El traje era auténtico arte y él un impostor. Pero no lo supo hasta el preciso instante en que el silencio se inquietó con el quejido oxidado de la puerta de chiqueros y le chorrearon las entrañas…
Bemoles
Hace 21 horas
Opiniones para discrepar
2 comentarios:
Lo que de toda la vida de Dios llamose "jindama" (a más de uno le habrá pasado, ¿no?). Es complicado que en una frase y media se pueda visualizar un relato, pero se visualiza perfectamente.
Abrazos.
O cagarse por las patas abajo...
Un abrazo
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