sábado, 24 de noviembre de 2012

Divinas palabras y otros esperpentos

Resulta que el dictamen del Paripé de Investigación de los ERE -el primero de nuestro Parlamento en los últimos dieciocho años-, señala únicamente como responsables del choriceo institucional al ex director general Javier Guerrero y al ex interventor Manuel Gómez. Y éste último se ha despachado a gusto en una carta entregada ayer mismo en el Parlamento de Andalucía y dirigida a su Presidente. La carta, que pueden leer íntegra aquí, dice cosas como éstas:

"Señor presidente, el dictamen de la comisión de investigación ha unido mi nombre al caso de corrupción más importante de la historia de España, en términos económicos. Y lo ha hecho ocultando deliberadamente los datos, testimonios e informes más relevantes y pertinentes de los que disponía la comisión, todos ellos, sin excepción, opuestos al contenido de las conclusiones aprobadas por mayoría. Se trata, por tanto, de un resultado fraudulento, que se une al inmenso fraude de los ERE"

"En las sociedades primitivas el poder se valía de ordalías y otros sortilegios pafra controlar y dominar al pueblo y evitar que se precipitara hacia conductas peligrosas para los intereses de los poderosos. Estos resabios no han desaparecido por completo en las sociedades contemporáneas y tengo la impresión de que algo de eso puede haber en este complot del informe de actuación. En este caso, políticos de ínfima categoría llevan meses (años ya) tratando de engañar a los ciudadanos..."

"Ahora ya saben los interventores, y casi me atrevería a afirmar que todos los empleados de la Junta, cómo se las gasta una comisión de investigación, cuya mayoría no ha dudado en utilizarlos como pantalla tras la que esconder las vergüenzas de políticos corruptos de la peor especie"

"Ni me callé ni me aguanté entonces, ni lo hago ahora ni, desde luego, lo haré después. Es la única conducta decente cuando un profesional del servicio público es agredido por una caterva de políticos cobardes y sin honor, quienes para esquivar o encubrir las responsabilidades políticas, contables y penales derivadas del fraude de los ERE, no han dudado en manchar el crédito de los profesionales que han trabajado a su servicio"

"Sería un sarcasmo que difícilmente entenderían los ciudadanos persistir en el reproche al interventor, con el desatinado, falsario y amortizado asunto del informe de actuación, mientras se ignora clamorosamente la incuria decenal de los sucesivos miembros del Gobierno de la Junta que con tan poco provecho e interés recibieron las auditorías, verdaderos responsables, por acción u omisión, del más vergonzoso caso de corrupción de nuestra historia"


¡Con dos cojones!


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