viernes, 29 de abril de 2016

El poder de la imaginación o la imaginación al poder

Ya lo conté hace algunos años, pero como hoy me he encontrado una infografía que dice más o menos lo mismo con unos colorines muy chulos, pues la pongo aquí. A eso hay que añadir los impuestos indirectos, tanto "normales" -IVA, IBI, etc...-, como especiales -gasolina, alcohol, tabaco...-, que pueden aumentar la confiscación fácilmente al 50%-60%. Porque no me dirán ustedes que un 60% de la retribución de un puesto de trabajo no es confiscatorio...


Fuente: Wolters Kluwer


Hagamos ahora un pequeño ejercicio de imaginación. Imaginen que no reciben ni pagan servicios públicos y que, por tanto, su nómina neta se duplica como mínimo. Imaginen después que para recibir los servicios públicos que actualmente reciben tienen que ir todos los meses a ingresar en una cuenta del Estado la misma cantidad que ahora pagan de impuestos, pero con el dinero contante y sonante sacado de sus cuentas corrientes. Parece lo mismo, pero no lo es. Ahora, usted recibe su nómina neta, con los descuentos realizados y los impuestos indirectos los paga casi sin darse cuenta porque los tiene asumidos como parte del precio de venta. Si tuviera que hacerlo de aquella otra forma, usted haría visible el enorme esfuerzo que le supone pagar el actual Estado de Bienestar y sería más crítico y exigente con nuestros políticos. Intenten hacer de vez en cuando ese sano ejercicio mental y a lo mejor se convierten, nos convertimos, en mejores ciudadanos.

En fin, que me repito una vez más por si alguien sigue pensando que la educación, la sanidad o las pensiones son gratis. O que el dinero público no es de nadie, como ya dijo una célebre ministra socialista. O que la corrupción no va con él y por eso siguen votando a quienes se quedan con nuestros dineros o los malgastan en trapicheos de amiguetes. 


1 comentario:

Dyhego dijo...

Siempre pagamos más de lo que recibimos.