No sé por qué tanto jaleo con el asunto de que los magistrados del Tribunal Constitucional militen en partidos políticos o tengan ideología manifiesta y expresa. Que el Tribunal Constitucional es un órgano político y no jurisdiccional lo dice con claridad nuestra Constitución. ¿Qué otra naturaleza puede tener una institución elegida por el Congreso -cuatro magistrados-, por el Senado -otros cuatro-, por el Gobierno -dos magistrados-, y por el Consejo General del Poder Judicial -otros dos-, institución esta última de tinte claramente político donde las haya?
Cosa bien distinta es que no debiera serlo. Pero para eso, señores, habría que cambiar nuestra Constitución. Y a nuestros políticos...
Cosa bien distinta es que no debiera serlo. Pero para eso, señores, habría que cambiar nuestra Constitución. Y a nuestros políticos...
4 comentarios:
¿Hay alguien totalmente imparcial?
Pues probablemente no, Anónimo.
Todos tenemos ideología, vivencias personales que modulan nuestra forma de afrontar la vida, e incluso estados de ánimo que influyen en las decisiones que tomamos en un momento determinado, pero si a eso sumamos que la persona en cuestión debe su puesto y su poder a unas siglas políticas...
No se trata tanto de garantizar la imparcialidad absoluta, como de que el sistema no la desincentive. No es tan complicado encontrar buenos profesionales, bien formados, aceptablemente imparciales e independientes, si el sistema de elección se diseña para fomentar precisamente esas cualidades.
Saludos
Hombre, Tato, aunque de hecho el pensamiento político es consustancial al ser humano y los cargos de libre designación los carga el diablo, qué menos que, al menos (vala la redundancia), no tenga paguen por compartir unas ideas dentro de un aparato concreto.
Eso no quita que, como bien dices, lo que debería hacerse sería reformar la Constitución (¡oh cielos, qué horror! Como decía Leoncio).
¡Qué cruz, Tato!
Bueno Zapateiro, ése es sólo un pequeño detalle estético y sin mayor importancia.
Resulta curioso -o no-, que nuestros políticos se centren en que sea militante activo de un determinado partido y no en lo sustancial. Si es un órgano político, ¿qué más da que sean militantes? Cualquier cosa antes de atacar el fondo del asunto.
Besos y Cruzcampo fresquita ;-)
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