Esta semana, con motivo del día del trabajo, he vuelto a leer y a escuchar las ya clásicas -y cíclicas-, leyendas urbanas de que, en el reparto de la tarta del PIB, los beneficios empresariales se llevan la parte del león o que la fiscalidad de estos beneficios es muy inferior a la de los rendimientos del trabajo.
De estas leyendas ya hablé hace un par de años. Y como el trabajo ya está hecho y las conclusiones no han variado sustancialmente, ¿para qué reescribirlo?
No creo que volver a explicarlo sirva de mucho, porque quien compra ese mensaje sin más argumento que sus prejuicios y su sintonía política con quien lo vende, no va a perder un minuto de su tiempo en comprobar los datos que lo desmienten.
De todas formas, por si les interesa, rescato aquella entrada que se titulaba "De leyendas urbanas y otras ignorancias". Tan de actualidad como lo estaba ayer y como, me temo, lo estará mañana.
De estas leyendas ya hablé hace un par de años. Y como el trabajo ya está hecho y las conclusiones no han variado sustancialmente, ¿para qué reescribirlo?
No creo que volver a explicarlo sirva de mucho, porque quien compra ese mensaje sin más argumento que sus prejuicios y su sintonía política con quien lo vende, no va a perder un minuto de su tiempo en comprobar los datos que lo desmienten.
De todas formas, por si les interesa, rescato aquella entrada que se titulaba "De leyendas urbanas y otras ignorancias". Tan de actualidad como lo estaba ayer y como, me temo, lo estará mañana.
2 comentarios:
Leídas al fin todas estas últimas entradas. Todas, como es costumbre en la taberna, tan incontestables como didácticas. Todas de agradecer.
Me suena tela tu cara...
Un abrazo, compadre.
Pues vaya putada, querido Juanma. Yo las escribo para que sean contestables y, sobre todo, contestadas. Eso sí, con argumentos.
Una vez leí -o escuché, no lo recuerdo-, que hay veces en las que uno acierta y otras en las que aprende. No sé quién lo dijo, pero seguro que debía ser alguien muy sabio. Aunque con esa frase no aprendiera nada y nos enseñara mucho.
Un abrazo, artista.
P.S.: Como de las últimas entradas, probablemente las más contestables y opinables sean las relativas a la setnencia de marras, permíteme que te recomiende una de las mejoras cosas que he leído sobre el asunto en estos últimos días. Por si quieres leerla: "Cómo pudimos llegar a eso la manada"
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