Pues no, no estoy muerto. O eso creo. Es sólo que sigo sin tener casi nada que decir ni tiempo para decirlo. Así que para qué. Si acaso, váyanse ustedes viendo las tertulias económico-jurídico-político-festivas de las distintas cadenas de radio y televisión para que se mantengan al día de tanto atraso. Por si un mes de estos vuelvo y les apeteciera a ustedes rebatirme con argumentos de serpentinas y matasuegras.
Fíjense que el otro día, en un foro universitario virtual de estudiantes de cuarto de Derecho, uno de ellos se quejaba, comiéndose puntos, comas y tildes -tal era su indignación-, de la cantidad de derechos que hemos perdido los trabajadores con la reforma laboral de Rajoy. Que también tiene ignorancia llamar a eso reforma. Pues no se me ocurrió otra cosa que provocar un poco -o eso creía-, e invitar al impetuoso a que enumerase, con pelos y señales, con rigor, con argumentos -¡que para eso son estudiantes de último curso, coño...!-, esa enorme cantidad de derechos perdidos. Aún sigo esperando. Y es un foro de futuros juristas.
Pues eso, que resulta que no estoy muerto pero como si lo estaría, que diría uno del mismísimo centro de Bilbao...
Fíjense que el otro día, en un foro universitario virtual de estudiantes de cuarto de Derecho, uno de ellos se quejaba, comiéndose puntos, comas y tildes -tal era su indignación-, de la cantidad de derechos que hemos perdido los trabajadores con la reforma laboral de Rajoy. Que también tiene ignorancia llamar a eso reforma. Pues no se me ocurrió otra cosa que provocar un poco -o eso creía-, e invitar al impetuoso a que enumerase, con pelos y señales, con rigor, con argumentos -¡que para eso son estudiantes de último curso, coño...!-, esa enorme cantidad de derechos perdidos. Aún sigo esperando. Y es un foro de futuros juristas.
Pues eso, que resulta que no estoy muerto pero como si lo estaría, que diría uno del mismísimo centro de Bilbao...
8 comentarios:
Pues ya somo dos, Tato. Corren malos tiempos para la reflexión, me temo...
Un abrazo.
Pues nada, conmigo ya somos tres las patas del banco...
Abrazos, Tato.
También para mi querdio R.
se te echa de menos, Tato. Incluso se te "hecha" de menos, qué carajo.
Me alegra tu vuelta, aunque sea visto y no visto.
Vaya, hacía siglos que no veía cuatro comentarios seguidos en una entrada mía. Y todos seguidos. Voy a tener que morirme más a menudo, señor Ridao y compañía.
Y sí, amigo, corren malos tiempos para la reflexión y buenísimos para la genuflexión...
Un abrazo
Buenos tiempos blogueros aquellos en los que hasta las erratas parecían metáforas, Juanma.
Abrazos
Así me gusta, Roth, rebelde. Pero aprovecha, que ya mismo nos quitan hasta las haches en nombre de la libertad vigilada...
Besos
Bueno, Dyhego, cualquier día de estos me da un avenate y empiezo a escribir de nuevo tonterías de las mías.
Un abrazo
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