sábado, 25 de abril de 2015

Invita la casa. Hoy: De intelectuales tuertos y vigas en el propio ojo

Hoy está sembrado Pedro G. Cuartango en su columna de los sábados. Le mete el dedo en el ojo al nuevo, y seguramente merecido, premio Cervantes y lo deja tuerto de incoherencia. Que escribir bien no está reñido con pensar torcido. Tampoco ser un intelectual, sea lo que sea tal cosa, es garantía de congruencia. El problema no es provocar o ser políticamente incorrecto, sino serlo de manera selectiva.

"Es un intelectual tuerto, serio inconveniente para quien aspira a ser uno de esos referentes éticos que tanto echamos en falta.". Así termina su columna Cuartango. Pero léanla, leánla. Si quieren, claro.


6 comentarios:

Juanma dijo...

Muy bueno el artículo, sí señor. A mí me chirrió el señor Goytisolo desde el primer momento en la entrega del Premio Cervantes. Pedimos/exigimos a los intelectuarles que sean críticos, que ejerzan como voz de la conciencia de la sociedad. No teniéndolo del todo claro, supongo que debe ser así. Pero el intelectual, en mi opinión, debe distinguir la tribuna desde la que habla. Ser crítico en sus libros, en entrevistas donde se le pregunte, en artículos periodísticos. En un acto como el Premio Cervantes yo espero del escritor sólo un discurso de agradecimiento, un discurso meramente literario, una oportunidad para que nos diga cómo ha sido su vida dedicada a la literatura...algo así. No le veo sentido, insisto: en este acto, a otras aportaciones.
El discurso, por otro lado y al menos para mí, no fue claro, más bien todo lo contrario: enrevesado y sin duda altivo. Dijo, entre otras cosas, que dudaba de él mismo cuando recibía estos premios u homenajes. Y es bien fácil eliminar esa duda: rechácelo usted desde el primer momento y así no se verá tocada su atalaya de intelectual serio y comprometido.
Finalmente, casi anecdótico quiza, la manía de "romper el protocolo": no se puso chaqué porque...¿por qué? Qué tendrá que ver un chaqué. No creo que sea uno menos comunista o menos algo por participar de un protocolo donde se pide a los caballeros esa vestimenta. Es como el adolescente empeñado en ponerse un arito en la nariz sólo para joder a sus padres.
Por muy intelectual que sea, es un tío con mucho "malaje". Ni una sonrisita, carajo. Rechaza el premio y quedas como un señor.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Es patético y sectario como interpreta la derecha de este país el "silencio" ¿cómplice? de Goytisolo sobre el régimen marroquí. Tener dudas sobre lo que le pueda parecer a él es ridículo, propio de mentalidades como la suya, Sr. Tato.
¿Entonces por qué calla el Sr. Goytisolo?
¿Qué puede temer una persona cerca del final de su vida, intelectual de prestigio internacional, ciudadano de un país europeo ...? ¿Qué no le permitan vivir en Marruecos (otra opción es impensable, no se atreverían)? Estoy seguro, que aun sintiéndolo mucho, la expulsión no es lo que debe preocuparle más. Entonces, ¿de qué se trata?.
La respuesta está en sus afectos personales. Es sabido que vive con su amigo marroquí, y la familia de éste.
¿Qué podría sucederles si Goytisolo dijera en público lo que piensa del régimen marroquí? Es obvio que las represalias serían durísimas y duraderas para todos?
¿No le parece Sr. Tato, que mi interpretación del "silencio_" de Goytisolo es sensata?
Conociendo su madurez mental, me temo que interpretará cualquier zarandaja.


Er Tato dijo...

Bueno, Juanma, a mí no me parece mal que cada cual utilice sus púlpitos ocasionales para reivindicar o criticar lo que estime oportuno. Allá cada cual con el uso que quiera darles y con la estética con la que desee adornar sus reconocimientos.
Ahora bien, si uno decide pringarse, debe hacerlo hasta las trancas. De lo contrario se corre el riesgo de que le señalen a uno sus incoherencias cuando no sus cobardías.

Un abrazo

Er Tato dijo...

Vaya, cuánto tiempo, Anónimo. Ya sabía yo que, tarde o temprano, volvería de nuevo con sus insultos. Pero vayamos al asunto.

¿Quién le dice a usted que yo tenga dudas respecto de lo que Goytisolo opina sobre el régimen marroquí? Se ve que sigue con sus problemas de comprensión lectora. Precisamente porque estoy convencido de que le parece un régimen execrable le critico su cobardía de callarlo. Y sí, su interpretación del silencio de Goytisolo puede ser sensata. E incluso certera. ¿Y eso, el miedo a las represalias contra los suyos, justifica su silencio selectivo? ¿Cómo calificaría usted a quien, tras repartir cera y finalizar su discurso presumiendo de no resignarse a la injusticia, sólo la reivindica si sale gratis?

Pues eso...

Saludos, artista

Dyhego dijo...

Don Tato:
Es bueno y sano conocer opiniones distintas para hacer una idea completa de cualquier asunto.
El ejemplo que nos propone usted sobre la actitud de Goytisolo es compleja.
En primer lugar Juan Goytisolo me cae bien como escritor y como persona (no es que lo conozca, claro. Estuve en una conferencia suya y en directo me cayó bien).
En segundo lugar ni lo defiendo ni lo juzgo.
En tercer lugar, y es el meollo de la cuestión, está el asunto de la "coherencia". La famosa y cacareada "coherencia".
¿Se puede ser coherente al cien por cien y siempre? ¿Alguien lo es?
Salu2.

Por cierto ayer se celebré en Murcia una romería del Rocío, promovida desde hace muchos años por la casa de Andalucía. Algunos años veo pasar la romería con sus carros, sus chicas vestidas de sevillanas, sus caballos, sus palmeos, todo, todo.

Todavía me queda manzanilla.

Er Tato dijo...

En efecto, siempre es sano conocer otras opiniones. Entre otras razones, por eso abrí este blog. Y por eso se subtitula "Opiniones para discrepar".

En el asunto de la coherencia, como en casi todo en esta vida, hay grados. No es lo mismo ser incoherente en cosas intrascendentes -como comerse un filete a escondidas cuando se es vegetariano-, que serlo en cuestiones más serias. Cuando alguien escribe artículos, da sus opiniones en los medios o pronuncia un discurso fijando su posición sobre asuntos tan serios como la pobreza, la crisis social, la corrupción o las desigualdades, sabedor de su influencia sobre la opinión pública, no puede permitirse el lujo de ser incoherente. Yo no critico que alguien no sea coherente en todo y durante todo el tiempo -que tire la primera piedra quien esté libre de culpa-, yo critico la incoherencia consciente en aspectos fundametales de la actitud vital e intelectual de una persona que se sabe referente ético de muchas otras. Y eso no es lo mismo que comerse un filete a escondidas.

Saludos