Anda el personal preocupado por que la fecha de las terceras elecciones, si es que llegamos a tal despropósito, sea el 25 de Diciembre. Unos, los de enfrente de Rajoy, dicen que lo ha hecho a propósito para meter presión, que ha impuesto la investidura el 30 de Agosto para que las cuentas sitúen las urnas en Navidad si no sale investido. Otros, los de Rajoy, no dicen nada pero se les entiende todo. Un servidor también piensa que Rajoy ha fijado primero el día en que preferiría amenazar con las terceras elecciones y ha hecho las cuentas para atrás. Es tan obvio y tan gallego...
Ahora bien, lo preocupante no es tanto el vergonzoso tacticismo de unos políticos que hemos elegido sufrir, como el bajo concepto que tienen de nosotros, los ciudadanos. Que unos pretendan meter presión y otros se quejen de sentirse presionados por que las posibles elecciones caigan en una u otra fecha, supone que ambos dan por hecho que votar es algo tan secundario para el ciudadano como para que ejercer tal derecho dependa de si le viene bien o no ejercerlo el día en que toque. Triste, muy triste. Aunque no tanto como constatar que es muy probable que tengan razón.
Pero, ¿qué tal si, llegado el caso, los dejamos descolocados yendo masivamente a votar? Al menos nos echaríamos unas risas y de paso, terminamos de cargarnos a las empresas demoscópicas.
Ahora bien, lo preocupante no es tanto el vergonzoso tacticismo de unos políticos que hemos elegido sufrir, como el bajo concepto que tienen de nosotros, los ciudadanos. Que unos pretendan meter presión y otros se quejen de sentirse presionados por que las posibles elecciones caigan en una u otra fecha, supone que ambos dan por hecho que votar es algo tan secundario para el ciudadano como para que ejercer tal derecho dependa de si le viene bien o no ejercerlo el día en que toque. Triste, muy triste. Aunque no tanto como constatar que es muy probable que tengan razón.
Pero, ¿qué tal si, llegado el caso, los dejamos descolocados yendo masivamente a votar? Al menos nos echaríamos unas risas y de paso, terminamos de cargarnos a las empresas demoscópicas.