viernes, 12 de diciembre de 2014

Limpiándose la baba del traje...

Como decíamos ayer...

Tremendo titular el del editorial de hoy en el periódico El Mundo: "Google no puede obstaculizar el acceso a la información en internet". Y ni se ponen colorados los tíos.

Dicen que lo fundamental es garantizar, en cualquier caso, que los lectores sigan accediendo a los contenidos de medios digitales con normalidad. También admiten que los periódicos se benefician de la tecnología de Google. Y que Google quiere negociar con cada medio por separado, y que de eso, nada de nada, que hasta ahí podíamos llegar. Pero vayamos por partes.

¿Qué es eso de que Google quiere obstaculizar el acceso a la información en internet? ¿Quiénes han llamado parásito a Google por prestar a los ciudadanos un servicio gratuito que, al tiempo que facilitaba  el acceso a la información, aportaban tráfico e ingresos a los propios medios digitales? ¿Quiénes pretendían cobrar a Google por prestar ese servicio por el que no cobra? ¿Quiénes han provocado que Google cierre ese servicio? Y entonces, ¿alguien no tiene claro aún quiénes obstaculizan el acceso a la información en internet?

Ahora, cuando han comprobado las consecuencias de su avaricia y de su ignorancia, reclaman que se garantice a los lectores que puedan seguir accediendo a los contenidos de medios digitales. ¿Y acaso que Google cierre su servicio de noticias lo impide? ¿No puede el usuario teclear la URL del medio que desee leer, en algunos casos previo pago a ese medio de un precio, y mantenerse informado? Entonces, ¿en qué medida impide Google que se siga accediendo a los medios digitales? ¡Ah! ¡Que Google les enviaba a sus portales mogollón de tráfico de usuarios que querían ampliar la información que, a modo de resumen, ofrecía Google News y ahora se van a quedar sin ese tráfico que les generaba pingües beneficios por publicidad! Haberlo dicho antes, hombre... Que no es por el derecho a la información de los ciudadanos, que es por el vil metal. ¡Acabáramos!

Si hasta admiten ahora que los periódicos ganaban dinero con Google News. ¡Hay que ser gilipollas...!

Y por último, parece que no terminan de enterarse. Que si Google quiere negociar individualmente, que si quiere imponer su posición de fuerza y no se lo van a permitir, ¡que ha dicho que se va, que se pira, que au revoir, que arrivederci, que ahí os quedáis...!

Hasta la Asociación de Editores de Diarios Españoles, acojonada por la que han liado, emitió ayer un comunicado en el que "requiere la intervención de las autoridades españolas y comunitarias, y de las autoridades de la competencia, para proteger de manera eficaz los derechos de los ciudadanos y de las empresas". ¿Se puede ser más patético? Ahora piden ayuda a las mismas autoridades a las que exigían leyes para chuparle la sangre a Google. Y como Google no se deja, piden que la amarren a la camilla.

Hay que ver la que ha liado el pollito...







2 comentarios:

Panduro dijo...

Son patéticos.

[Los editores]... no renuncian a defender, como principio, que los contenidos de los medios tienen valor por sí mismos. Como si Google le negara ese valor, simplemente no está dispuesto a pagar lo que le piden, ni le interesan las condiciones que le imponen.

¿Ahora que quieren, que el gobierno obligue a Google o, peor aún, que nos obligue a todos, a pagarles? A la mierda, hombre.

Además de sectarios, son unos ventajistas cobardes.

Saludos amigo.

Er Tato dijo...

Ya sabes, neoliberalismo, el colmo del libre mercado sin restricciones, la libertad sin control, y tal y tal...

Y que a estas alturas sigan diciendo que Google es un monopolio... Quienes aplican a la economía digital los mismos parámetros que a la economía tradicional no se enteran de nada.

Algunos todavía siguen con aquello que nos enseñaban en EGB de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos Sociedad Anónima (CAMPSA) o de Telefónica o de RENFE, cuando los monopolios significaban precios y cantidades intercambiadas a capricho de los políticos, sin incentivos ni para investigar e innovar, ni para reducir costes con objeto de ser más competitivos, ni para prestar un buen servicio a sus clientes cautivos, etc.

Cuando esos ignorantes comprueban ahora que hay empresas, como Google y otras, en las que son sus propios clientes o usuarios, y no el político de turno, los que las aupan con su libre decisión de utilizar sus servicios a cuotas de mercado casi monopolísticas, pero que a pesar de ello, pagan buenos sueldos a sus empleados, se gastan una pasta en investigar e innovar o se preocupan de dar un excelente servicio a sus clientes, entonces se quedan descolocados y se limitan a balbucear mientras babean, ¡seño, seño, que Google me ha pegado, castíguelo usted!

En fin, que todo esto resulta muy clarificador de la clase empresarial que tenemos en este país, en general, tan mediocre, envidiosa y torpe, que le da pánico la libertad, la competencia y el libre mercado.

Saludos