Bueno, lo que le está pasando a Antonio Salas, magistrado del Tribunal Supremo, es lo de siempre. Alguien tiene una opinión, la manifiesta públicamente con argumentos que pueden o no ser compartidos, y le cae la del pulpo por ser un elemento políticamente incorrecto cuando no directamene un retrógrado. Nada nuevo bajo el sol. Salvo la valentía de muy pocos y la cobardía de muchos.
En fin, otro déjà vu...
En fin, otro déjà vu...
2 comentarios:
Sigo pensando de modo parecido a como lo hacía en mi respuesta a tu entrada enlazada: el derecho a la libertad de expresión (que si no es el derecho de los derechos por ahí anda)está jodido. No sé por qué las respuestas a lo que dice alguien son un linchamiento y no otras respuestas educadas y articuladas que permitieran la apertura de un debate entre ideas contrapuestas. Hoy puedo decir lo que me dé la gana, pero si a cambio obtengo una sarta de estupideces o insultos, puede que mañana me lo piense dos veces y me calle. Aunque sólo sea por mero hartazgo. La base de todo es ignorancia y maldad, que siguen siendo tan sinónimos como te decía allí, en la otra entrada.
Por otro lado, no veo tanta barbaridad en lo que ha dicho el magistrado. Quien pega a una mujer es antes un delicuente que un machista. Unos roban joyas o carteras, otros matan por ideas políticas y otros pegan a su pareja. Cada uno tendrá una pena distinta, pero todos son delincuentes. Por un lado, se puede ser un machista perfecto al tiempo que pacífico hombre. Por otro lado, no es ilegal ser un machista, no comete delito quien lo es. ¿No?
Un abrazo.
Bueno Juanma, en este tipo de "debates" domina el sectarismo, ese bosque que no nos deja ver el árbol o ese dedo al que nos quedamos mirando con cara de tonto mientras señala a la luna. Qué le vamos a hacer. Yo me cabreo mucho conmigo cuando me sorprendo a mí mismo en ese agujero. Porque no lo voy a negar, a veces caigo en esa enorme estupidez de denigrar automáticamente el mensaje cuando no me gusta el ropaje ideológico del mensajero. Sólo me consuela tener la consciencia, aunque sea ex post, de que en esos momentos estoy haciendo el imbécil.
Y no, ser machista no es un delito. De momento...
Un abrazo
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