente. España carece de opinión pública propiamente dicha.[....] Y ello se debe en gran medida a que la clase política ocupa demasiado espacio social. [....] Cuanto más espacio ocupa el sistema político, más depende la sociedad del mismo para funcionar, menos autonomía y libertad poseen los ciudadanos. Y mayor será entonces, necesariamente, el grado de corrupción. La sensación de impunidad con que se mueve el político español es asombrosa.
6 comentarios:
¿Dónde hay que aplaudir, amigo Tato?
Todos sufrimos esta situación en la docencia. Has tardado en llegar pero has traído otro post de 10 Besos, Pilar
Como dice mi tía cuando vuelve de Pilates: ¡oxígeno, oxígeno!
Qué gusto leerlo, por triste que sea.
¿No resulta paradojico que una generación que ha vivido en libertad para informarse y crearse una opinión sobre lo que les rodea sea la que menos interes tiene en hacerlo a diferencia de generaciones anteriores con una vivencia diferente?¿no será que lo que es "gratis" no se valora y ademas es infinitamente mas comodo no preocuparse?, creo que la situación que describe en mayor o menor medida es culpa de todos.
En la cara de algunos, querido profe, en la cara de algunos...
Bueno Pilar, el mérito es del entrevistado, así que el 10 para él, que los besos ya me los quedo yo.
¿Tan lejos está Pilates, Carlos? ;-)
Bueno Cibeles, a mí que me registren. Porque me cuesta Dios y ayuda mantenerme firme cuando mis hijos me comparan con los padres de sus compañeros o amigos que les consienten todo a sus hijos, pero lo hago porque a mí no me compensa el cariño a corto plazo.
Gracias por vuestros comentarios. Sobre todo porque últimamente ando un poco desconectado e imagino que debe ser decepcionante entrar en la taberna y comprobar que sigue sin actualizarse. Ya vendrán tiempos mejores. O eso espero.
Besos y abrazos
Tato, en lo de las comparaciones estamos en el mismo barco, yo tambien salgo perdiendo siempre, pero es precisamente por eso, la sociedad hace que tengamos batallas mayores que pelear y en aras de no tener un campo de batalla permanente se abandonan otras y esta es una de esas. Saludos
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